05/05/2014
La educación es el sector de la vida nacional donde la crisis global que sacude al país, con su lastre de exclusión y caos, se expresa con mayor dramatismo. Los venezolanos estamos ante el más gigantesco fracaso de la mal llamada educación bolivariana. La Consulta Educativa es una farsa para ocultarlo.
La propaganda oficial sobre un supuesto "milagro educativo" no puede ocultar la verdad que brota de todos los indicadores y estadísticas oficiales. Hay más de cuatro millones de niños y jóvenes en edad escolar excluidos del sistema. Más de un millón de analfabetas. No hay el nivel de educación maternal que establece el artículo 103 de la Constitución. El estancamiento de la matrícula de la escuela oficial frente a la privada es inocultable. La destrucción de la educación especial desnuda el desinterés oficial por los más vulnerables.
La educación venezolana ha dejado de ser una prioridad real de inversión y planeamiento del Estado. Con un petróleo a más de 100 dólares el barril es inexplicable que tengamos una infraestructura educativa en ruinas. El Programa de Alimentación Escolar es un recuerdo y al igual que la dotación de material educativo es centro de negocios turbios.
El afán del régimen por controlar todo ha destruido los avances que se habían logrado en materia de formación docente. El artículo 104 de la Constitución es letra muerta.
Venezuela vive desde hace quince años un intenso y sistemático proceso de destrucción de su sistema educativo, con consecuencias catastróficas para toda la sociedad. La cúpula gobernante ha hecho todo por convertirlo en un aparato ideológico del régimen. Ha dejado de ser un instrumento para la movilidad social ascendente por temor a que los futuros ciudadanos "se conviertan en escuálidos", según lo expresara con singular cinismo, el señor Héctor Rodríguez.
Las aulas del país es el sector que ha recibido con más desafuero y violencia el asedio del régimen por imponer su modelo totalitario. Es una larga historia que va desde aquel primer paso por militarizar los centros educativos con la ya olvidada Resolución 1.856, promulgada el 15 de junio de 1999 con la cual se extendió la obligatoriedad de la Instrucción Premilitar a todos los planteles de educación media; pasando por la Resolución 259, que modificaba los programas de Ciencias Sociales de cuarto, quinto y sexto grado para calificar hechos, mutilar la historia y exaltar la figura del difunto Hugo Chávez; el nefasto e ingratamente recordado Decreto 1.011 de los "supervisores itinerantes", especie de comisarios políticos educativos del régimen; el Currículum Bolivariano; el mediocre sistema de evaluación promotor de la "flojera"; los entuertos de la Ley Orgánica de Educación; la Resolución 17.621 de 2011 que, como una labor "cívico-militar", planteaba la "la Educación para la Defensa Integral como eje integrador del Sistema Educativo"; la "Guerrilla Comunicacional"; la reciente Resolución 058 que abre las puertas de la escuela a Consejos Comunales y Colectivos, cercenando la autoridad del Director de los planteles y tantos otros agravios; las continúas agresiones contra la autonomía universitaria; hasta esta fulana Consulta para la Calidad Educativa, con la cual se pretende legitimar la cultura del adoctrinamiento político, el culto a la personalidad y la cubanizaciòn de la escuela. Un proceso dirigido a afianzar un modelo totalitario ideologizante, que es la causa de todos los males que afectan nuestra sociedad.
La lucha que han librado los padres y representantes venezolanos, en especial las madres, en favor de una educación democrática y plural para nuestros hijos ha adquirido ribetes épicos de gran sacrificio durante estos quince años de oprobio. Los partidos políticos hemos acompañado esas luchas y lo seguiremos haciendo.
La crispación social producida por la atropellada instrumentación de esta Consulta tiene su fundamento en la ya esbozada cadena de agresiones previas contra la formación de nuestros niños y jóvenes. Como también en los materiales que describen las preguntas e instrumentación de la misma.
