miércoles, 29 de febrero de 2012

Protestas estudiantiles en Valencia: "El tiempo de la indiferencia ha pasado"

El País, España, 29/02/2012
 
Los “recortes en educación”, el “despilfarro” de la Generalitat en grandes eventos y la “ilegítima violencia policial”, mezclados, son tres ingredientes explosivos para los estudiantes, universitarios, profesores y padres que soportan cómo cada día se “racionaliza hasta el papel higiénico” en el sistema educativo público. Esta fue la conclusión del Manifiesto leído este miércoles por la estudiante Sara Martín Casamayor en la plaza de la Virgen, con el que culminó la manifestación —en la que participaron unas 20.000 personas, según el cálculo de EL PAÍS— que recorrió el centro de Valencia de forma pacífica durante dos horas, desde la Facultad de Geografía, en el campus de Blasco Ibáñez.

“El dinero del fraude de Emarsa equivale a lo que debe la Consejería de Educación a los colegios e institutos. La cantidad despilfarrada en la fórmula 1 equivale a 26 escuelas de Primaria y la Ciudad de las Artes costó el equivalente a 30 años del presupuesto de la Universitat de València”, remató Sara, tras anunciar que “el tiempo de la indiferencia ha pasado”.

Barcelona: estudiantes y trabajadores universitarios contra los recortes

El Pais, España, 29/02/2012
 
Barcelona, capital mundial del móvil, mostró ayer su cara más airada en defensa de la universidad pública y para protestar contra los recortes y la reforma laboral. La jornada arrancó con cinco de los siete campus públicos catalanes ocupados: los de las universidades de Barcelona (UB), Autónoma (UAB), Politécnica (UPC), Pompeu Fabra (UPF) y Girona (UdG). Los primeros pasos de los estudiantes, junto a profesores y personal administrativo, avanzaron que la movilización sería importante. La UAB quedó desierta tras el bloqueo de la estación de tren y el corte de la AP-7. Hasta las diez de la mañana no se normalizarón las vías de transporte y que apenas hubo clase en media decena de facultades.

Los estudiantes de la UB, mientras, dejaban las clases vacías para dedicarse a preparar la gran manifestación convocada para las 12.30. El seguimiento de la huelga, convocada en toda España, fue más irregular en las otras cinco universidades catalanas, que en conjunto han sufrido un recorte presupuestario del 16% en dos años.

Decenas de miles de estudiantes y profesores —60.000 según los convocantes, 25.000 para la Guardia Urbana— tomaron parte en la marcha, que arrancó en la plaza de la Universitat y terminó en el mismo lugar tras un recorrido circular que colapsó el tráfico en el Eixample. La manifestación se nutrió también de frentes formados por la comunidad educativa, a la que se añadió la sanitaria, llegados del resto de la ciudad. Uno de los ramales procedía del campus del Raval de la UB y otro partió de la Zona Universitaria, donde estudiantes de la UPC y la UB cortaron la Diagonal. Un grupo de manifestante llegó hasta la emisora de la cadena SER, en la calle de Casp, para interrumpir la programación y leer un manifiesto.

Asedio

Miguel Ángel Latouche
Tal Cual, 29/02/2012

Hace unos meses, la ministra de Educación Superior nos deleitó con una perla según la cual, la violencia política podía considerarse como un asunto normal en el devenir de la vida universitaria, particularmente en la vida universitaria de la UCV. Uno comprende, claro, que en una sociedad hiperpolitizada como la nuestra, los ánimos tiendan a caldearse y que haya, eventualmente, enfrentamientos entre los miembros de diferentes grupos políticos, en función de sus aspiraciones o en función de sus puntos de vista acerca de diferentes asuntos.

Pero de allí a pensar que es normal una situación en la cual existen ataques sistemáticos en contra de la universidad, de sus autoridades, de sus profesores y estudiantes, hay un largo trecho. Este lunes se realizó un paro de 24 horas convocado por la Asociación de Profesores de la UCV. Se trató de un mecanismo de desobediencia civil, de protesta silenciosa en contra de un particular estado de cosas que mantiene sitiada a la comunidad universitaria.

