lunes, 31 de octubre de 2011

Dialogando sobre los futuros de la universidad

Eduardo Ibarra Colado
LAISUM, México, 29/10/11

La fábrica del porvenir

Como estudioso de temas universitarios, debo mantenerme al tanto de lo que se produce y publica sobre los problemas de la universidad y sus temas recurrentes: la cobertura universitaria, el financiamiento, la normatividad, el gobierno de las instituciones, la carrera académica, el sindicalismo, las relaciones laborales y la gestión universitaria. También debo considerar los aportes realizados por colegas que abordan las nuevas agendas de investigación, que incluyen los procesos de evaluación y acreditación y sus efectos; la llamada “educación por competencias”; la universidad abierta, a distancia o digital; la internacionalización, la comercialización y los rankings universitarios; y la transparencia, la rendición de cuentas y el derecho a la información. Finalmente, hay otro conjunto de textos, acaso los más significativos, que llaman inmediatamente mi atención, porque discuten los problemas que agobian a la universidad. En este caso puedo mencionar a título indicativo asuntos como el de los rechazados; la reducción del financiamiento público a la educación, la ciencia y la cultura; las practicas académicas indebidas, incluidas el plagio, el hostigamiento y la corrupción; la privatización del conocimiento y la aparición de las “hipotecas del saber”; el envejecimiento académico muy vinculado al “desretiro” y la “desjubilación”; y los problemas de raza, género y etnicidad.

Todos estos asuntos, sin duda relevantes, cobran sentido sólo cuando los relacionamos con reflexiones de mayor orden, por ejemplo, las que discuten las finalidades sustantivas de la universidad o aquellas que atañen a sus futuros considerando los desafíos de su presente. Las contribuciones que se ubican en este nivel se traducen en meta-textos ya que funcionan como el indispensable marco de referencia desde el que es posible reflexionar y dar sentido a los problemas más específicos de la universidad. La fábrica del porvenir: el ambiguo futuro de la universidad, libro recientemente publicado por la Universidad Iberoamericana, se encuentra en esta categoría, pues se ocupa claramente por reflexionar los temas de fondo y, sobre tal base, por interpretar y dar sentido a algunos de los problemas que mencionaba al principio.

Quisiera compartir con ustedes algunos atisbos de diálogo sobre lo que me ha provocado la lectura del libro, advirtiendo que estos apuntes son tan sólo insinuaciones de una obra vasta que es indispensable leer. Considerada en su conjunto, la obra tiene como su trasfondo los futuros de la universidad; ella se suma a un caudal de libros que asumen esta misma tarea1, aunque lo hace desde lugares distintos, con lo que efectivamente suma, añade y enriquece una reflexión vital para esclarecer dónde estamos y hacia dónde vamos. Se trata de un libro que analiza una época de rupturas para mostrar el extravío de una sociedad que no sabe hacia dónde se dirige. El futuro se hace presente porque el presente se nos escapa de las manos. La obra comporta por ello una vocación hacia la búsqueda, moviéndose ambivalente entre el pesimismo que emerge de un presente que parece no tener salida y el optimismo de ciertos futuros que prometen redimirnos. Por ello la obra parece por momentos cruda, dura, hiriente, y por momentos optimista, alegre, llena de esperanza.

El libro está cruzado por un conjunto de problemas abiertos a la reflexión. Se trata de un texto que invita a debatir. Se puede estar de acuerdo o no con sus autores, esto no es lo importante. Lo realmente relevante es que la obra cumple su función como espacio de diálogo y conversación, pues alienta a su contraparte, al lector, a asumir un papel activo al tener que lidiar con los argumentos y las dudas e inquietudes que va dejando la lectura a su paso. Al final, este lector confrontado tendrá que cuestionarse, desde tales ideas, el mundo en el que vive y se desenvuelve como persona y como universitario, y reflexionar sobre sus futuros. La reivindicación de la utopía juega un papel fundamental, como se desprende de las discusiones que al respecto realizan los capítulos de la primera parte del libro. En el capítulo inicial, “Utopía y universidad” de Alberto Montoya Martín del Campo, se destaca la importancia de la utopía para reimaginar la responsabilidad de la universidad ante la sociedad de cara a su futuro. Esta no es una cuestión trivial pues su respuesta sentará las bases para edificar una nueva universidad, que sea capaz de desprenderse tanto de sus malos presentes como de esos nostálgicos pasados que en realidad nunca existieron. La apuesta fuerte que se hace es la de atreverse a pensar cómo construir una nueva universidad que permita a la sociedad recuperar su humanidad. En ello juegan un papel esencial la historia, digamos, la memoria, el ejercicio de la reflexión, es decir, la vocación crítica, y el reconocimiento y el respeto del otro, la alteridad. 

Hanson y los valores socialistas

Héctor Silva Michelena
Tal Cual, 31/10/11

En su entrevista sobre la educación ( El Universal, 25/09/11), respondiendo a una pregunta de cómo crear un Estado socialista, la ministra de Educación Maryann Hanson dice con perversa ingenuidad: "mira, a través de los valores del socialismo, que son superiores a los del capitalismo". Sí, señora, porque no importa que el gran intelectual Edgar Morin afirmara que el pensamiento socialista está en ruinas, y es un arcaísmo. ¿Cuáles son esos valores superiores? Helos aquí, para hacer memoria: muerto Lenin, aunque no su ferocidad, su seguidor Stalin impuso la industrialización forzada y la colectivización masiva de la agricultura; esto fue el germen de un largo período de crímenes en masa. Las matanzas de 1937-1938 prácticamente borraron del mapa a los viejos bolcheviques. De sus filas surgieron los altos y privilegiados funcionarios del partido y del gobierno, la llamada nomenklatura. Pertenecer a ella garantizaba un alto estatus y llegó a ser de facto hereditaria. Al caer la URSS la nomenklatura contaba con unos 750 mil miembros, que junto con sus familias, sumaban alrededor de 3 millones de personas.

Las llamadas "purgas" de la década de 1930 fueron una campaña de terror que, tanto por su ferocidad como por el número de víctimas, no han tenido parangón en la historia. Esa Gran Purga fue supervisada con lupa por Stalin, cuyas instrucciones eran: golpear a las víctimas hasta que confesaran crímenes que no habían cometido. Luego eran desterradas o fusiladas.

Según evidencias extraídas de los archivos secretos dados a conocer tras la disolución de la URSS, durante los años 1937 y 38 cuando la Gran Purga se hallaba en su apogeo, los órganos de seguridad detuvieron por supuestas "actividades antisoviéticas" a 1.548.367 personas, de las cuales 681.692 fueron fusiladas. La mayoría de los supervivientes acabaron en campos de trabajos forzados. En 1941, cuando Alemania invadió la URSS, los campos del Gulag contaban con 2.350.000 prisioneros. Los censos revelaron que entre 1932 y 1939 la población de la URSS disminuyó en unos 9 o 10 millones de personas. La maquinaria del terror no perdonó ni al Ejercito Rojo ni a sus propios gestores. De los 5 mariscales, 3 fueron víctimas de la "liquidación"; de los 15 generales del ejército, 13 perecieron; de 9 almirantes, sólo quedó 1. Asimismo, Nikolái Ezhov ­algo así como el Himmler de Stalin­, que dirigió los asesinatos masivos como jefe de la NKVD entre 1936 y 1938, por un roce con Koba, éste lo detuvo y lo arrojó a aquella sangrienta caldera.

Los costos de la utopía socialista fueron asombrosos: ¡escucha, Venezuela!; se calcula el número global de víctimas del comunismo en más de 80 millones de personas, un 50% más que las muertes de las dos guerras mundiales. Esto es lo que añora Chávez, al pie del enorme sepulcro. Revivir este horror desafía la historia y revela locura, definida como el acto de repetir lo mismo esperando otro resultado.

¿Dirá esto a los niños, ministra?

domingo, 30 de octubre de 2011

Médicos comunitarios que jamás han pisado un quirófano

Javier Moreno Sucre
El Universal, 30/10/11

Entrevista al presidente de la Academia Nacional de la Medicina


"No se puede preparar a un médico mediante el uso de videos y sin ingresar a las salas de emergencias (...). Modificar la Ley del Ejercicio de la Medicina, avisora cientos de casos de malapraxis médicas", explica. 
 

sábado, 29 de octubre de 2011

Menos de 1% del PIB a la educación superior

Lissette Cardona
El Nacional, 29/10/11
Las instituciones de educación superior venezolanas contarán con 14,7 millardos de bolívares para su funcionamiento en 2012. El Proyecto de Ley de Presupuesto para el próximo año asigna 5% de los recursos a las universidades.

