La voz desgarradora de un profesor universitario

Comparto con nuestros lectores, el siguiente texto escrito por el profesor Ricardo Ramírez Requena de la Escuela de Letras de la UCV:

"Creo que hay muchos estudiantes que no han comprendido o no quieren comprender la situación universitaria. Las universidades autónomas llegaron a su límite. Además de los daños en la infraestructura, no contamos con baños, agua, a veces luz. Todas las facultades han sufrido muchísimos robos: computadoras, cables, además del daño a los institutos y laboratorios. En la dirección de la Escuela de Letras se robaron hace tiempo los cables del aire acondicionado, no hay papel para sacar copias, tantas cosas.

¿No nos damos cuenta que todo está destruido ya?

Los profesores hemos asumido, desde hace varios años, los costos de la universidad. Gano 4 dólares mensuales. Así no se puede vivir. Han quedado atrás los ascensos, las tesis de maestría y doctorado, los concursos de oposición. Los directores de Escuela hacen trabajos de bedel y no deben hacerlo.

A partir de la herencia del Estado rentista, nos hemos dedicado a cobrarle a los empresarios, padres, profesores, etc, lo que el Estado prometía. Lo lamento mucho, pero yo no soy el Estado. Hemos trabajado de forma prácticamente gratuita desde hace años. El IPP (Instituto de Previsión del Profesor) no ofrece ya mayores cosas. Lo que cubre el seguro no alcanza para una emergencia médica. Leí que de 570 mil maestros que había, casi 300 mil han renunciado o abandonado. No sé cuáles son las cifras en el caso de las universidades, pero debe ser semejante. Dar clases on-line significa poner tus recursos: luz, internet, computadora. La universidad no da nada para compensar eso. Doy cursos on-line porque me permiten cubrir los costos de mi familia. Tengo una esposa, tengo un hijo. Tengo a mi mamá, ya mayor, tengo hermanos que necesitan ayuda. Mi prioridad son ellos.

Tengo 13 años siendo profesor universitario en varias universidades, y 12 en mi Escuela, Letras, en la UCV (Universidad Central de Venezuela).

No sé si podré continuar. Las autoridades quieren que demos clases, como sea. Y no. No. No más. La Rectora García Arocha dijo en una entrevista recientemente que la UCV no estaba parada, que el 50% de los estudiantes ven clases on-line. Bien por esos profesores, respeto su afán y sus ganas, pero yo no lo pienso hacer.

No es que vayan a tomar las universidades, es que las tomaron y no queremos reconocerlo. Las quebraron.

No veo movimientos mayores, coordinados, de resistencia y los que han propuesto (porque muchos profesores han propuesto muchas cosas buenas), no son tomados en cuenta.

Mataron a la Academia. No podemos seguir así. La universidad continuará, pero no ahora, no así. Ya en el pasado ha tenido malas épocas (cierres, etc) y luego ha continuado. Así será.

Pero no hoy, no ahora.

No con este régimen.

El gobierno no dará el dinero que las universidades requieren, ni pagará a los profesores, empleados, obreros, lo que merecen. No ocurrirá.

Lamento mucho esto.

No sé qué más podemos hacer.

No he sido el mejor profesor, ni mucho menos un académico competente. Di lo que pude dar, lo que estaba en mí. Agradezco mucho los años en Letras. La universidad me dio mucho y yo le he dado mucho. Soy, en mucho, por ella.

Pero debo seguir.

Ojalá algún giro inesperado ocurra. Ojalá.

Por ahora, veo todo muy oscuro. No sé qué ocurrirá con las universidades, pero no veo nada bueno venir.

Seguiré apoyando a mis estudiantes y a los estudiantes en general desde donde me encuentre.

Hoy, soy muy pesimista.

Lo siento".