Acabo de empezar a leer Asedio, allí se narra de manera genial y cruda el sitio al cual fue sometida la Cádiz de 1811 y la manera angustiosa en la cual se desarrollaba la vida de sus habitantes mientras eran bombardeados por una lluvia de obuses franceses, sufrían los rigores de la falta de alimentos y veían a la ciudad desgarrarse por los padecimientos cotidianos y el asesinato.

Pérez Reverte narra, en tono policial y de aventura, un hecho histórico, el asedio material al cual fue sometida la ciudad, la manera como su gente se defendió del ejército francés y los rigores que tuvieron que enfrentar para sobrevivir. No he terminado la novela, pero confieso que me ha atrapado.

Promete ser uno de esos libros que uno disfruta hasta la última página.

ENEMIGOS ENDÓGENOS Y EXÓGENOS Es necesario guardar las distancias correspondientes. La UCV se encuentra en una dramática situación de asedio.

Los enemigos internos y externos actúan de manera indiscriminada y sistemática, intentando minar las bases sobre las cuales se fundamenta su funcionamiento autonómico. Nada justifica, por ejemplo, el ataque cobardemente perpetrado en contra de una de las estudiantes que forma parte del Centro de Estudiantes de la Escuela de Trabajo Social. Nada justifica que fuese golpeada y arrastrada, que fuese vejada y maltratada. Nada justifica que los procesos electorales sean saboteados mediante el uso de bombas lacrimógenas, nada justifica que se incendien los predios del Rectorado, que se atente en contra de la infraestructura universitaria. Nada justifica que no se apruebe un presupuesto justo, que el personal de la universidad tenga sueldos de hambre. La universidad se ha convertido en un objetivo de la política, lo que pervierte su proceso académico, la somete a vicisitudes que no le son propias, debilita su estructura organizativa.

Uno tendría que preguntarse de qué sirve una universidad acrítica, ¿qué hacemos con una universidad en la cual no existe una discusión permanente acerca de sí misma y acerca del país? ¿Qué hacemos con una universidad que responde a los intereses de una parcialidad política? Nadie puede suponer que posee el monopolio de la verdad, la universidad lo es por su universalidad, por la amplitud en la discusión de las ideas, por su espíritu emancipador, de allí la figura del cogobierno universitario, de allí su tradición libertaria, de allí la necesidad del cuestionamiento permanente de las verdades reveladas.

La universidad vive una situación de asedio institucionalizado. Desde la estructura del Estado se acciona en su contra, se la arrincona. Nadie niega la necesidad de transformar la estructura universitaria, de adecuarla a los tiempos en los que vivimos. Nadie niega la necesidad de ampliar el acceso a una educación de calidad, con los mejores profesores, con textos adecuados y actualizados, con laboratorios equipados. Nada de esto es posible sin reposición de cargos, sin recursos que permitan financiar el proceso académico.

Todo asedio, sea material o simbólico, tiene un sentido destructivo. En el primer caso se trata de destruir la infraestructura para abrir paso a las tropas de asalto, en el segundo se trata de destruir la moral y el sentido de pertenencia de los interesados.

No le corresponde a la universidad responder a intereses partidistas de ningún tipo, pero, ciertamente, la universidad es una institución política, que forma para la libertad y la emancipación de los individuos. La universidad es un ámbito para la libre discusión de las ideas, para la discusión amplia, para la pluralidad. La universidad se pierde a sí misma cuando guarda silencio. A los universitarios nos corresponde la crítica permanente y la resistencia permanente, no hay posibilidades alternativas.

lunes, 13 de febrero de 2012

Las batallas por el "Aseguramiento de la calidad"

Angélica Buendía Espinosa
LAISUM, 11/02/2012

A la fecha se han invertido enormes cantidades de recursos en un gran número de países para implementar diferentes mecanismos que prometen “asegurar” la calidad de la educación superior. Estamos ante hechos o se trata simplemente de dichos y promesas que pocas veces se cumplen. Como indica el refrán popular, del dicho al hecho hay un gran trecho. Para aclarar el panorama, bien vale la pena intentar un primer balance.

