jueves, 14 de enero de 2016

Autonomía y heteronomía del sujeto

Rafael Rattia
El Nacional, 14/01/2016

Naturalmente, una palabra admite –las más de las veces– múltiples lecturas y comporta de suyo una insospechada pluralidad de sentido; a esto último se le conoce con el nombre de carácter polisémico de un término. Intentemos ensayar aquí una aproximación teórica al concepto de autonomía desde la perspectiva del sujeto político en tanto que ciudadano que habita y desenvuelve su existencia en el espacio privilegiado que conocemos con el nombre griego de polis, prefijo que los antiguos atenienses usaban para designar los límites geohistóricos y políticos de lo que ellos entendían como la “ciudad-estado”. Comencemos por el étimos, también griego, autos que en su acepción primera alude al sí mismo, o por sí mismo que en concordancia con la nomía, es decir la ley en tanto voluntad jurídico-política del individuo actuando libremente y ejercitándose con independencia de criterio en la búsqueda y resolución de los problemas que aquejan a los ciudadanos que construyen y hacen posible la ciudad.