La cifra equivale a 0,9% del producto interno bruto.

El Ministerio de Educación Universitaria se encuentra en la octava casilla entre los organismos públicos que recibirán mayor cantidad de dinero el año entrante. Pese a ello, el presupuesto calculado será insuficiente para cubrir el déficit económico del sector.

A juicio del decano de la Facultad de Economía de la UCV, José Guerra, la asignación obliga a los universitarios a depender de los créditos adicionales para su subsistencia.

"Para el Gobierno, la educación universitaria no es prioritaria. Se ha aumentado en justicia, en finanzas, pero no en las universidades. El presupuesto ha venido disminuyendo por efecto de la inflación, y arranca con déficit.

Un país sin universidades es un país muerto", dijo.

Las universidades autónomas tendrán 63% del presupuesto. Específicamente, la Universidad Central de Venezuela dispondrá de 1,2 millardos de bolívares. El Consejo Universitario de esa institución señaló que los recursos presupuestados no alcanzan para la cobertura de las necesidades de la universidad.

La Dirección de Presupuesto ucevista calculó que sus gastos mínimos de operatividad ascenderán a 3,6 millardos.

La Ley de Presupuesto asigna a la Universidad de Carabobo 924 millones de bolívares, a la Universidad del Zulia 934 millones de bolívares y a la Universidad de los Andes 912 millones de bolívares. Todas aprobaron bajo protesta las partidas asignadas por el Ministerio de Educación Universitaria.

El presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, Diego Sharifker, cree que la asignación de 5% del presupuesto de la nación a la educación superior devela la intención del Gobierno de cercar económicamente al sector.

"Ese porcentaje sigue demostrando cuál es la prioridad del Gobierno: provocar la crisis universitaria. Hay crisis en las bibliotecas y en el transporte, hay que mejorar los servicios estudiantiles en general", señaló.

Las universidades y misiones promovidas por el Gobierno tendrán 2,9 millones de bolívares para sus gastos, mientras que la Universidad Bolivariana de Venezuela recibirá 289 millones de bolívares.

La adjunta a la Dirección de la Oficina de Planificación al Sector Universitario, Tibisay Hung, afirmó que el presupuesto universitario tiene un incremento de 6,7% en relación con el de 2011.

Kevin Ávila, dirigente estudiantil del oficialismo perteneciente a la FCU ­ UCV, calificó de logro el aumento.

"Apoyamos la aprobación de ese presupuesto porque refleja los espacios que hemos logrado. A los que lo critican le decimos que el presupuesto es bajado a las universidades y luego se pierde. ¿Cuánto de ese presupuesto llega a los estudiantes? La inversión en los últimos 12 años ha aumentado constantemente. Nosotros no nos conformamos solo con la asignación, queremos participar en el uso y disfrute de esos recursos", indicó.

Comparaciones.

El porcentaje de PIB dedicado a la educación universitaria venezolana para 2012 está por debajo del asignado por los gobiernos de Chile y México hace 5 años.

En 2006, ambos países destinaron 1.79% y 1.31% de su PIB a ese rubro, respectivamente.

De acuerdo con los datos del Instituto para la Educación Superior en América Latina y Caribe, sólo Chile, México, Cuba y Barbados otorgan más de 1% de su PIB a la educación superior. El resto de los países latinoamericanos invierten 20 veces menos en ese renglón que los países desarrollados.

miércoles, 26 de octubre de 2011

La universidad Republicana

Miguel Ángel LaTouche
Tal Cual, 26/10/11
 
En alguno de sus escritos Popper señala que la labor de las bibliotecas como recolectoras y protectoras del conocimiento humano ha sido esencial para la evolución de nuestras formas modernas de organización colectiva. Si se produjese un Holocausto Nuclear ­refiere Popper­ en el cual pequeños grupos humanos lograran sobrevivir y, al mismo tiempo, algunas bibliotecas se salvaran de la destrucción, los sobrevivientes tendrían la posibilidad de utilizar el conocimiento albergado en los libros y desde allí reiniciar la aventura de establecer un mecanismo civilizado para la convivencia humana. En el caso de que las bibliotecas fuesen destruidas la civilización tendría que empezar desde cero. En la salvaguarda de los textos antiguos se establece la simiente que permitió el Renacimiento, y el inicio de la universidad moderna.

Desde el punto de vista estatutario nuestra universidad tiene un carácter Republicano.

De sus orígenes medievales hemos heredado la estructura del Claustro universitario y una ordenación jerárquica que se define a partir de los sistemas de ascenso dentro del escalafón universitario. Pero de igual manera, hemos heredado un imaginario que nos ha llevado a mirarnos hacia dentro y a mantenernos distantes del mundo que nos circunda. Ciertamente, la universidad tiene la responsabilidad de resguardar el conocimiento, pero también tiene la responsabilidad de producirlo y de reproducirlo en términos de que pueda ser trasmitirlo a los estudiantes. Ese conocimiento tiene que ser relevante para el desarrollo del país, para ello debe estar actualizado, debe incorporar categorías teórico- conceptuales consistentes y tener un alto grado de pertinencia, pero adicionalmente debe proporcionarle al egresado un conjunto de herramientas que le permita insertarse de manera exitosa y competitiva en el ámbito laboral y contribuir con el mantenimiento del espacio público dentro del cual se produce nuestra convivencia como colectivo.

Ya lo decía Ortega y Gasset, la Universidad no tiene la responsabilidad de producir eruditos y/o genios, esa es una actividad individual que asumirán quienes decidan adelantar sus vidas a lo largo de lo que Weber ha llamado `la ruta de los sabios’. La Universidad, sin embargo, tiene la responsabilidad de contribuir a que sus egresados adquieran una serie de condiciones que les permitan que sus vidas sean vidas relevantes en el sentido de lo que implica, como diría Sen, vivir una vida que valga la pena vivir.

La misión de la Universidad no se circunscribe a la formación profesional que adquieren sus estudiantes, por el contrario esa función esencial debe estar complementada por las actividades de investigación y de extensión universitaria. El trabajo de la Universidad debe `jugarse’ en dos niveles: hacia adentro en lo que respecta con la consolidación de su estructura funcional y hacia afuera en lo que tiene que ver con su propio posicionamiento de cara al país. En cuanto al primer aspecto es necesario fortalecer y mejorar el funcionamiento docente, a través de la actualización permanente, del incremento de los sueldos, del establecimiento de estímulos y reivindicaciones laborales. Pero también mediante la reposición de cargos, la apertura de concursos de oposición, el redimensionamiento de las Cátedras y los Departamentos.

Hacia afuera es necesario hacer más permeables los muros que de manera simbólica separan a la Universidad del país, esto a los fines de que la institución pueda impactar de manera más directa sobre el proceso de desarrollo del mismo.

La Universidad necesita desbordarse sobre el país, impregnarlo con su ejemplo, con su capacidad de construir desde la reflexión profunda y desde la tolerancia. La universidad es por definición un ámbito para la discusión desde el respeto, un sitio en el cual cabemos todos con las diferencias que pudieran existir, un lugar donde el diálogo debe tener un carácter permanente.

Para ello, creo, es necesario establecer un mayor número de redes e interconexiones en las cuales insertarnos. La contribución sustantiva de la Universidad de nuestro tiempo tiene que ver con su propia constitución en un ámbito para la construcción de lo público, para la confluencia desde la diferencia, para la agregación cooperativa. Al igual que las bibliotecas medievales la Universidad tiene la misión de salvaguardar el conocimiento, de protegerlo, de producirlo y trasmitirlo; al mismo tiempo que se constituye en un ámbito para la construcción del espacio público y para la protección de los valores que guían nuestra convivencia colectiva.

A luchar por el IPP-UCV

Luis Fuenmayor Toro
Últimas Noticias, 26/10/11

La previsión social de los profesores ucevistas, así como su salud y la de sus familias, está desde hace muchos años en manos del Instituto de Previsión de los Profesores (IPP-UCV).