La preocupación por la calidad de la educación no es nueva. Ella ha sido continuamente expresada por organismos internacionales como la UNESCO y se presenta ya como un lugar común en los discursos oficiales de gobernantes y autoridades universitarias. Sin embargo, de unos años para acá el tema se ha constituido en eje de lo que los expertos denominan “aseguramiento de la calidad” y es materia de análisis y valoración de organismos y think tanks que señalan los logros –enfatizándolos– y las dificultades –minimizándolas– de las experiencias en curso.

El modelo predominante de valoración de la calidad se basa en el diseño de un conjunto de indicadores y criterios ad hoc que, se asume por organismos y agencias gubernamentales, son capaces de medir el nivel de calidad alcanzado como consecuencia de políticas y acciones impulsadas para remediar los problemas detectados previamente en diversos procesos de evaluación y autoevaluación. Sin embargo, no resulta claro en qué medida este modelo, asumido como mecanismo de observación objetivo y exacto, ha contribuido realmente a mejorar la calidad de la educación superior. Salta la duda: ¿se trata de dichos o hechos?

Es en este contexto en el que quisiera comentar algunos aspectos abordados en un seminario internacional sobre “Aseguramiento de la calidad, políticas públicas y gestión universitaria”, celebrado en enero de 2012 en la bella, bulliciosa y fandanguera ciudad de Barcelona. Este evento fue el marco para presentar los resultados de un proyecto de investigación realizado para indagar los resultados de la aplicación de las políticas de aseguramiento de la calidad en Chile, Argentina, Colombia, México, Costa Rica, Portugal y España. El proyecto se llevó a cabo bajo el auspicio de la Comisión Europea y la coordinación del Centro Interuniversitario de Desarrollo (CINDA) con sede en Santiago de Chile. Su propósito fue analizar y valorar los impactos de la evaluación y la acreditación de programas académicos como medios para garantizar la mejora de la calidad y, sobre tal base, para retroalimentar las políticas en curso contribuyendo a su ajuste o reorientación. Se trató de un estudio comparativo de los sistemas nacionales de distintos países que se apoyó en la realización de estudios de caso en 30 universidades públicas y privadas.
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jueves, 9 de febrero de 2012

Ciencia, ¿con qué se come eso?

Gioconda San Blas
Tal Cual, 09/02/2012
 
Con los medicamentos que toma, con llamadas telefónicas, con productos de limpieza, con bolsas biodegradables, con todo eso y más usted está usando la ciencia y sus derivados. Vivimos en un mundo dominado por la tecnología, hija directa de la aplicación de descubrimientos científicos. No siendo la ciencia una disciplina lejana y ajena, ella está presente en casi todos los actos de la vida moderna.

De allí que países emergentes como China, India o Brasil hayan doblado sus inversiones en investigación y desarrollo en la última década. Con acceso barato a nuevas tecnologías digitales, inversión en conocimientos y formación de recursos humanos altamente capacitados, estas economías pasaron a la fase de desarrollo autónomo de la tecnología, la creación de productos y la investigación aplicada.

Para elevar el nivel de la investigación científica en Venezuela, estropeada en la última década por una visión endógena miope, la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) de la MUD presentó sus lineamientos. Entre ellos (1) programas de capacitación en ciencia, para que los docentes de educación básica y media estimulen la búsqueda del conocimiento en sus alumnos, desde muy tierna edad; (2)reforzar las carreras vinculadas a CTI en las universidades, fortalecer programas de becas de pre- y postgrado, establecer intercambios entre investigadores en el exterior y sus pares locales; (3) financiamiento sólido para instituciones universitarias y de investigación; (4) fortalecer lazos tripartitos entre universidades e institutos, gestores de políticas públicas y empresa privada, para diseñar estrategias de gobierno vinculadas a CTI.

