lunes, 16 de noviembre de 2015

Universidades autónomas bajo asedio

Margarita López Maya
Últimas Noticias, 16/11/2015

El proyecto socialista que el chavismo viene imponiendo conlleva un importante ingrediente de intolerancia a las diferencias y rechazo a toda expresión de libertad de pensamiento. Distinto a la democracia participativa constitucional, que busca fortalecer a una sociedad organizada y pluralista, que interpele al Estado, lo controle y cogobierne con él, el modelo chavista viene cerrando uno a uno los espacios públicos y privados a la libre circulación de ideas y opiniones, tildando toda disidencia a sus orientaciones ideológicas y políticas de traición a la patria. Con Maduro esto se ha tornado extremo y descarnado, evidenciando su vocación totalitaria.

Las diez universidades públicas y autónomas se erigen como últimos baluartes del Estado, que luchan por resistir las presiones de abolir el pluralismo político, la investigación libre, el intercambio y debate de ideas, la búsqueda creativa de soluciones a las necesidades del país, para alinearlas a una ideología confusa, absurda, obsoleta, profundamente arbitraria y autoritaria. El Gobierno las ha ahogado presupuestariamente, colocado los salarios de todo el personal, incluyendo los profesores, por debajo de la línea de pobreza (un titular, el mayor rango docente, gana $180 a tasa de Simadi), las ha criminalizado por los medios públicos, y algunos de sus seguidores han creado situaciones de violencia en sus recintos, con saldos fatales.

Dada esta situación, los gremios de profesores universitarios de estas universidades decidieron no iniciar actividades docentes luego del receso del mes de agosto, haciendo uso del derecho constitucional a adelantar conflictos por reivindicaciones laborales. En respuesta, el pasado 3 de noviembre los diputados de la bancada oficialista del Parlamento aprobaron sugerirle al Gobierno nacional iniciar acciones conducentes a la intervención de las universidades nacionales, vulnerando su autonomía. 

Ningún país puede responder a los complejos desafíos del siglo XXI sin instituciones educativas de calidad. Mientras muchos Estados latinoamericanos apoyan y respetan a sus universidades, nuestro Gobierno las desprecia y asfixia. Defendámoslas como patrimonio nacional y mundial, ellas son garantía de futuro. 

@MLopezMaya

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