A pesar de las inconsecuencias de distintas autoridades universitarias a lo largo del tiempo, el IPP-UCV ha podido mantenerse funcionando y prestando cada vez un mayor servicio a sus profesores miembros. Es sin lugar a dudas, como lo he afirmado en otras ocasiones, la única empresa universitaria realmente exitosa, con más de 50 años de funcionamiento, administrada democráticamente por los propios profesores, financiada por estos y funcionando en áreas tan trascendentes y difíciles como las de la salud ambulatoria y hospitalaria de sus afiliados y familiares, la educación de los hijos de los docentes y la actividad crediticia de su caja de ahorros.


El IPP-UCV depende de las contribuciones de los docentes, las cuales están en proporción a los sueldos, y de aquellos aportes para seguridad social y educación, que deben surgir bienalmente de la aplicación de las Normas de Homologación. Éstas, lamentablemente, no se aplican como legalmente corresponde desde 2004. La UCV, como patrono de los profesores, tiene responsabilidad en la existencia de esta situación y no puede escudarse en que el Gobierno no le asigna los fondos requeridos. Es inaceptable que le deba al IPP-UCV más de BsF 160 millones por conceptos entre los que destacan el seguro de HCM básico y los servicios médicos. Esta deuda tiene que ser pagada ya, por lo que el Consejo Universitario tendrá que tomar medidas financieras de emergencia.
Mientras los empleados ucevistas disfrutan de un seguro básico de BsF 20 millones, los profesores sólo tenemos BsF 3 millones y la universidad encima adeuda más de 50% del mismo. ¿Donde está la homologación de la cual todos se beneficiaban en el pasado? ¿Somos los profesores ucevistas venezolanos de segunda? El gremio debe exigir el cumplimiento estricto de un cronograma de pagos de esta millonaria deuda y debe demandar la homologación de beneficios con los otros sectores laborales. Hay que actuar como se hizo en el período 1985-1988, cuando se vivió una crisis similar de incumplimiento del Gobierno y de la universidad.

¿Es que hay dos formas de enseñar medicina?

Rafael Muci-Mendoza
Tal Cual, 26/10/11


Para estudios formales de medicina, Venezuela cuenta con 9 escuelas de medicina en 8 facultades: seis años de carrera; 9 departamentos/escuela; 52 asignaturas cursadas; 1.511 temas cubiertos; 37 semanas cursadas/año; 42 horas docentes, asistenciales, tutoradas y de investigación/semana; 8.280 horas en la carrera; un internado rotatorio de pregrado y un año rural. Los autorizados para el ejercicio legal son los médicos-cirujanos y los doctores en medicina. Los egresados tienen formación médica, moral y ética de calidad, compitiendo en igualdad con sus pares de países del mundo desarrollado.

El régimen comunista en su intento por destruir la medicina nacional, excluyó las Escuelas de Medicina establecidas en las Universidades Nacionales, abrió un "programa paralelo" en centros no calificados pues carecen de laboratorios, institutos y hospitales requeridos para garantizar la calidad del conocimiento y por ende la formación adecuada e integral del médico.

El curso de medicina integral comunitaria, dirigido por la misión cubana en Consultorios Populares a cargo de un "asesor cubano" ­no ha cumplido las exigencias de la Ley de Universidades y el CNU­; consta de enseñanza audiotutorial: instrucciones por escrito para estudiar programas en videocasetes, discos compactos, o páginas de algunos textos, señaladas para su lectura y memorización. No existe enseñanza guiada a la cabecera del paciente. Tiene 28 asignaturas en seis años: 27 horas docentes/semana; 43 semanas cursadas/año; 6.118 horas docentes en total. Se desconoce el programa de cada asignatura y más grave, no poseen método docente para desarrollar habilidades y destrezas para la práctica de las clínicas médica, pediátrica, obstétrica y quirúrgica.

Se auto y heteroevalúan y rechazaron un examen que certifica su capacidad. A destiempo y faltando apenas 10 meses para finalizar, trató de imponérseles pasantías inconsultas e improvisadas en hospitales tipo IV ­más de 300 camas­, bajo la consigna de "invitados de palo" (no hablar, no preguntar, tomar notas). Carecían de lenguaje técnico, conocimientos elementales e ignorancia al examinar.

La nueva ley iguala sus títulos con nuestros médicos de la enseñanza tradicional a la cabecera del enfermo.

Indigna la degradación de los estudios médicos bajo la intromisión cubana y preocupa la incorporación de 8200 "médicos" sin conocimientos, experticia y calidad.

Asombra, el silencio de los consejos de facultad y de escuelas de medicina de la gran mayoría de las universidades nacionales y colegios de médicos, quienes han hecho vista gorda ante la destrucción de los estudios médicos en el país.

rafael@muci.com

martes, 25 de octubre de 2011

Agitación e insatisfacción

Rafael Di Prisco
rdiprisc@yahoo.com
 
Como soy medio ignorante de los procesos revolucionarios en curso –porque de los pasados conozco algo gracias a los historiadores- no dejo de preguntarme si es que acaso este permanente estado de agitación que se vive en el país sea acaso natural, lógico y necesario, y lo que pasa es que yo no me doy cuenta o no lo entiendo … bueno, por ignorante, por puro bruto o tal vez por senilidad, porque ya de tan viejo no soy capaz de entender lo que sucede alrededor.

Parece que muchos de mi generación como que perdimos el tiempo cuando acudíamos a las aulas del Instituto Pedagógico y luego a las de la UCV. Y también se perdieron los reales que el Estado invirtió en mi formación y en la de muchos otros que ahora, en estos días revolucionarios, atravesamos por la misma confusión. Pero lo más grave es que las dos acreditaciones profesionales me han autorizado a transmitir conocimiento, que no se limita a lo que se suponía había aprendido sino a lo que he agregado en más de medio siglo de estudios y lecturas. Tremenda responsabilidad y tremendo fracaso dirá más de uno ¿verdad? Porque, a pesar de haber estudiado en instituciones orientadas a desarrollar la libertad de pensamiento, nadie me enseñó o nadie me preparó, mejor, a “vivir dentro de un proceso revolucionario”, como el que hemos estado viviendo en esta tierra de gracia, desde el advenimiento a la presidencia del señor comandante.

Es decir, ninguno de los ilustres profesores –que los tuvimos, desde García Bacca hasta Mariano Picón Salas, pasando por Guillermo Pérez Enciso, el cura Montaner y Pedro Grases- nos enseñó cómo se construye y se vive “en la revolución”. Ah! Porque, como puede pretender alguno de los nuevos teóricos, eso no se enseña sino que hay que “vivirlo”, y por eso es que ahora, aquí en Venezuela, el gobierno revolucionario se la pasa peleando con todo el mundo, inclusive con los amigos y los aliados. No nos enseñaron que, sencillamente, la paz en la revolución es inconcebible. Ah! Porque no se puede enseñar lo que no existe.

Creía que, por definición, un gobierno revolucionario se identificaba con la clase obrera, defendía los intereses de los trabajadores y colaboraba en la organización de sindicatos. Pero no es así como se ha comportado el gobierno revolucionario del chavismo sino todo lo contrario. En estos largos años de revolución bonita el gobierno se ha peleado con todo el mundo; no hay un sector de la población civil, con el que no se haya enfrentado, manteniendo una pugna constante, desconociendo sistemáticamente los más elementales derechos universales como el derecho a la contratación colectiva y el derecho a disentir.

Creía que el ejercicio de la política estaba en función de los marginados, de los desposeídos de siempre, pero este gobierno es la negación de esos principios. ¿Y con la universidad? La universidad venezolana es de primera categoría, pero si este gobierno sigue por el camino que va, pues, la convertirá en una de última. Creía que en la educación estaba la fuente del desarrollo de los pueblos, pero esta revolución chavista está empeñada en que es todo lo contrario, que las universidades no están para desarrollar la libertad de conocimiento sino que deben estar al servicio de los intereses de la parcialidad que gobierna; lo que interesa no es la libertad de pensamiento y de expresión sino la sumisión del entendimiento y la nulidad del discurso. Parece que para el gobierno desarrollar la inteligencia es comportamiento de contrarrevolucionarios, y por eso el empeño en destruir la universidad.

lunes, 24 de octubre de 2011

Los profesores huecos y "el fin del conocimiento"

José Carlos Bermejo Barrera
LAISUM, México, 17/10/11
Si tuviésemos que acuñar un lema que pueda describir a la sociedad española actual, podríamos pedir prestado a Chris Hedges el título del libro con el que ganó el Premio Pulitzer del año 2009: El imperio de la ilusión. El fin de la cultura y el triunfo del espectáculo (Hedges, 2009), puesto que en muchos aspectos las sociedades española y americana, que al fin y al cabo no son más que dos partes del complejo mundo del capitalismo global, son semejantes en muchos aspectos.