Con estas alianzas y un sistema científico de excelencia podremos establecer programas en innovación en vacunas y medicamentos, derivados sanguíneos, software, manejo de redes eléctricas, explotación agrícola, producción y conservación de alimentos y fármacos, mejoramiento de procesos en la industria petrolera, metalúrgica y agroalimentaria, fuentes alternativas de energía, protección ambiental, etc. Todo con metas a mediano y largo plazo, porque la ciencia bien aplicada es progreso.

En palabras de Julio M. Sanguinetti, "la sociedad del conocimiento nos impone la lógica de que el poder está en la frontera de las invenciones. La sociedad de la información nos mantendrá comunicados con el mundo, aunque queramos encerrarnos en nuestros límites. El mundo nos exige agricultura de vanguardia, industria eficiente, telecomunicaciones de punta, educación de máxima calidad, justicia confiable. La generosidad con el futuro es darlo al presente. Y ello se hará creando riqueza intelectual, ensanchando la libertad, oteando el horizonte de lo nuevo, compitiendo y haciéndolo con los mejores, mirando el mundo y no nuestro ombligo".

miércoles, 8 de febrero de 2012

La educación como gobierno

Ángel Gabilondo
El Salto del Ángel, El País, 08/02/2012

 
En cierto modo, educarse es gobernarse. Cuando los clásicos grecolatinos hablan del cuidado y del cultivo de uno mismo, están convocando a un modo de educación que afecta a toda la existencia y la constituye. Es el cuidado de uno mismo y de los demás. Y ello exige criticar lo que somos, analizar históricamente los límites que se nos han establecido y examinar su franqueamiento posible. Y aquí aprendemos con Foucault. Hablamos, y con razón, de las técnicas de dominación, pero no hemos de olvidar las técnicas de constitución de uno mismo, verdaderos procedimientos para hacer que seamos los sujetos que somos. Sujetos en ocasiones bien sujetados.

Para quienes consideramos que la educación no es la simple adquisición de conocimientos y pensamos que es decisiva la transformación de los valores, con los valores, para quienes estimamos que conocimientos, competencias y valores han de ir al unísono, esa transformación exige unas determinadas formas de vida. Éstas se expresan en cada gesto, en cada acción, en cada palabra, en todo nuestro comportamiento y en nuestro deseo. Nos preguntamos, también con razón, sobre cómo aprender, pero no hemos de separar esa cuestión de la de cómo nos constituimos a nosotros mismos como sujetos, hasta llegar a ser artesanos, artífices, de la belleza y dignidad de nuestra propia vida. Se trata de cuidarnos de nuestras conductas y de nuestras relaciones con nosotros mismos y con los otros hasta procurar una auténtica recreación.

Y todo ello tiene un alcance político, que incluye el coraje de la curiosidad de pensar si seremos capaces de llegar a ser otros. Y se trata de eso, de prácticas que producen verdaderas transformaciones del sujeto. Transformaciones que lo son a su vez de la sociedad.

martes, 7 de febrero de 2012

Entrevista a Eleazar Narváez Bello por Luis Fuenmayor Toro

Entrevista a Eleazar Narváez Bello
Por: Luis Fuenmayor Toro
Revista Continuidad y Cambio
Año 1, N° 2, febrero 2012
Movimiento De Frente con Venezuela


1) ¿Cómo evalúas la respuesta de la universidad venezolana a las políticas educativas oficiales? Me refiero principalmente a la equidad en el ingreso estudiantil, la masificación, la elección de autoridades y la pertinencia.

