Andrea Montilla K
El Nacional, 30/10/2014
Las autoridades de las universidades privadas alertaron el riesgo de que las casas de estudio enfrenten un cierre técnico, ante la posible intervención gubernamental. El pasado martes, el presidente Nicolás Maduro ordenó revisar los aumentos de matrícula establecidos este año en instituciones académicas de gestión privada y pidió obligar a reducir el monto de sus mensualidades.
El rector de la Universidad Metropolitana, Benjamín Scharifker, aseguró que la declaración del jefe del Estado decreta el cierre de las casas de estudio. “Hay una disposición de la política gubernamental para desmantelar tanto a las universidades privadas como a las públicas, a las que además se les está asignando un presupuesto deficitario”.
El Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología asignó a las universidades autónomas en promedio 30% del presupuesto que estas habían solicitado para 2015, que no subsana el déficit ante el elevado índice inflacionario del país.
Scharifker afirmó que las universidades privadas no tienen fines lucrativos y solo buscan construir en el país instituciones de calidad “que no estén sujetas a las precariedades que enfrentan las instituciones públicas”.
A juicio del rector de la Universidad Católica Andrés Bello, José Virtuoso, el gobierno busca el quiebre de las casas de estudio al intentar intervenirlas arbitrariamente y sin ningún criterio técnico. “Haremos uso de todos los argumentos para evitar que eso ocurra. Hemos entregado todos los recaudos que nos han pedido y siguen abordando el tema de manera grosera. Estamos ante un diálogo de sordos”.
En julio pasado, las autoridades universitarias entregaron informes con sus estructuras de costos ante el ministerio, para analizar la metodología de cálculos de costos que emplean y hacer transparente su gestión. No obstante, no obtuvieron respuesta y decidieron aplicar el cobro de sus ajustes a partir de septiembre.
Volverán a estudiar incrementos. En la última reunión del Consejo Nacional de Universidades, el martes, el ministro Manuel Fernández solicitó la creación de un comité –integrado por la Unimet, la UCAB, representantes estudiantiles y del profesorado– para analizar en los próximos días el cobro de matrícula, lo que supuestamente ha generado inconformidad en parte del alumnado.
Carlos Herrera, rector de la Universidad Arturo Michelena, aseguró que la UAM es una de las instituciones educativas más económicas de Carabobo, al cobrar una mensualidad de 700 bolívares en promedio, en las 15 carreras que ofrece. Aseguró que durante años se ha mantenido un aumento de 15% anual en el cobro de la matrícula, en respuesta a una resolución del Ministerio de Comercio. “Es mentira que estemos cobrando 4.000 bolívares. Estamos apegados a las leyes”, refirió.
El rector de la Universidad Nororiental Privada Gran Mariscal de Ayacucho, en Anzoátegui, Édgar Ortiz, recordó que desde 2009 las universidades privadas estuvieron sujetas a una resolución del Ministerio de Comercio, según la cual se había fijado un porcentaje máximo de aumento de matrícula de 15%. “Eso llevó al deterioro de las infraestructuras físicas y de los salarios de los trabajadores. Afectó la calidad académica, porque hasta los momentos nos sigue costando reponer equipos y mobiliario”, refirió Ortiz.
Pese a que cada dos meses las universidades deben informar al ministerio sobre su gestión administrativa y académica, para luego ser aprobada por el CNU, el anuncio de una revisión de los ingresos de las instituciones privadas este año podría generar problemas de déficit. “El único recurso que tendríamos son los préstamos bancarios y eso lo que haría es correr la arruga. Nos afectaría gravemente, en los mismos términos que las universidades públicas”, alertó Joaquín Rodríguez, rector de la Universidad Monteávila.
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