La sociedad española del año 2011 está fuertemente condicionada, en efecto, por la existencia de una auténtica red de desinformación construida por los grandes medios de comunicación, tal y como ha analizado Max Otte (Otte, 2010), que no necesitan necesariamente mentir de un modo palmario o dar noticias falsas, sino construir una estructura de la información en la que el mejor modo de ejercer el control es administrar las correspondientes dosis de silencio a todas aquellas noticias o personas cuya presencia o cuya existencia pudiese poner en peligro el discurso que se plasma en los medios de comunicación impresos, digitales o audiovisuales.

Esa estructura informativa se articula, según Hedges, en cinco ilusiones o apariencias: la apariencia de la cultura, la apariencia del amor, la apariencia del saber, la apariencia de la felicidad y la apariencia de la nación. Todas ellas se basan en la creación y difusión masiva de imágenes, eslóganes y patrones discursivos que tienen dos propósitos fundamentales: dar la sensación de que agotan el mundo y describen la realidad, y silenciar y apagar cualquier posibilidad de debate real, de discusión o de disidencia.

En el imperio de la ilusión, uno de cuyos elementos en España es el llamado “proceso de Bolonia”, al que C. Hedges llamaría la “ilusión de la sabiduría”, son fundamentales los componentes siguientes. En primer lugar, conquistar el control absoluto de los mecanismos de generación de la información en un mundo en que se supone que existe el libre mercado, y la libertad de opinión, expresión y prensa. En segundo lugar, acuñar eslóganes vacíos que parezcan esconder la clave más profunda del acceso a la realidad, pero que de hecho no son más que mera propaganda, diseñada por expertos en marketing, ya sea comercial, político o cultural. En tercer lugar, empobrecer el lenguaje mediante la reducción del vocabulario, la simplificación de las formas de razonamiento y la anulación de la capacidad de reflexión y diálogo. En cuarto lugar, crear un sistema de metáforas que permitan describir ese mundo de apariencias, y en esas metáforas en España desempeña un papel esencial el fútbol, cuya presencia en los medios de comunicación es desproporcionada, ya sea en el tiempo que ocupa en los informativos generales de radio o televisión, o en las páginas de la prensa no deportiva, y que se ha convertido en la forma básica del pensamiento de la que políticos e intelectuales extraen gran parte de sus símiles cuando pretenden explicar una verdad profunda. Y por último, crear un espacio cerrado de silencio, al que se condena a todas aquellas personas, acontecimientos y realidades cuya sola presencia pudiese poner en peligro el imperio de la ilusión, puesto que su mera existencia podría resultar hiriente, en tanto que no se pueda justificar, ni muchos menos explicar.

El lado oscuro de la evaluación y acreditación

Angélica Buendía
LAISUM, México, 22/10/11

Simulación, falta de credibilidad y burocratización

Las políticas públicas que orientan la educación superior en México han encontrado en la evaluación su eje rector. Hoy se cuenta con un complejo diseño institucional para operar tales procesos en distintos niveles y para diferentes actores de la educación superior. La evaluación y acreditación de los programas académicos que ofrecen las Instituciones de Educación Superior (IES), se ha constituido como una de las actividades más dinámicas en la compleja tarea de verificarlo todo, pues ello representa para las políticas educativas la única forma de mantenerse en la lógica de los modelos de gestión que promueven “la mejora continua y el aseguramiento de la calidad, asociados a la rendición de cuentas”.

La evaluación y acreditación de los programas inició con la creación, en 1991, de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES). Más tarde, en el año 2000, se creó el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES), instancia que otorga el reconocimiento a los organismos acreditadores. Dos décadas después se habla de miles de programas evaluados y/o acreditados.

Aunque se ha señalado que durante un buen tiempo las IES, principalmente el subsector de las universidades públicas, mostraban cierta resistencia a la evaluación y acreditación, con el paso de los años y un “ganchito” (el financiamiento extraordinario), las cosas han cambiado o al menos eso parece estar ocurriendo. Basta seguir las noticias sobre los programas académicos que obtienen el nivel uno de los CIEES o que son acreditados por algún organismo reconocido por el COPAES, para apreciar el grado de aceptación que tienen y el valor que hoy se les otorga. En tal contexto, hablar de evaluación y acreditación pareciera ser equivalente inequívoco de garantía de calidad y excelencia.

Las noticias sobre los resultados obtenidos en tales procesos de evaluación y acreditación se difunden “con bombo y platillo” tanto por las instituciones como por los propios organismos evaluadores y/o acreditadores, pues ello les permite preservar y ampliar su legitimidad. Generalmente se trata de eventos que alcanzan tal nivel de solemnidad que comienzan a parecerse a los actos de entrega de algún tipo de reconocimiento al mérito universitario. Ello les va proporcionando un alto valor simbólico que busca reforzar el prestigio y la reputación de la institución y sus programas académicos, además de permitirles competir en mejores condiciones por los recursos a concurso disponibles. (Véase, por ejemplo, la nota de esta liga).

Texto completo 

domingo, 23 de octubre de 2011

¿Qué pasa con la universidad?

La Nación, Argentina, 23/10/11

De acuerdo con un reciente ranking establecido entre 200 universidades latinoamericanas, elaborado por el QS World University Ranking, la UBA, nuestra principal casa de estudios superiores, ocupa el 8º lugar en la escala, detrás de las universidades de San Pablo, Pontificia de Chile, Estadual de Campinas, de Chile, Nacional Autónoma de México, de los Andes de Colombia y Tecnológica de Monterrey (México). Las otras universidades argentinas que siguen en los 30 primeros puestos son la Austral (13º), la Nacional de Córdoba (18º) y la Torcuato Di Tella (26º). La misma organización QS, al considerar las universidades del mundo, ubicó a la UBA en el puesto 270º. 

La metodología seguida para formular estas estimaciones de la calidad de los centros de educación superior se apoyó en encuestas dirigidas a académicos, estudiantes y empleadores que respondieron a una serie de preguntas. Se los interrogó, por ejemplo, sobre la relación numérica entre profesores y alumnos, la cantidad de inscriptos en los doctorados, la relación que se entabla con la comunidad científica internacional, y la calidad de los profesionales. 

En otro ranking, llevado a cabo por el grupo Scimago, integrado por investigadores de distintos países, se presentó un informe de carácter mundial, datado en el año en curso y en el cual gravitaron especialmente la cantidad y valor de las publicaciones científicas de cada institución universitaria, así como su impacto dentro de la comunidad internacional. En ese cuadro, las conclusiones resultan más satisfactorias para las casas de estudio de nuestro país. En efecto, la Argentina se ubica en el 4º lugar dentro de los países latinoamericanos por la cantidad de instituciones públicas y privadas de educación superior. En relación con la calidad de sus investigaciones se le adjudicó liderazgo en la región. 

A partir del "ranking" se adquiere una visión del nivel de nuestras universidades, que puede ser cambiante según los indicadores que se consideren. También esa visión puede alcanzarse sin recurrir a comparaciones, a partir de un análisis cualitativo del estado de las casas de estudios superiores. Desde ese punto de vista se han venido formulando valiosos aportes desde hace años. 

Así, el ingreso irrestricto y uno de sus efectos: el elevado número de inscriptos, que no guarda relación con el de los que se gradúan en el tiempo previsto (menos del 10 por ciento). Otro rasgo poco saludable es la relación entre el número de profesores y el número de alumnos. Al ser excesiva, conspira contra la calidad de la enseñanza. Por otra parte, la matrícula de las carreras humanísticas es diez veces mayor que la correspondiente a las ciencias llamadas "duras". No se aprovecha la transición entre el secundario y el terciario para establecer una articulación eficaz que resuelva tempranamente carencias de información, preparación y orientación de los estudiantes. Hay una megauniversidad (la UBA), con 320.000 alumnos, lo que implica serios problemas de financiamiento, aunque luego se produzca una desalentadora cuota de deserción (60%). 