R. No hay, en el heterogéneo mundo universitario venezolano, una respuesta única a esos asuntos que denominas políticas educativas oficiales. Hay instituciones, bajo el control del Gobierno, en las que siguiendo las orientaciones políticas e ideológicas de éste, se asume: la equidad como igualdad en el ingreso estudiantil, sin atender lo previsto en el artículo 103 de la actual Constitución; la masificación, como un ingreso de grandes cantidades de estudiantes sin restricciones, sin las debidas consideraciones por la calidad académica y sin tomar en cuenta la institución universitaria como ámbito donde, además de la docencia, es necesario realizar actividades de investigación y de extensión, entre otras; la pertinencia, fundamentalmente como correspondencia con el proyecto político del régimen, o bien con supuestas necesidades sociales (la cacareada pertinencia social), ignorándose o subestimándose que hay otras dimensiones primordiales de la misma, como la pertinencia con respecto a los avances del conocimiento en las distintas disciplinas de estudio; y la elección de autoridades, como escogencia a dedo entre quienes se identifican con el régimen, mediante mecanismos nada democráticos, sin la participación de los diversos actores del colectivo institucional.

lunes, 6 de febrero de 2012

Boicot académico israelí: el "caso Tantura"

Ilan Pappe
El País, 06/02/2012
 
A finales de 1980 decidí dar un curso sobre el conflicto israelo-palestino en la Universidad de Haifa. Al finalizar, y de acuerdo con sus preferencias, los estudiantes presentaron sus conclusiones en forma de proyectos o trabajos de investigación. Algún tiempo después, uno de aquellos estudiantes -Teddy Katz-, nacido en Haifa y miembro del kibutz Magal, decidió seguir investigando la suerte que corrieron varias aldeas palestinas -en particular la de Tantura- durante la guerra de 1948, y en 1998 presentó su tesis de maestría ante la Universidad de Haifa obteniendo como calificación un altísimo 97% (yo le hubiera dado un 100%). De las pruebas reunidas, Katz sacó una serie de conclusiones, entre otras que durante la ocupación de Tantura por las tropas judías unos 225 palestinos habían sido asesinados: 20 habrían muerto durante la batalla y el resto, civiles y no civiles desarmados, habrían sido ejecutados después de la rendición de la aldea. Meses después, a finales de enero de 2000, Teddy Katz fue entrevistado por Amir Gilat, un periodista del diario Ma'ariv; la reacción entre los veteranos de la Brigada Alexandroni responsable de la captura de Tantura fue casi inmediata: algunos de entre ellos se negaron a admitir la masacre pero otros, junto con los propios testigos palestinos, confirmaron los datos recogidos por Katz. No pasaría mucho tiempo antes de que los veteranos de la Alexandroni afectados por los resultados de esta investigación interpusieran contra Katz una denuncia por calumnias, demandándole por libelo y reclamando un millón de shekels como compensación.

Fuertemente presionado por la Universidad e incluso por su familia, en un momento de depresión que estuvo a punto de costarle la vida, Katz aceptó firmar una carta de disculpa donde se retractaba de lo publicado y donde admitía que en Tantura no había tenido lugar ninguna masacre, aunque enseguida se arrepintió. La juez Pilpel dio por cerrado el caso. La Universidad, sin embargo, ya había decidido lo que tenía que hacer y sus directores pidieron la anulación de la calificación obtenida acusando no solo a Katz de haber inventado muchas de las pruebas, sino también a mí por haberlo apoyado. Y es que después de pasar tres días y sus correspondientes noches escuchando las grabaciones que había realizado Katz con los testimonios y pruebas recogidos, no quedaba sino aceptar la heladora realidad de los monstruosos hechos sucedidos en Tantura. A partir de ese instante, comprendí claramente que mi obligación era defenderlos y darlos a conocer de todas las maneras posibles, así que hice un resumen y lo colgué en la página web de la Universidad para que todo el mundo pudiese leerlos. Propuse también que se convocara un panel de expertos para discutir el tema y averiguar si hubo o no una masacre, pero la Universidad lo rechazó, medida que terminaría provocando un boicot en su contra en lugar de un motivo más para enlucir su reputación en el mundo académico.

domingo, 5 de febrero de 2012

Democracia proscrita en cuatro universidades

Ariana Guevara Gómez
El Nacional, 05/02/2012

Entre 1999 y 2001, tres universidades experimentales perdieron algo que habían ganado con esfuerzo: la posibilidad de escoger a sus autoridades. Antes de las intervenciones probaron por un tiempo la democracia y sus beneficios. Después, por órdenes ministeriales, les impusieron directivos vinculados con el Gobierno. Han pasado más de 10 años y esas comunidades aún no recuperan el derecho de elegir.

