jueves, 27 de septiembre de 2018

El destino de las universidades

José Rafael Herrera
@jrherreraucv
27/09/2018

Desde su creación, las universidades han tenido que soportar las embestidas que la barbarie le ha infligido, una y otra vez, sin la menor conmiseración y con la mayor impiedad. No es el mérito, la dedicación al estudio, el aprendizaje y la enseñanza, lo que le interesa a la grosera ignorancia mandona, habituada al inmediatismo y la riqueza fácil, al saqueo más que al cultivo. La suya es voz de mando, aullido de pirata y mayoral, berrido de látigo y machete. Para ella -para la barbarie- quien más sabe es quien más fuerza bruta exhibe o quien más alto puede llegar a gritar. šNo pueden ser dioses” -concluía, después de una detenida y escrupulosa observación, Cuauhtémoc, sobrino y heredero del emperador azteca Moctezuma-: “los dioses son sabios y los sabios no gritan”. La barbarie, soberbia, violenta y gritona como es, no se conforma con la cortesía y tolerancia de quienes comprenden de brutalidad e intentan morigerarla. No hay Sherezade ni mil noches. Eso que llaman conocimiento se le hace sospechoso, conspirativo. Por eso tiene que intervenir la Academia, tiene que penetrarla hasta las entrañas, doblegarla y someterla. Tiene que ponerla de rodillas y humillarla. Ahora su objetivo es rebajarla hasta la servidumbre, pues de otro modo se la representa innecesaria. Intuye que la frágil civilidad de su condición creadora es un peligro potencial para toda tiranía, para la naturaleza bruta del sometimiento de todo y de todos.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Fecundidad y utilidad de las humanidades


Adela Cortina
24/09/2018

El escaso aprecio por las Humanidades que suelen mostrar quienes diseñan planes de estudios y financian proyectos de investigación tiene su origen sobre todo en la convicción de que no ayudan a incrementar el PIB de los países, no resultan rentables, a diferencia de las ciencias y las tecnologías, que son fuente de innovación y riqueza. Fomentar la investigación y la docencia en estos campos sería, pues, prometedor, y relegar las Humanidades, dada su inutilidad, una buena medida.

Pero lo curioso es que en dar por bueno que las Humanidades son saberes inútiles coinciden sus detractores y buena parte de sus defensores, con la diferencia de que estos últimos atribuyen su grandeza a su presunta inutilidad: a la utilidad de lo inútil, por decirlo con el título del libro de Nuccio Ordine. Un buen número de clásicos de la filosofía y la literatura coinciden en subrayar que la sublimidad de lo inútil consiste en no estar al servicio de otras metas, sino en valer por sí mismo, como ya avanzara Aristóteles al referirse a la Filosofía Primera: “Así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y no para otro, así consideramos a ésta como la única ciencia libre, pues ésta sola es para sí misma”.

Sin embargo, y a pesar de la belleza del texto, las cosas no son tan simples. Por muy atractivo que sea el discurso sobre la superioridad de los saberes inútiles, resulta ser que las Humanidades son también útiles, pero tienen la peculiaridad de conjugar la utilidad con lo que cabría llamar “fecundidad”. A mi juicio, conviene reservar el término “utilidad” para las actividades que valen porque sirven para otras cosas, y recurrir al término “fecundidad” para los saberes que valen por sí mismos y, precisamente por eso, promueven la formación de las personas, el cultivo de la humanidad.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Golpes a la carrera académica

Eleazar Narváez Bello
@eleazarnarvaez
17/09/2018

Las nuevas interescalas salariales son regresivas, cercenan los derechos laborales, desmejoran considerablemente los beneficios adquiridos y atentan contra la carrera académica, la calidad y la sostenibilidad de la educación universitaria” FAPUV, 11/09/2018.

Otra práctica delincuencial del régimen contra la carrera docente universitaria. Otro zarpazo delictivo gubernamental que desestimula mucho más el ingreso, promoción y permanencia de los profesores y profesoras en las instituciones de educación universitaria, violando lo dispuesto en el artículo 104 de la Constitución y lo establecido en el artículo 35 de la Ley Orgánica de Educación. Con una tabla salarial impuesta arbitrariamente al margen de la contratación colectiva y a contrapelo de lo que establece el texto constitucional en sus artículos 91, 19 y 89. Construida con criterios que violan las actas convenio, desconocen acuerdos recientes de la III Convención Colectiva Única de los Trabajadores Universitarios y suprimen legítimos derechos adquiridos por el profesorado desde hace varios años. Una tabla que reduce de manera drástica las diferencias entre las remuneraciones correspondientes a las distintas categorías definidas en el escalafón de los miembros del personal docente y de investigación de nuestras universidades. Una tabla que promueve un perverso igualitarismo salarial. Una igualación hacia abajo con salarios que deteriorarán mucho más la carrera académica en Venezuela, en circunstancias en las que además la protección social del docente universitario acusa igualmente los efectos demoledores de la descomunal crisis que afecta al país