Entre las cargas que gravitan están las ideológicas del sector estudiantil y las burocrático-sindicales, constituidas como grupos de presión que bloquean cualquier innovación o reordenamiento. Hace pocas semanas, el historiador Tulio Halperín Donghi, a quien se debe un libro clásico sobre historia de la UBA, expuso en este diario un análisis muy exhaustivo de los problemas que presenta esa universidad. Halperín recordó los vicios que proliferaron durante el largo rectorado de Oscar Shuberoff, electo una y otra vez, e hizo notar la creciente pérdida de liderazgo del rectorado respecto de facultades y colegios que terminan ajenos a toda orientación general. Halperín lamentó el escasísimo peso de la principal casa de estudios de la Argentina en los debates que involucran y que deberían involucrar al país, y sintetizó su diagnóstico diciendo que, detrás de una retórica revolucionaria, en la UBA se esconde un gran anquilosamiento. Después se preguntó si esa paradoja no reproduce en esa institución una característica central del país bajo el liderazgo de los Kirchner. 

La revisión del sistema de ingreso debería estar, por supuesto, en el centro de cualquier estrategia de modernización de la UBA. Debe encontrarse un método que ponga a la enseñanza y la investigación en relación con las necesidades del país. La regeneración de la calidad universitaria es una exigencia urgente del país. El progreso de las sociedades está cada vez más ligado al avance del conocimiento. Las experiencias de organización económica más exitosas siempre están ligadas al diálogo entre el aula y los institutos de investigación y las empresas. 

Nuestra capacitación superior, que posee tantos antecedentes de calidad en la docencia y en la investigación, requiere depurarse de cargas y errores, insistir en una pedagogía del esfuerzo y reorganizarse administrativamente. Las mejores ubicaciones en los "rankings" vendrán después, por añadidura.

sábado, 22 de octubre de 2011

"Médicos integrales no están capacitados"

Gabriela Rojas
La Academia Venezolana de Medicina (AVM) expresó su preocupación por la instauración de un sistema de enseñanza paralelo para la formación de médicos integrales comunitarios, por considerar que los cursantes que egresarán el próximo mes de noviembre no están capacitados para la atención de salud de la población.

Otro sistema. El presidente de la Academia, Claudio Aöun, explicó que ese sistema se basa en actividades orientadas con videos, computadoras y guías fotográficas, "pero carecen de formación docente sistemática y de la práctica clínica a la cabecera del enfermo".

Indican que los 8.200 estudiantes son formados por un período de tres años y el tiempo de formación tradicional es mínimo de seis años. "Son 8.700 horas de formación, 1.007 temas, 42 materias que son evaluadas por varios tutores especialistas", especificó Aöun. 

"Cualquier plazo menor es insuficiente y va en desmedro de la profesión. No justificamos la improvisación porque aquí lo que está en juego es la salud de la población, que no es cualquier cosa", señaló Juan José Puigbo, miembro de la academia.

Atención. Los integrantes de la academia señalan que no son un tribunal inquisitivo, pero les preocupa que esos estudiantes en proceso de formación salgan a los hospitales a tener responsabilidad sobre la salud de la población sin tener suficiente experiencia en atención directa a pacientes.

Rafael Muci, miembro de la AVM, aclaró que la medicina venezolana ha sido reconocida como pionera por la educación excepcional de sus profesionales. Destacó que "la medicina se enseña y se aprende en la cabecera del enfermo". 

Hacen un llamado a las autoridades competentes, en especial al Ministerio de Salud, para que tome en cuenta esas consideraciones y evite "una catástrofe en el sistema de salud venezolano".

jueves, 20 de octubre de 2011

CIENCIA MAGNÍFICA: LOS PREMIOS NOBEL 2011

Gioconda San Blas
Tal Cual, 20/10/11

"No existe la ciencia aplicada, sólo las aplicaciones de la ciencia". Con este aparente juego de palabras, establecía Louis Pasteur que la ciencia es única y que no hay aplicación posible sin una investigación científica de calidad que la respalde. Verdad que se comprueba una y otra vez al llegar octubre con su racimo anual de Premios Nobel en Medicina o Fisiología, Física y Química, a los cuales se suman los de Economía, Literatura y Paz.

El primero de ellos recayó este año en Ralph Steinman, Bruce Beutler y Jules Hoffmann por sus trabajos sobre los principios de activación del sistema inmune, que nos defiende de microorganismos. Mientras Steinman (fallecido tres días antes de anunciarse el galardón) descubrió las células dendríticas y su capacidad de activar la inmunidad adaptativa, Beutler y Hoffmann descubrieron proteínas activadoras de la inmunidad innata. Esos estudios abrieron la ruta para el desarrollo de vacunas, estímulo del sistema inmune contra tumores y tratamiento de enfermedades inflamatorias. El premio en Física nos sugiere que el destino final del inmenso Universo será frío y solitario. Estudiando supernovas, explosiones estelares vistosas, SaulPerlmutter, Brian Schmidt y Adam Reiss descubrieron que el Universo se expande a velocidad creciente bajo el efecto de una energía oscura. ¿Surgirán aplicaciones de aquí? No lo sabemos, pero recordemos que hace un siglo Einstein formuló las teorías de la relatividad, que ampliaron nuestra comprensión de la materia y el Universo, como también lo hacen los galardonados de 2011 al plantear una revisión de la evolución cósmica. Los hermosos mosaicos árabes de la Alambra de Granada reproducen a nivel arquitectónico los patrones regulares irrepetibles de los cuasicristales descubiertos por Dan Shechtman, que le valieron el premio Nobel de Química. No sólo este descubrimiento alteró la forma como los químicos conciben la materia sólida sino que al ser materiales con propiedades físicas únicas, tendrán aplicaciones industriales que van desde el cubrimiento de turbinas hasta utensilios de cocina de alta calidad. Estos galardones premian la ciencia rigurosa, que avanza en provecho de todos. Para financiarlos, sus instituciones no preguntaron si los proyectos eran pertinentes o se ajustaban a un plan nacional dictado por burócratas ideologizados. Sólo evaluaron la calidad de las propuestas y la solidez científica de los postulantes.

Ajenas a improvisaciones de pretendidos cultores, la ciencia y sus aplicaciones sólo prosperan en ambientes de libertad para explorar nuevos horizontes, sin arneses ideológicos que frenen la creatividad. Pero no desesperemos, "...mañana/ habrá un sol radiante / en el bosque gris y marchito / donde ahora trabajamos y vivimos" (Tomas Tranströmer, Premio Nobel de Literatura 2011).

miércoles, 19 de octubre de 2011

A las universidades las tienen sitiadas

Universidad Central de Venezuela
Vicerrectorado Administrativo


Bernardo Méndez, vicerrector administrativo de esta universidad fue entrevistado esta mañana por César Miguel Rondón, junto con su homólogo de la Universidad Simón Bolívar William Colmenares. Ambos explicaron detalladamente la crisis financiera por la que atraviesa la Universidad venezolana. Méndez destacó la intención política manifiesta a través del control presupuestario. “Nos estamos convirtiendo solo en pagadores de sueldos”, dijo y más adelante sentenció que “nosotros creemos que el dialogo es importante, pero en este momento tenemos un diálogo de sordos”. Colmenares por su parte destacó que las instituciones de educación superior se están quedando vacías porque los profesores, en su mayoría jóvenes formados en Venezuela, están emigrando a otros países en búsqueda de mejores oportunidades. 

¿Se está cometiendo el pecado de cubrir con ingreso extraordinario lo ordinario? 

El vicerrector de la USB sostiene que tradicionalmente las universidades planificaban su presupuesto y lo entregaban entre octubre y noviembre, pero desde hace 4 o 5 años no planificamos sino que distribuimos las cuotas presupuestarias que nos asigna el ministerio. De plano sabemos que la cuota es insuficiente por lo que nos vemos forzados a sacar cosas del presupuesto, como ejemplo, hay universidades que han sacado 4 meses de sueldo o el HCM de los profesores, esperando que lleguen en los perversos créditos adicionales a final de año. Estos créditos son perversos porque uno no sabe cuándo, cómo y cuánto llega a cada universidad y es posible que no llegue, como en el caso del HCM. Por ejemplo la USB solicitó 205 millones para funcionar y llegaron solo 15. 