La Ley de Universidades de 1970 establece que las instituciones experimentales serán creadas por el Ejecutivo nacional para probar nuevas estructuras en la enseñanza superior.

Alba Avilán, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora, explica que desde el momento de su nacimiento las instituciones tienen autoridades impuestas por el ministerio. "Luego evolucionan. Crean reglamentos y pueden elegir a sus representantes", dice.

Ese fue el caso de tres de las casas de estudio intervenidas en esos dos años: las universidades experimentales Francisco de Miranda, Simón Rodríguez y de los Llanos Ezequiel Zamora. En la Rómulo Gallegos nunca han elegido autoridades, pero hubo cambios ordenados por el ministerio en ese periodo.

En la Francisco de Miranda, por ejemplo, se habían completado dos procesos electorales cuando fue intervenida en 1999. "Juramentaron a las autoridades, pero no pudieron tomar posesión. Nombraron interinos y aún no se ha llamado a elecciones", dice Genaro Velásquez, presidente de la asociación de profesores.

Algo parecido ocurrió en la Simón Rodríguez, intervenida en 2000. La irregularidad fue presentada en el Tribunal Supremo de Justicia, instancia que determinó ­en el expediente 0445 del 20 de julio de 2000­ que debía elaborarse una normativa electoral en un plazo de seis meses. "Eso no ha ocurrido. Incluso, propusimos un reglamento, pero no ha pasado nada", refirió Dilia Blanco, presidente encargada de la asociación de profesores.

La Asamblea Nacional creó una comisión responsable de investigar el caso de esas universidades y más de 20 institutos intervenidos por el Gobierno. José Luis Farías, ex vicepresidente de la Comisión de Educación, afirma que una década después siguen sin resultados. "Han pasado más de 10 años de la creación de la comisión y no se avanza. La conclusión es que el Gobierno intervino esos institutos para controlarlos porque eran comunidades que no simpatizaban con él", dice.

Recuerda que en las décadas de los setenta y ochenta se desarrolló un proceso de democratización de esas instituciones, que retrocedió con las intervenciones. Asegura que la comisión elaboró informes que nadie tomó en cuenta: "Fueron lanzados a la basura, por usar una expresión común".

Más que democracia. Las intervenciones, a juicio de las asociaciones de profesores, no sólo quebrantaron la democracia ganada sino que ese proceso ha influido en la calidad educativa. Avilán señala que una de las cosas que más ha afectado la Unellez es el cambio frecuente de autoridades. "Llevamos siete rectores impuestos, todos ajenos a la universidad. El mayor daño es que no se concretan los proyectos".

La matrícula ha crecido sin que se amplíe la infraestructura. En la Francisco de Miranda ocurrió igual: antes había 15.000 estudiantes, y ahora hay cerca de 50.000, pero el número de salones es el mismo. "La calidad de la formación de nuestros egresados deja mucho que desear", se lamenta Velásquez.

Blanco agrega otro problema: en la Simón Rodríguez han aumentado los profesores que trabajan por honorarios profesionales, que carecen de beneficios y cobran una vez al año.

