miércoles, 23 de febrero de 2022

Académicos ucevistas se dirigen públicamente a la ministra de Educación Universitaria Tibisay Lucena


Caracas, 15 de febrero de 2022




Ciudadana

Tibisay Lucena

Ministra del Poder Popular para la Educación Universitaria

Ciudad.-



La educación pública universitaria de Venezuela conoce hoy su hora más difícil. Ningún precedente existe en la dilatada y fecunda historia de la universidad nacional que pueda equipararse al inenarrable tormento que la agobia. Ninguna justificación es admisible para aspirar a su brutal abatimiento. Nada habrá que atenúe la responsabilidad de su implacable vulneración año tras año.

¿No es la universidad la primera de las instituciones convocada a engrandecer la nación? ¿No es en sus recintos donde se engendra el saber que alumbra los horizontes del país y en los que se forjan los profesionales que lo portan? ¿En nombre de qué arrogancia ha sido durante tanto tiempo privada inicuamente de los medios indispensables para cumplir sus fines?

Y sin embargo, esto no ha parecido suficiente. Sucesivos despojos quebrantaron su autonomía llevándola a una precariedad sin parangón que ha desembocado en un escenario más dantesco aún, el del pavoroso espectáculo de los profesores universitarios condenados a estrecheces jamás vistas. Los sueldos convertidos en humillante insignificancia por la voracidad inflacionaria que la ineptitud ha prohijado y -perversidad simultánea- por la connivencia sindical que desprovista a la vez de legitimidad, escrúpulos y conciencia de lo justo ha pactado aquiescente con el patrono en el poder.