¿Por qué funcionan así, por qué créditos adicionales?

lunes, 17 de octubre de 2011

Campus grandes ¿para qué?

J.A.Aunión
El País, 15/10/11

¿Es mejor ser una universidad pequeña, como Stanford, en Estados Unidos, o una inmensa, como la UNAM de México o una entre medias como la Universidad de Barcelona? ¿Es mejor que un país tenga muchas o pocas universidades? ¿Deben unirse o especializarse para ser mejores? La globalización trajo consigo una enorme competencia entre los campus de todo el mundo, y ello propició a su vez la llegada de los famosos ranking. Y todo ello, un enconado debate en los países del Viejo Continente sobre si sus universidades se habían quedado viejas, fuera de juego, pues no tenían representación en los puestos de cabeza de esas clasificaciones. Se está replanteando la misión de la universidad, su relación con las empresas y su entorno, su financiación, su modo de gobernarse...

Y en ese contexto, las fusiones de universidades han sido una opción que han llevado a cabo muchos países europeos para aprovechar mejor unos recursos -quizá excesivamente atomizados y con dificultades para relacionarse entre ellos- y sumar. Ese debate de las integraciones lleva muchos años latente en España, donde durante muchos años se crearon universidades públicas, más por razones políticas que por necesidades educativas, hasta llegar al mapa actual: 50 universidades públicas, 47 de ellas presenciales (con 154 campus) a las que se le suman otras 28 universidades privadas con 69 sedes. Muchos especialistas y responsables universitarios rechazan que haya muchas universidades, pero a la vez admiten que son demasiado iguales.

"Todo el mundo preconiza la necesidad de reestructurar el sistema universitario español, como ocurre con el sistema financiero. Algunas universidades viven una auténtica agonía por exceso de costes (personal, gastos corrientes) y falta de ingresos (matrículas a precios modestos y usuarios en disminución) [...] Dar un paso más sobre las colaboraciones ya existentes y diseñar el camino para una vinculación posterior de mayor alcance que conduzca a una auténtica integración. No creo que eso sea malo y, por lo tanto, no debería asustar a nadie", escribía hace algo más de un año el exrector de la Universidad Complutense Rafael Puyol, hoy uno de los responsables del Instituto de Empresa.

viernes, 14 de octubre de 2011

Ciencia para todos

Vladimiro Mujica
Tal Cual, 14/10/11

DESTRUYENDO LA CIENCIA SE DESTRUYE LA CAPACIDAD DEL PAÍS PARA SALIR DE LA POBREZA 


Las políticas públicas sobre ciencia están orientadas a destruir lo que tenemos y reemplazarlo 


El reemplazo sería por una mal definida "ciencia útil revolucionaria". El daño que se ocasiona al país es inmenso

Poco a poco se ha ido incorporando en el pensamiento consciente de mucha gente, la idea de que la ciencia es algo importante. Las razones son muy diversas, pero casi todas están relacionadas con una vaga idea de que la ciencia puede ayudar a que la gente viva mejor. La simple noción de que "la ciencia nos puede ayudar a todos" se ha convertido en un concepto con arraigo popular. 

Gente con mejor preparación sabe también que los mismos conocimientos que pueden ser utilizados para el bien común pueden ser empleados con propósitos destructivos. Quizás el ejemplo más conocido sea la energía nuclear, pero muchas de las cosas que nos rodean, como el láser y las técnicas de manipulación química y biológica de la materia pueden ser empleados para matar mejor y más rápido. Es decir, hay un problema ético y moral con el uso del conocimiento y no solamente con su producción. 

La expectativa de que la ciencia nos puede ayudar a vivir mejor crea una serie de exigencias políticas y sociales sobre los científicos y las instituciones públicas y privadas que financian la actividad científica. De hecho, la comprensión que existe en los países desarrollados sobre la importancia de la ciencia para mantener el liderazgo mundial de esos países hace que el asunto del financiamiento y la promoción de la actividad científica sea un asunto de importancia nacional. Por otro lado, ya se entiende también que la ciencia y sus parientes cercanos, la tecnología y la innovación, son elementos claves para salir de la pobreza porque impactan el corazón de las actividades económicas que es la generación de valor. Es decir, la ciencia es un asunto social y económico que va mucho más allá de sus practicantes. 

Un elemento clave en mantener la vitalidad científica de una sociedad es cuidar que las nuevas generaciones puedan acceder al conocimiento científico que poseen las generaciones más maduras. Ello se logra a través de la educación y la investigación. La educación superior perece sin la práctica de la investigación porque no se puede enseñar lo que no se sabe ni se practica. 

¿A qué viene esta larguísima introducción sobre cosas que deberían forman parte del bagaje intelectual de cualquier persona razonablemente culta? Intento poner en perspectiva la precariedad de las políticas públicas que en la práctica están aplastando a la ciencia venezolana. No es solamente que todas las decisiones están politizadas, sino que el sentido de esas decisiones es difícil de discernir excepto si se usa como brújula la convicción de que el gobierno pretende destruir lo que existe de ciencia en Venezuela para crear una suerte de "ciencia revolucionaria" o mejor dicho de científicos dóciles y obedientes ante el poder. Las pruebas de que esta es la interpretación correcta abundan y, de hecho, confirmarían lo que gente como Alonso Moleiro ha afirmado en repetidas oportunidades: la tendencia ideológica más influyente en el gobierno, cuando no se trata de simple piratería, desorden y resentimiento, es una suerte de guevarismo irredento. Hay que leer los discursos del Che Guevara sobre la necesidad de demoler la universidad cubana y crear otra a la medida del "hombre nuevo" para entender con claridad lo que pretenden nuestros iluminados tropicales. 

La más reciente emboscada contra los "científicos burgueses venezolanos" es el Programa de Estímulo a la Investigación. Para entender porqué el asunto es tan grave hay que pasearse por la naturaleza del trabajo científico, no importa en qué entorno político y social, y la forma en que se reconocen jerarquías dentro de la comunidad. Tomemos un caso más fácil de entender: Imaginemos que Gustavo Dudamel, nuestro celebrado y joven maestro, sea sometido a un proceso de revisión curricular por gente que no entiende de música; que le pide una justificación sobre la utilidad social de la música y que lo somete al escarnio de verse equiparado con gente cuyo conocimiento musical no excede las notas del Compadre Pancho, pero que lo adquirió de modo espontáneo, sin estudios. Pues por absurdo que parezca, así se ha hecho la evaluación de los científicos venezolanos. Por supuesto que uno puede cuestionar si todos los científicos están al nivel de Dudamel en sus respectivas carreras, pero el hecho es que se necesitan decenas de años de estudio para trabajar en investigación. Unamos al irrespeto en la evaluación el hecho de que la asignación monetaria asociada al premio es vergonzosamente menguada, pero que representa una contribución importante a los salarios de hambre universitarios, y estaremos comenzando a entender el enorme malestar que existe en la maltratada comunidad de científicos.

jueves, 13 de octubre de 2011

Propuesta gubernamental de fusiones entre universidades españolas

J.A.Aunión
El País, 14/10/11
 
El debate sobre si hay demasiadas universidades públicas en España (50, a las que se suman otras 28 privadas) o si el problema es que son muy parecidas (casi todas ofrecen casi de todo) ha sido permanente en los últimos años. Sobre el discurso del Gobierno -los campus deben especializarse e iniciar proyectos de colaboración entre ellos-, siempre ha sobrevolado la idea de llegar a fusionar universidades. Así ha ocurrido en numerosos países europeos como Francia, Finlandia o Dinamarca.

Así que ahora, el Ministerio de Educación quiere dejar sentada la legislación para que, entre otras cosas, esas fusiones puedan ocurrir. Lo hace en el proyecto de real decreto que fija los requisitos básicos para la creación y funcionamiento de las universidades. En él también ha introducido algún punto del estatuto del docente universitario, cuya polémica tramitación hace casi imposible aprobarlo antes de las próximas elecciones generales del 20 de noviembre. Educación, dice, intentará sacar adelante tanto uno como otro proyecto, pero reconoce que el tiempo es muy justo.