Eso, señala, incide en la calidad. También se eliminaron los cursos de pregrado en línea y la obligación de presentar tesis de grado. "Hemos visto con tristeza cómo se ha generado un retroceso académico, administrativo y de extensión, aparte de que no tenemos derecho a la participación democrática". 

viernes, 3 de febrero de 2012

Acoso y terrorismo contra la Universidad Central de Venezuela: hablan ex autoridades rectorales y decanales

Ex autoridades rectorales y decanales de la Universidad Central de Venezuela condenan el acoso y las prácticas terroristas contra esta casa de estudios. Véase pronunciamiento publicado en El Nacional, de fecha 03/02/2012:  http://bit.ly/z4SzOw

miércoles, 1 de febrero de 2012

El Govern y los rectores llegan a un acuerdo sobre el 'interventor' de universidades

Maite Gutiérrez
La Vanguardia, 01/02/2012

Los rectores y la Secretaria d'Universitats i Recerca han llegado a un acuerdo sobre la figura del "interventor" de universidades. El Govern no podrá finalmente designar de oficio esta figura, sino que sólo la enviará a una universidad cuando su rector o el presidente del consejo social lo soliciten. En un principio, el secretario de Universitats i Recerca, Antoni Castellà, explicó que el Govern se reservaba el derecho de designar a un "comisionado de cuentas" por decisión propia en situaciones excepcionales que hiciesen peligrar la viabilidad de una universidad. Este punto inquietó a los rectores, que ayer enviaron un comunicado en el que se posicionaron en contra de tal supuesto. A su juicio, el sistema universitario ya cuenta con los mecanismos suficientes para garantizar el buen funcionamiento de los campus.

Finalmente, Universitats ha aceptado que el "síndico de cuentas" sólo intervenga en caso de que la universidad lo solicite, aunque no tiene por qué haber acuerdo entre el rector y el presidente del consejo social –lo podrán pedir unilateralmente-. Universitats introducirá una enmienda en la ley de acompañamiento de los presupuestos para crear esta figura. El objetivo, según ha explicado esta tarde en un acto Castellà, es "ayudar a las universitarias con déficit" para que cumplan su plan de viabilidad. Este "interventor" sería el encargado de ejecutar el presupuesto y velar por las cuentas del centro, pero rendiría cuentas al rector, al consejo social y al propio Govern.

La iniciativa ha causado cierta polémica al conocerse el sábado que el consejo social de la UAB pensaba solicitar al Govern que enviase al "comisionado" para aplicar el presupuesto de este año. La decisión ya estaba acordada y se iba a hacer efectiva, dijeron desde Universitats y el consejo social, pero la rectora, Ana Ripoll, se negó el viernes y expresó su rechazo a través de un comunicado. Este hecho ha causado cierta tensión entre el rectorado y el consejo social, que preside Alicia Granados. De momento, y ante el debate que se ha generado, el consejo social de la UAB ha puesto la medida en cuarentena y todavía no ha solicitado formalmente la intervención del "comisionado de cuentas".

El riesgo de formar científicos sin darles trabajo

Eduardo Dvorkin
La Nación, 01/02/2012

En su artículo en LA NACION del 31 de diciembre pasado, Nora Bär comenta sobre la problemática que deben afrontar los nuevos doctores que, tras desarrollar sus doctorados con becas Conicet, ahora, en gran número, no encuentran posibilidades de trabajo en el país.

Las estadísticas muestran que en la Argentina, en comparación con otros países de desarrollo económico equivalente, hay pocos doctores, especialmente en ciencias duras e ingeniería; por eso muchos hemos aplaudido la iniciativa del Ministerio de Ciencia y Tecnología de incorporar un alto número de becas doctorales desde el Conicet para promover la formación de nuevos doctores. ¿Nos equivocamos?

Las estadísticas deben ser entendidas como indicativas de situaciones de equilibrio estacionarias, situaciones a las que se debe tender. El problema difícil y que requiere para su solución máxima creatividad y decisión política es el gerenciamiento del período transitorio hasta llegar a la situación de equilibrio estacionario objetivo. En nuestro caso, la velocidad del sector productivo y de servicios para desarrollarse y poder absorber doctores en sus estructuras es mucho menor que la velocidad de formación de nuevos doctores (un doctorado lleva unos 5 años de trabajo); por lo tanto, por un período de tiempo no trivial "sobrarán" doctores si no se desarrollan iniciativas específicas dirigidas a aprovechar el potencial de los nuevos doctores que se sigan formando.