El cronograma de aplicación y procesamiento de la pretendida encuesta es imposible de cumplir, es una falacia delirante. Mucho menos cumplir los objetivos de la Consulta: elaborar el currículum, los materiales educativos y los reglamentos de la ley orgánica de Educación que siguen pendientes y un Plan Decenal para septiembre. Todos sabemos que ya existe un "curriculum bolivariano", 30 millones de libros adoctrinantes publicados y distribuidos, la Resolución 058 para la organización de los Consejos Educativos y que ninguna de las anteriores se hace en tan corto tiempo.
Las preguntas hechas en forma abierta, para ser desarrolladas, despiertan aún mayor desconfianza y suspicacia. No hay manera humana posible, ni con un gran apoyo metodológico y técnico, de procesarlas en el tiempo previsto sin que su resultado sea mediocre. Además, en su gran mayoría son interrogantes cuyas respuestas están contenidas en la Constitución, la Ley Orgánica de Educación y el Reglamento del Ejercicio de la Profesión Docente.
Al que hay que encuestar, interrogar, emplazar, es al gobierno. Es a quien corresponde dar respuestas. Educar es una tarea de todos pero toca al gobierno, principalmente, y luego a la sociedad, asegurar las mejores condiciones y oportunidades para que el ciudadano desarrolle al máximo sus potencialidades. ¿Cuáles son los planes del gobierno para garantizarlas? ¿Manipular a los ciudadanos con una consulta que juega con las expectativas de muchos que pudieran concurrir a participar de ellas de buena fe?
Es cada vez más necesaria para disfrutar los derechos económicos y sociales como el trabajo, la salud o la recreación; también para ejercer los derechos civiles y políticos. Es la clave del progreso económico, de la democracia política, de la democracia social fundada en la equidad y la justicia social. La educación es una condición para la cultura, para la creatividad. ¿Puede decirnos el ministerio de educación venezolano sus planes para permitir que nos eduquemos con calidad y sin adoctrinamiento? ¿Puede decirnos cómo educarnos con libertad en un sistema político totalitario, asfixiante, que invade todos planos de la vida, que cercena libertades, que sesga vidas de estudiantes?
Si la educación es la prioridad ¿por qué la educación no es lo primero? ¿Por qué recibe recursos cada vez más menguados? ¿Por qué el hecho educativo formal tiene que transcurrir en centros educativos destartalados, con maestros deficientemente formados y en precarias condiciones de vida? ¿Cuál es su respuesta, ministro? ¿La Consulta Educativa? ¿Necesita usted realmente que estudiantes, padres, representantes y docentes lo enteren de la realidad educativa? ¿Dado ese enorme déficit de maestros bien formados cuáles son sus planes en materia de formación docente? ¿Cómo piensa restablecer el prestigio de la carrera docente, dar a los maestros salarios competitivos, respetar la autonomía de cátedra y asegurar su actualización permanente?
Si el gobierno piensa en serio mejorar la calidad de la educación debe comenzar por: Abrir los concursos para el personal directivo, garantizar su formación y mejorar sustancialmente su salario respecto al maestro de aula. Crear un Instituto con suficiente financiamiento que se ocupe con autonomía de investigar el problema. Revisar la remuneración de los docentes para igualarla a la de los profesionales de otros países. Abrir los concursos para dotar los cargos del personal docente. Derogar la Resolución 058 y otras medidas que descalifican a los profesionales de la docencia y a los directores, restándole atribuciones y responsabilidades en la conducción de las escuelas. Dotar a las escuelas con los recursos y medios para el aprendizaje: bibliotecas de aula, laboratorios, talleres, canchas deportivas, etc. Y preparar un plan para la descentralización del sistema escolar, basándose en los artículos 4, 157, 158 y 185 de la CRBV.
Profesores: José Luis Farías (UNT), Lilia de Rivera (AD), Domingo Piñate (COPEI), Alejandro Vivas (PJ), Raquel Figueroa (Bandera Roja y MESR), Roger Zamora (MAS), Ofelia de Rivera (MPV), Luis Trincado (CAUSA R), Luis Bravo (ASESOR), Robert Rodríguez (UNT), Ramón Guerra (IND), Tomás Crespo (AD), Antonio Chirivella (COPEI), María de Paz (IND).
Véase también: Temen que consulta sea para legitimar políticas educativas
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