Sin mucho detalle, el texto, que se en enviará en breve al Consejo de Estado, da sustento legal a las fusiones entre universidades, cuyo objetivo es aprovechar mejor los recursos en un contexto de crisis recortes, además, que está ahogando económicamente a algunas universidades. Pero también lo es competir con más fuerza con campus de todo el mundo, siempre con los famosos ranking internacionales en la cabeza, que dejan a España sin representación alguna en los 100 primeros puestos.

Serán las comunidades (una, si las universidades están en la misma autonomía, más, si están en varias) las que establecerán los requisitos concretos de la fusión ("las especificidades", dice el texto). Estas nuevas universidades fusionadas podrán crear nuevas estructuras de gobierno y se podrán establecer mecanismos de financiación para apoyarlos.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Continuando el diálogo: ¿está extraviada la UCV?

Angel Hernández
Ex decano de la Facultad de Ciencias y Ex  vicerrector académico de la UCV

“Autonomía universitaria en letra muerta vs. Hoy somos más autónomos que nunca” 

De un artículo de opinión publicado el jueves 8 de septiembre en el Nacional, me he permitido extraer lo que aprecio tanto como la conclusión del Ex vicerrector académico de la UCV, profesor Eleazar Narváez, y lo fundamental de su propuesta democrática. 

Al hacer un recuento de la forma en que el Estado venezolano ha venido atropellando a la institución universitaria autónoma, nos dice “ Atropellos brutales como estos son los que nos llevan a plantear que cada vez más, en la Venezuela de estos tiempos, la autonomía universitaria tiende a convertirse lamentablemente en letra muerta (Itálicas mías). Y, agrega de manera constructiva “Una triste realidad sobre la que los universitarios venezolanos debemos reflexionar, debatir y actuar con el firme compromiso de enfrentar con coraje esas arbitrariedades, pero eso sí, no solamente de modo reactivo, con la denuncia permanente, con el ejercicio inquebrantable de la crítica seria, sino también con propuestas concretas y oportunas sobre ese y otros asuntos fundamentales de la vida universitaria (Itálicas y subrayado mío). 

La consideración de propuesta constructiva se fundamenta en que el Prof. Narváez no sólo nos identifica los medios para el ejercicio democrático universitario –reflexión y debate- , sino que además señala, sin indicarlo explícitamente, el imperativo de cuidar la calidad del proceso para lograr la correspondiente toma de decisiones pertinente a la situación. El proceso participativo democrático debe ser calificado –ofrezco indicadores- para así y sólo así, tener una probabilidad mayor de comprometer a los participantes en la promoción de las respuestas y los cambios correspondientes: respuestas a las agresiones del Estado y cambios demostrables en la vida que vivimos a diario los universitarios como resultado de nuestra incompetencia directiva y colectiva para identificar y corregir, de manera autónoma, todo aquello que nos “extravía”, y que no dudo en diagnosticar como una “Universidad Extraviada”. 

Y, llega el momento de la invitación a continuar el debate, preferiblemente al interior de la UCV, con el compromiso de mantenerlo abierto a la opinión publica. 

La Rectora Cecilia García-Arocha Márquez y el profesor Nicolás Bianco C. Vicerrector Académico de la UCV, en comunicado del Consejo Universitario, con su firma, muestran la calidad de sus logros y la opinión del profesor Narváez así “Este logro contundente y prospectivo no suele ser reconocido por un sector intramural que se ha quedado en la melancolía de lo que no hizo” (Ambas itálicas mías). 

En mi condición de miembro del sector melancólico con un profundo dolor por lo que no pudo hacer por la universidad amada con el corazón desde el intelecto; aún en la búsqueda de las cosas que intentó; y las que quiere aún ver realizadas y útiles, estimo que sería de enorme importancia continuar la polémica en forma transparente, equitativa y responsable aprovechando el momento esperanzador creado por la expectativa de cambio de un régimen que tiene a la universidad autónoma como enemigo ideológico y la universidad en general como un “bien” de segundo orden cuando se compara con el poder de las armas, a un régimen que necesariamente se inicia en la construcción de una democracia interrumpida y de corta vida en nuestro país. Es el momento de abandonar el miedo y el chantaje del peligro. 

El profesor Narváez habla de “algo tiene que ver con la necesidad de un mayor conocimiento, sistematización y divulgación de nuestras ideas acerca de la universidad que queremos y reclama el país, muchas de las cuales, no obstante, han sido ventiladas en múltiples reuniones y debates que se han dado en distintos momentos en nuestras casas de estudio”. 

Apoyo la idea, pero la particularizo con una hipótesis a ser desarrollada en los debates y como investigación institucional: “¿ESTA NUESTRA UCV EXTRAVIADA? La exploración se centrará en responder: ¿Cómo operan los factores de poder interno y externo para producir la autonomía universitaria que hoy tenemos?, esto es ¿si existe alguna?

martes, 11 de octubre de 2011

Las mejores universidades de la región

Andrés Oppenheimer
La Nación, 11/10/11

Un nuevo ranking de las mejores universidades de América latina revela que Brasil ocupa el primer puesto en la región, con la mejor institución de altos estudios y 65 de las 200 mejor calificadas. Lo que es más, el estudio sugiere que Brasil podría convertirse en "la próxima superpotencia universitaria". 

¿Es serio este ranking regional o fue diseñado para producir titulares en la región en medio de una creciente competencia entre empresas que producen rankings de educación superior para promover sus servicios de consultoría? Antes de abordar ese tema, echemos un vistazo a los resultados del nuevo índice. 

El nuevo ranking de universidades latinoamericanas QS (el primero de la empresa británica que abarca únicamente universidades de la región) califica a la Universidad de San Pablo, Brasil, de la número uno de América latina, seguida por la Universidad Católica de Chile en el segundo puesto, la Universidad de Campiñas (Unicamp) de Brasil en el tercero, la Universidad de Chile en el cuarto, y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el quinto puesto.

La universidad sitiada

Eleazar Narváez*

Hoy podemos hablar con propiedad de una universidad autónoma sitiada fundamentalmente por el actual régimen. Nos referimos a la institución universitaria que, no obstante su autonomía consagrada en el artículo 109 de la vigente Constitución, desde hace varios años es asediada de distintas maneras por el gobierno y las instituciones del Estado secuestradas por éste, con el propósito de desestabilizarla y subordinarla a su proyecto político. Ese cerco, que se practica de modo sistemático conjuntamente con el acoso moral y psicológico para descalificar e intimidar, sin duda obstaculiza el ejercicio de la autonomía universitaria, con efectos perversos, incluso, en la capacidad de respuesta y movilización de la comunidad universitaria para hacerle frente.
Si hablamos en sentido figurado de una universidad autónoma sitiada, es porque han sido y aún son evidentes varias acciones gubernamentales y del Estado que buscan afanosamente poner a esa institución educativa en una situación tal que la lleve forzosamente a ceder ante lo que le exigen quienes hoy en el país concentran en sus manos un enorme poder: en este caso, transformarse en una especie de agencia del gobierno, es decir, en una universidad alineada incondicionalmente con el denominado socialismo del siglo XXI.
Acerca de esas acciones, dirigidas a una institución convertida en enemigo político por parte del régimen, ya hemos escrito bastante en este mismo espacio en otras ocasiones. En esta oportunidad cabe destacar, sin embargo, dos de ellas. En primer lugar, la insistencia gubernamental de proceder de modo arbitrario e injusto en la asignación de presupuestos deficitarios a nuestras universidades, obligando a éstas a mantenerse en un estado de grandes y peligrosas restricciones en el cumplimiento de sus funciones. Así, una vez más, el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, sin respetar, además, lo previsto en el artículo 7 de la vigente Ley de Universidades, unilateralmente le asignó a cada una de nuestras universidades autónomas para el año 2012 una cuota presupuestaria muy por debajo del monto solicitado por las mismas, incluso sin tomar en consideración la tasa de inflación respectiva.
En segundo lugar, observamos las arbitrarias decisiones del Tribunal Supremo de Justicia, órgano del Poder Público que ha encontrado en la LOE, tanto en su texto como en sus vacíos, un instrumento para violar la autonomía universitaria y arrinconar a nuestras instituciones. Además de lo ocurrido con la ilegal y anticonstitucional suspensión de las elecciones decanales en varias universidades por orden suya, recientemente cometió otra tropelía: procedió a imponerle al Consejo Universitario de la UCV, la anulación y modificación de varios artículos del Reglamento del Personal Docente y de Investigación de esa casa de estudios, dando lugar a graves confusiones e incertidumbres en lo que respecta a la realización de los concursos de oposición y a la discusión de los trabajos de ascenso de los docentes.
Sin duda, la situación universitaria del país es de extrema gravedad en el presente; pero lo sería aún más si los universitarios nos empeñamos en evadirnos de la realidad, al confundir nuestros deseos e intereses particulares con ésta, o al negar el alcance y la magnitud de los efectos de esos hechos en la vida cotidiana de nuestras instituciones. Igualmente terrible sería que ante tales problemas asumiéramos una conducta carente de integridad, con la prédica de aquello que precisamente no se lleva a la práctica, cuando, por ejemplo, se habla de la necesidad de defender a la universidad autónoma y democrática, pero se emiten opiniones y toman decisiones que vulneran el legítimo derecho de cada cual de ejercer la crítica y de tener pensamiento propio. De ocurrir esto, entonces sería también una manera de sitiar a la universidad desde adentro.