Hay que afrontar este hecho sin sufrir una doble pérdida: la pérdida económica de haber destinado recursos a formar jóvenes que se ven forzados a emigrar o se ven tentados a dedicarse a actividades de menor nivel, y la pérdida irreparable de haber frustrado jóvenes que honesta y apasionadamente tomaron el difícil camino de la formación doctoral. Si los frustramos no sólo estaremos perjudicando a un grupo acotado de jóvenes, sino que estaremos mandando una fuerte señal que perdurará en el tiempo: "Este no es un país para desarrollarse como científico".

Ya que parece imprescindible crear trabajo para los jóvenes doctores el tema es dónde y haciendo qué. Que una empresa o institución incorpore un nuevo doctor implica una serie de recursos necesarios: investigadores senior para guiarlo, oficinas, equipos de computación, laboratorios. Nada de esto es gratis, obviamente.

¿Qué hacer con los nuevos doctores? En nuestro país, el sector privado productivo y de servicios no tiene actualmente ni vocación ni capacidad para incorporar científicos a sus organigramas. Las universidades nacionales concentran fuertemente la población científica en algunas pocas instituciones y dentro de éstas en algunas pocas facultades, en las que los investigadores se aglomeran sin tener posibilidades concretas de desarrollar sus carreras profesorales en tiempos normales para el estándar internacional. Por su parte, las universidades privadas no son actualmente instituciones relevantes en áreas de investigación científica.

Una propuesta deseable para la investigación científica básica es que el Conicet promueva nuevos puestos de investigadores senior y junior en universidades nacionales que hoy tienen en su seno poca creación de conocimientos, y nuevos puestos de investigadores senior y junior en facultades que hoy tienen un bajo porcentaje de docentes investigadores full time .

Un tema fundamental que debe ser priorizado es no restringir la ciencia a la investigación científica básica desarrollada por curiosidad.

La investigación aplicada o investigación con fines predeterminados debe abarcar el mayor porcentaje de los nuevos fondos destinados a la ciencia, si realmente creemos que la concatenación ciencia-tecnología-producción creará mejores condiciones de vida para los argentinos. Por lo tanto, la expansión del número de investigadores vía universidades debería ser necesariamente limitada y no debería ser el camino único ni el más importante.

Dado que el sector privado hoy no es un sector de elección para el desarrollo de investigación aplicada que devenga en tecnología, la solución debe pasar por reforzar los planteles científicos de instituciones como CNEA, INTA, INTI, Conae, Citedef y de empresas estatales productoras de tecnología incorporando en ellas investigadores de Conicet, de todas las áreas del conocimiento. En ese sentido, es necesario reforzar los planteles científicos para desarrollar proyectos concretos, existentes o a ser formulados específicamente para justificar y aprovechar esta necesaria expansión de la capacidad científica del país. Esta crisis ocupacional de los nuevos doctores debería ser vista como la gran oportunidad para formular y desarrollar los grandes proyectos nacionales.

No, no nos hemos equivocado al aplaudir la decisión de apoyar fuertemente desde el Conicet la formación de nuevos doctores. Pero son necesarios importantes cambios en esa institución para que esta inversión en el futuro de nuestro país fructifique.

Entre ellos, los métodos de evaluación hoy ajustados al modelo de investigación científica básica en ciencias duras deben ser rediseñados. En segundo lugar, se debe desarrollar un sistema de evaluación para lograr que para los investigadores que desarrollan tecnologías la prioridad sean precisamente esos desarrollos y no los posibles papers que del desarrollo pudieran desprenderse. Finalmente, el desarrollo de una fuerte relación con otros sectores del Estado y con el aparato productivo debe ser priorizado, no sólo para ofertar servicios tecnológicos sino para elaborar reales planes de investigación aplicada.

Todo ello deberá ser hecho con convencimiento, rápidamente y sin afectar la tradicional calidad científica del Conicet, que constituye su principal activo y del que todos los argentinos estamos orgullosos.