lunes, 31 de julio de 2017

La Academia de Ciencias

Reinaldo Rojas
31/07/2017

No hay modernidad sin ciencias ni desarrollo económico y social sin tecnologías. Esta afirmación es de Hernando Gómez y Hernán Jaramillo quienes coordinaron en 1997 una obra colectiva que con el título de 37 modos de hacer ciencia en América Latina nos permitió visualizar el panorama institucional de las ciencias en esta área del mundo, cuando empezaba a despuntar la denominada “Sociedad del Conocimiento”, una de las diez megatendencias que John Naisbitt ya señalaba en su obra clásica de los años ochenta.

Más tarde, Lester Thurow, en su libro sobre las guerras del siglo XXI, señalaba algo muy importante para países como los nuestros, reducidos aun a vivir de la exportación de materias primas, que “Desde el punto de vista práctico, todos los recursos naturales han desaparecido de la ecuación competitiva. Tenerlos no es el modo de enriquecerse. Carecer de los mismos no es un obstáculo para enriquecerse. Japón no los tiene y es rico; Argentina los tiene y no es rica". Nosotros, después de vivir una extraordinaria bonanza petrolera entre el 2004 y el 2014, somos el mejor ejemplo de que aquella advertencia nos pasó de lado. El país se desindustrializó. ¿Qué decir del componente científico y tecnológico?