*Artículo de opinión publicado en El Nacional, 11/11/11

sábado, 8 de octubre de 2011

Contrapunteo educacional

Gioconda San Blas
Tal Cual, 06/10/11

A propósito de la entrevista a la Ministra de Educación Maryann Hanson ( El Universal, 25/09/11).

MH: No te lo puedo decir científicamente, pero pareciera que hay un incremento de la matrícula de primaria... El crecimiento de la población se ha desacelerado, tenemos menos niños para incorporarse al sistema escolar.

¿En qué quedamos? ¿Aumentó o disminuyó la matrícula?

MH: Hay una crítica que me dio hasta risa. El contenido político de los libros, que si la Canaima la entregó el Presidente. ¿Por qué vamos a ignorar la historia inmediata?

UNICEF: Es responsabilidad de los gobiernos proteger a los niños de la manipulación política. Los partidos políticos deben prevenir el abuso y manipulación de niños en actividades políticas.

MH: La educación es el aparato de reproducción del Estado. Nosotros estamos intentando crear un Estado socialista y tenemos que reproducir la ideología de un Estado socialista.

UNICEF, Convención sobre los derechos del niño (ONU), LOPNA: El niño tendrá derecho a la libertad de expresión, pensamiento, conciencia y religión, de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, los padres tienen derecho de guiar al niño.

MH: Los valores del socialismo son superiores a los del capitalismo. El capitalismo se sustenta en el egoísmo y la competencia, mientras que el socialismo fomenta la solidaridad, la cooperación y la colaboración.

Una democracia social, con implementación de políticas públicas centradas en el bienestar de toda la población, en un marco de igualdad, libertad y participación, conduce a una sociedad de ciudadanos con derechos y obligaciones, donde la competencia se da la mano con la solidaridad. Pero el fracasado socialismo real y el neofascismo en uso forman esclavos y no ciudadanos libres.

MH: Para mí no existe una situación de emergencia en la educación.

Escuelas cerradas, insuficientes docentes, bajas remuneraciones, fallas en el programa de alimentación escolar, son algunas de las penurias debidamente documentadas.

LOPNA: El Estado debe crear y sostener escuelas, planteles e institutos oficiales de educación, gratuitos, con los espacios físicos, instalaciones y recursos pedagógicos para brindar una educación integral de la más alta calidad. En consecuencia, debe garantizar un presupuesto suficiente para tal fin.

MH: En bachillerato la deserción en los años 90 fue de 17,6%, si haces un promedio entre 17,6 y 12% en los años 98-99, eso te da 14,5% y la deserción está en este momento en 7,7% en educación media.

Cifras oficiales del Min PP Educación: 1er. año 20052006, 566.857 alumnos; 2º año 2006-2007, 482.484 (85,2%); 3er. año 2007-2008, 440.134 (77,7%); 4º año 2008-2009, 388.912 (70,4%); 5º año 2009-2010, 347.171 (61,3%). Por tanto, de la cohorte que ingresó en 2005, 38,7% (no 7,7%) había desertado en 2010.

Universidades: "Deben hacer milagros con 40% menos de recursos"

Andreína Moros
Tal Cual, 07/10/11

Una vez más las universidades autónomas deben hacer milagros para costear todas las partidas de gastos con los pocos recursos que se les asignan. Por cuarta ocasión consecutiva fueron aprobados los fondos para el funcionamiento del próximo año, en promedio 40% por debajo de lo que solicitaron.

El Ministerio de Educación Universitario (MEU) impuso el monto y el sistema por el cual las casas de estudio solicitaron los fondos que requerían para un funcionamiento adecuado durante el año 2012.

Rita Áñez, rectora de la Universidad Nacional Experimental Politécnica (Unexpo) y presidenta de la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (Averu), puso de ejemplo la institución que dirige, la cual solicitó Bs 715 millones y le otorgaron Bs. 279.

En todas las universidades quedarán afectados cuatro rubros que tienen que ver con compromisos con los trabajadores. "En primer lugar, los salarios básicos por empleado ­calculados al año 2008 sin contemplar aumentos presidenciales de este año-, recurrencia de créditos para becas y providencias estudiantiles. Con los recursos contemplados en el presupuesto el ticket de alimentación no podrá ser pagado durante todo el año, tampoco el servicio de salud, ni se harán inversiones para mantenimiento, infraestructura ni investigación académica", aseveró la presidenta de Averu.


miércoles, 5 de octubre de 2011

"Por mis competencias hablará el mercado". Universitas calamitas...

Eduardo Ibarra Colado
LAISUM, México, 26/09/11

En la primera parte de esta entrega (Parte I) establecí algunos de los rasgos más significativos del contexto que ha dado lugar a la “Universitas calamitas”, esa institución que, incubada por las reformas universitarias de mentalidad neoliberal, actúa contra sí misma provocando su empobrecimiento y autodestrucción. Ahora quisiera comentar algunas de las paradojas y consecuencias de este proceso, con la intención de animar la reflexión y el debate sobre lo que sucede en los espacios universitarios que compartimos y que estamos llamados a defender. Comencemos por las paradojas. 


Los procesos de reforma universitaria en curso, desde Bolonia y Tuning hasta las políticas que han implicado recortes presupuestales e incremento de cuotas, y las que intentan profundizar la privatización de la educación y el conocimiento, hacen todo lo contrario de lo que afirman. Se señala con insistencia que estas iniciativas permitirán transformar a la universidad para que esté en capacidad de afrontar los retos de la “sociedad del conocimiento”, haciendo de ella una institución activa, flexible, adaptable, innovadora y sustentable. Con ello se modifica su razón de ser, pues en adelante la nueva universidad deberá centrarse, ya no en el cultivo del conocimiento como aspiración suprema en la formación del ser humano, sino en la atención de las demandas que le planteen empresas, organismos y diversos sectores de la sociedad que requieran de sus “servicios”. Esta nueva universidad es concebida como una organización post-burocrática que sustentará su éxito en la creatividad y la innovación, y en el trabajo en equipo que produce sinergia. 

Este planteamiento encierra una gran paradoja, pues invoca lo nuevo para implantar lo viejo. Si logramos desprendernos de los juegos retóricos que acompañan y legitiman los procesos de reforma en curso y ponemos más atención a lo que sucede realmente, nos percataremos de inmediato que las cosas son muy distintas: las reformas son la nítida negación de lo que tanto se exalta y afirma en documentos y discursos que anuncian el nacimiento de la “nueva universidad del siglo XXI”, esa que se proyecta como emprendedora, creativa, fluida y de “clase mundial”. 

Es necesario enfatizar que las reformas desde las que se impulsa esta ficción, remiten a uno de los principios básicos de la burocracia. Me refiero a la estandarización, que funcionó como sustento y base de la industrialización de los Estados Unidos desde finales del siglo XIX, esa que se perfeccionó gracias al estudio de tiempos y movimientos de Frederick W. Taylor y los esposos Frank y Lillian Gilbreth y a la introducción de la línea de montaje que permitió a Henry Ford fabricar poco más de 15 millones de automóviles Modelo T.