jueves, 28 de enero de 2021

La falsificación ideológica de la universidad

Bernardino Herrera León

La propuesta de incluir a los obreros y empleados en los cogobiernos universitarios me recuerda una de las escenas, de la extraordinaria serie cinematográfica “Chernóbil”, basada en libro “Voces de Chernóbil” de la periodista y escritora bielorrusa Svetlana Aleksiévich.


En la escena que aludo, la directora del instituto de energía nuclear de la URSS, la física Uliana Jomyuk en la vida real, le advertía, desesperada, al gobernador de una provincia vecina, que debía cerrar las fronteras y evacuar urgentemente a toda la población de la zona alrededor del desastre de la central nuclear.

“Ya todo está controlado”, le responde el funcionario, “Me informan desde Moscú que ya no hay peligro”. Pero Svetlana insiste. Le dice al burócrata que la radiación que dejó escapar la primera explosión alcanzará pronto un radio suficientemente extenso como para alcanzar a los pobladores de esa parte de la provincia.

“Créame”, le dice, soy físico nuclear.

“Y yo le digo que ya todo está controlado y que no hay nada que temer, se lo dice un miembro de la clase obrera”.

La voz desgarradora de un profesor universitario



Comparto con nuestros lectores, el siguiente texto escrito por el profesor Ricardo Ramírez Requena de la Escuela de Letras de la UCV:

"Creo que hay muchos estudiantes que no han comprendido o no quieren comprender la situación universitaria. Las universidades autónomas llegaron a su límite. Además de los daños en la infraestructura, no contamos con baños, agua, a veces luz. Todas las facultades han sufrido muchísimos robos: computadoras, cables, además del daño a los institutos y laboratorios. En la dirección de la Escuela de Letras se robaron hace tiempo los cables del aire acondicionado, no hay papel para sacar copias, tantas cosas.

¿No nos damos cuenta que todo está destruido ya?

Los profesores hemos asumido, desde hace varios años, los costos de la universidad. Gano 4 dólares mensuales. Así no se puede vivir. Han quedado atrás los ascensos, las tesis de maestría y doctorado, los concursos de oposición. Los directores de Escuela hacen trabajos de bedel y no deben hacerlo.

sábado, 16 de enero de 2021

Es preciso atreverse...


Estas palabras de Paulo Freire (1996: 8), en “Cartas a quien pretende enseñar”, siempre las recuerdo bien; muy especialmente cuando se celebra el día del maestro en nuestro país:

“…la tarea del docente, que también es aprendiz, es placentera y a la vez exigente. Exige seriedad, preparación científica, preparación física, emocional, afectiva. Es una tarea que requiere, de quien se compromete con ella, un gusto especial de querer bien, no sólo a los otros sino al propio proceso que ella implica. Es imposible enseñar sin ese coraje de querer bien, sin la valentía de los que insisten mil veces antes de desistir. Es imposible enseñar sin la capacidad forjada, inventada, bien cuidada de amar…Es preciso atreverse en el sentido pleno de esta palabra para hablar de amor sin temor de ser llamado blandengue, o meloso, acientífico si es que no anticientífico. Es preciso atreverse para decir científicamente, y no blablantemente, que estudiamos, aprendemos, enseñamos y conocemos con nuestro cuerpo entero. Con los sentimientos, con las emociones, con los deseos, con los miedos, con las dudas, con la pasión y también con la razón crítica. Jamás sólo con esta última. Es preciso atreverse para jamás dicotomizar lo cognoscitivo de lo emocional. Es preciso atreverse para quedarse o permanecer enseñando por largo tiempo en las condiciones que conocemos, mal pagados, sin ser respetados y resistiendo el riesgo de caer vencidos por el cinismo. Es preciso atreverse, aprender a atreverse, para decir no a la burocratización de la mente a la que nos exponemos diariamente. Es preciso atreverse para continuar cuando a veces se puede dejar de hacerlo con ventajas materiales”

viernes, 15 de enero de 2021

El enemigo de la universidad venezolana

José Guerra
09/01/2021
www.la patilla.com

Cada vez estoy más convencido que los venezolanos no hemos valorado adecuadamente la magnitud del daño que el chavismo durante veinte años le ha causado a Venezuela. La destrucción material es evidente: una economía cuyo tamaño en 2020 fue 70% inferior al que tenía de 2012, azotada por una hiperinflación que ya cumplió tres años y que ha devorado el ingreso de los trabajadores, con su sector petrolero en ruinas y en general con las empresas del Estado convertidas en chatarra. Hay otra dimensión de esa destrucción representada por una emigración masiva de talentos que literalmente ha vaciado al país de un recurso humano fundamental y una adicional, que reside en la liquidación de los incentivos para el trabajo y el emprendimiento.

jueves, 14 de enero de 2021

MISIÓN MILLÁN ASTRAY

Gioconda Cunto de San Blas
14/01/2021

¡Mueran los intelectuales! ¡Viva la muerte! son frases atribuidas al General José Millán Astray en el acto protocolar de celebración del 12 de octubre de 1936 en la Universidad de Salamanca, apenas iniciada la guerra civil española en julio de ese año. Con ánimos alterados, adversarios y partidarios de cada facción acaban con la solemnidad del acto. En medio de la trifulca, Miguel de Unamuno toma la palabra desde su autoridad como Rector de la Universidad salmantina. “Vencer no es convencer, y hay que convencer sobre todo. No puede convencer el odio que no deja lugar a la compasión, ese odio a la inteligencia, que es crítica y diferenciadora” habría afirmado. Es entonces cuando Millán Astray lo increpa con las palabras ya citadas.

lunes, 11 de enero de 2021

Profesores Ucevistas por la Unidad de las Fuerzas Democráticas

 

11 de enero 2021

A la comunidad de la Universidad Central de Venezuela:

El balance que cabe hacer de 2020 arroja resultados dramáticos. La pandemia del coronavirus agravó considerablemente la penuria generalizada en que ha sobrevivido la mayoría de los venezolanos los últimos años y proyecta sombrías perspectivas hacia el futuro inmediato. Ningún indicio sugiere que la situación sanitaria vaya a mejorar en el año que comienza, así como tampoco la economía, los servicios básicos y la seguridad personal. La responsabilidad del caos nacional recae sin atenuantes sobre el régimen dictatorial, tan aferrado obstinadamente al poder como incompetente para ejercerlo en beneficio de la ciudadanía. Esa obcecación encuentra su medio más eficaz en la disolución de la estructura institucional del país, de cuyas ruinas emerge un omnipotente Ejecutivo que subyuga y anula al resto de los poderes públicos.