Luis Ugalde
El Nacional, 15/05/2014
1- “Respeto a todas las corrientes del pensamiento”, como dice el artículo 102 de la Constitución (ver también artículos 2,3 y 106). Esto se viola sistemáticamente desde el poder, no por error, sino porque el gobierno está convencido de que se debe educar imponiendo su ideología y sembrando obligatoriamente el estatismo de empresa única, pensamiento único y escuela única estatista, como en Cuba. El gobierno viene imponiendo la Constitución cubanoide que derrotamos en el referéndum de 2007; en ella no tiene lugar ni la escuela plural, ni la educación privada, ni las universidades autónomas. Nada de eso existe en Cuba y aquí todavía sobrevive porque es alto el precio político de su cierre.
2- “Tríada solidaria entre sociedad, familia y Estado”, prometida en el preámbulo de la Constitución como “una nueva relación ciudadana en el ámbito de los derechos sociales”. Es necesario el reconocimiento y la solidaridad entre los tres: gobierno que quiere más familia y sociedad en la responsabilidad educativa, y no desplazarlos; familia y sociedad que necesitan y quieren más Estado democrático en la producción de calidad educativa. Formando una tríada potente en cada una de las 29.000 escuelas. Lamentablemente, se viene trabajando para que el gobierno-partido tenga la exclusividad en nombre del Estado... Así es en Cuba. El gobierno que decreta aumento máximo de 10% en los ingresos escolares con inflación de 60% está matando esa educación; el que impone a Fe y Alegría no abrir un aula más y niega carreras nuevas a las universidades no confesionalmente chavistas está trabajando por mala educación.
Si funcionara la “tríada solidaria” no le molestaría al gobierno la mera existencia de la educación pública (toda lo es) de iniciativa y gestión privada: sean colegios autofinanciados, o asociados por convenio público con el obligado financiamiento estatal para que los pobres tengan educación de calidad.
3- Educación de calidad significa educadores de calidad, lo que exige apostar desde el gobierno, desde la familia y desde la sociedad, por que la opción de educador sea la más buscada por los jóvenes, la más atractiva, la de mejores estímulos y formación continua. Hoy tenemos lo contrario con educadores pésimamente pagados, castigados como los niños a llenar planillas día y noche para el ministerio, sometidos a absurdas imposiciones ideológicas… Carencia desoladora de educadores de Matemáticas, Física, Biología, Inglés…
4- Directores y equipos directivos de calidad. Hoy más de la mitad de los directores son improvisados, interinos, elegidos por el color de la camisa… Hay que formar rápidamente miles de directores y de equipos directivos que lleven la batuta de una escuela participativa donde educadores, educandos, padres-madres y comunidad interpreten la misma partitura con resultados de calidad en valores, ciudadanía, razonamiento, matemáticas, lectura…
Todo el mundo sabe por dónde hay que empezar para la calidad. En la científicamente diseñada Encuesta Nacional de Juventud 2013 del Proyecto que lleva la UCAB, los jóvenes se muestran muy críticos de su bachillerato y dicen que echan en falta: profesores bien preparados e interesados en enseñar (89%), exigencia académica (86%), formación para continuidad de estudios universitarios (85%), preocupación por la formación en valores (85%), profesores para impartir las asignaturas del currículo (85%), enseñanza de la educación ciudadana (84%), orientación y educación sexual (85%), instalaciones cómodas, limpias y en buen estado (82%). Cuando se les pregunta por los factores para mejorar la calidad sobresale (72%) la respuesta calidad, interés y dedicación de los profesores.
Por favor, no pierdan tiempo averiguando lo que sabemos. Empiecen a cambiar ya. Apuesten por un currículo abierto, basado en valores de solidaridad, libertad-responsabilidad, espíritu democrático, creatividad personal y emprendimiento... Denle a la educación verdadera prioridad presupuestaria y autonomía suficiente a los centros escolares. Valoren y estimulen el aporte económico voluntario y complementario de las familias que pueden y de las empresas y fundaciones que vienen en ayuda de la obligación financiera estatal. Todo está en la Constitución venezolana (no está en la cubana). Aplíquenlo y avancemos hacia la calidad.
¿Soy desconfiado? Sí, porque hemos visto demasiadas manipulaciones, pero no negado al diálogo. Sigamos dialogando, pero corrijamos ya sin demora lo que es un clamor y un dolor en miles de escuelas y millones de familias castigadas con mala calidad educativa y un pobre futuro.
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