Hace escasos días, el país se vio sacudido por la noticia de que sin participación a las autoridades rectorales ni de ninguna otra instancia ucevista, se comenzó a instalar, en detrimento de la intención estética de Carlos Raúl Villanueva de dejar vacio ese bello jardín de grandes dimensiones espontáneamente bautizado como la Tierra de Nadie, un monolito de inapropiadas dimensiones (aproximadamente 1,5 m de alto y 80 cm de ancho) que bien podría denominarse como mamotreto, para homenajear a Jorge Rodríguez padre.
Creo necesario un paréntesis para relatar brevemente el vínculo de Jorge Rodríguez padre con la UCV, apoyada fundamentalmente en la memoria. Era un dirigente político del MIR que permaneció durante largos años como estudiante universitario, pero cuya actividad política principal no estaba en el interior de la universidad. No lo recuerdo como un líder con gran influencia en la comunidad estudiantil. Aún así , en 1967 fue electo como consejero universitario, en una época en la que la izquierda era tan mayoritaria que no tenía que detenerse demasiado en las características de los candidatos. También era usual que algunos de sus dirigentes políticos permanecieran inscritos o se propusieran a cargos de representación para tener una cobertura institucional que los protegiera.