Sara Carolina Díaz
El Universal, 09/02/2014
Iván De La Vega: 1 millón 200 mil personas han salido del país en 10 años
Los
emigrantes venezolanos calificados no tienen vínculos académicos e
investigativos con el país, contrario a lo que pasa con países de región
CRUZ SOJO
En los últimos 20 años Venezuela ha cambiado drásticamente su estatus
migratorio: de ser un país receptor de inmigrantes se convirtió en un
país de emigrantes, hasta el punto en que desde el año 2004 han salido 1
millón 200 mil personas, la mayoría joven, clase media y altamente
calificada ya sea como técnico, profesional, o con estudios de
especialización, magisters y doctorados. Un talento que se va y casi
siempre sin posibilidades de retorno al lugar que los formó.
Se trata de cerebros que rápidamente son captados por universidades e institutos foráneos sin que esos emigrados restablezcan el vínculo con Venezuela, pues el Estado, contrario a otros países de la región, carece de políticas públicas para reconectar a su recurso humano con el país y valerse de sus posibles aportes.
Los datos obedecen a los estudios del sociólogo investigador de la Universidad Simón Bolívar (USB), Iván De La Vega, que desde 1995 se dedica a analizar los flujos migratorios nacionales. Aclara que tal cifra obedece a cálculos propios de acuerdo con análisis de estadísticas de otros países y organismos multilaterales que no toman en cuenta número de ilegales: "Los números son aproximados porque la movilidad de las personas es dinámica".
De La Vega alega que esa fuga de talentos era impensable hace 20 años, cuando los saldos migratorios eran positivos (entraba más gente de la que salía), y ahora, expresa, salen talentos que luego no se conectan con organismos y/o institutos de investigación nacionales.
"Es un talento que aprovecha el nuevo país de residencia", dice al señalar que los destinos que resultan más atractivos para el venezolano son Estados Unidos, España, y más recientemente, Panamá y Costa Rica, además de Portugal, Italia, Reino Unido, Alemania, Australia y Canadá.
Mención aparte merece Colombia, donde la misma canciller María Angela Holguín ha reconocido la permanencia de 250 mil venezolanos en ese país, aparte de los 250 mil que tienen movilidad constante (Hay una subestimación de la data en ese país como ve en la infografía anexa).
Otra estudiosa del tema migratorio es la profesora de la UCAB, Anitza Freitez, quien expresa en un estudio sobre migraciones publicado la Revista digital Coyuntura (2011) que la actual "es una corriente migratoria compuesta por una proporción importante de profesionales universitarios, muchos con títulos de postgrado, en cuya formación los países de acogida no han tenido que invertir, de modo que se trata de una transferencia de riqueza desde nuestro país". Añade: "En el ámbito gubernamental no se ha hecho un reconocimiento de esta problemática y, en consecuencia, no se plantean medidas para atenderla".
El problema se ha agravado, dice De La Vega, en los últimos 3 años: "Las emigraciones se han acentuado y todo en medio de un contexto de incertidumbre política, una inflación de 56,6% en 2013 y unos cálculos del Observatorio Venezolano de Violencia que hablan de más de 24 mil homicidios solo el año pasado".
Se trata de cerebros que rápidamente son captados por universidades e institutos foráneos sin que esos emigrados restablezcan el vínculo con Venezuela, pues el Estado, contrario a otros países de la región, carece de políticas públicas para reconectar a su recurso humano con el país y valerse de sus posibles aportes.
Los datos obedecen a los estudios del sociólogo investigador de la Universidad Simón Bolívar (USB), Iván De La Vega, que desde 1995 se dedica a analizar los flujos migratorios nacionales. Aclara que tal cifra obedece a cálculos propios de acuerdo con análisis de estadísticas de otros países y organismos multilaterales que no toman en cuenta número de ilegales: "Los números son aproximados porque la movilidad de las personas es dinámica".
De La Vega alega que esa fuga de talentos era impensable hace 20 años, cuando los saldos migratorios eran positivos (entraba más gente de la que salía), y ahora, expresa, salen talentos que luego no se conectan con organismos y/o institutos de investigación nacionales.
"Es un talento que aprovecha el nuevo país de residencia", dice al señalar que los destinos que resultan más atractivos para el venezolano son Estados Unidos, España, y más recientemente, Panamá y Costa Rica, además de Portugal, Italia, Reino Unido, Alemania, Australia y Canadá.
Mención aparte merece Colombia, donde la misma canciller María Angela Holguín ha reconocido la permanencia de 250 mil venezolanos en ese país, aparte de los 250 mil que tienen movilidad constante (Hay una subestimación de la data en ese país como ve en la infografía anexa).
Otra estudiosa del tema migratorio es la profesora de la UCAB, Anitza Freitez, quien expresa en un estudio sobre migraciones publicado la Revista digital Coyuntura (2011) que la actual "es una corriente migratoria compuesta por una proporción importante de profesionales universitarios, muchos con títulos de postgrado, en cuya formación los países de acogida no han tenido que invertir, de modo que se trata de una transferencia de riqueza desde nuestro país". Añade: "En el ámbito gubernamental no se ha hecho un reconocimiento de esta problemática y, en consecuencia, no se plantean medidas para atenderla".
El problema se ha agravado, dice De La Vega, en los últimos 3 años: "Las emigraciones se han acentuado y todo en medio de un contexto de incertidumbre política, una inflación de 56,6% en 2013 y unos cálculos del Observatorio Venezolano de Violencia que hablan de más de 24 mil homicidios solo el año pasado".
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