lunes, 24 de marzo de 2014

Profesores de Letras de la UCV repudian la violencia

Caracas, 24/03/2014

Los docentes de esa escuela de la Facultad de Humanidades y Educación emitieron un pronunciamiento en contra de las acciones violentas que se suscitaron el pasado 19 de marzo en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo.


Ante los hechos ocurridos el pasado miércoles 19 de marzo en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, los profesores de la Escuela de Letras de esa misma casa de estudios emitieron hoy un comunicado titulado "Estamos hartos". A continuación el documento:

"Estamos hartos

"Reclamo de profesores de la Escuela de Letras por el brutal ataque a personas de la comunidad de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV

"El pasado 19 de marzo de 2014 un grupo de criminales agredió con saña a estudiantes, empleados y profesores de la FAU. Este ataque que viola la autonomía universitaria, los derechos humanos y la Constitución, no puede describirse apenas como un acto de violencia. Es una repulsiva manifestación de la delincuencia desbocada, que desde hace algún tiempo viene creciendo, cada vez más rápido, y que nos impone a las patadas sus códigos y sus perversiones. No es la primera vez que sucede eso en la UCV. En realidad, ya van demasiadas veces en estos últimos años. Estamos hartos.

"Los profesores de la Escuela de Letras sentimos un profundo dolor por las víctimas que fueron vejadas, por su sufrimiento. Estamos consternados y perplejos por la tremenda furia desatada contra estas personas de la comunidad de la FAU. Estamos con ellos.

"La palabra que amedrenta, la palabra del fanatismo, es el correlato de este crimen que acosa, persigue, aterroriza, ultraja, golpea y aniquila. Esa palabra rabiosa quedó grabada como un horrendo rastro en las paredes de la FAU. Una especie de cultura del miedo se reproduce cada vez más en el país: una fea planta venenosa que nace en el barro de acciones como ésta. Sin protocolo. Sin Ley. Un monstruo. El Estado no puede mirar hacia otro lado, en este caso, como en tantos otros. No puede. Sería cómplice. Estamos hartos.

"Por eso reclamamos la urgente diligencia del Estado: que inicie una investigación exhaustiva de los crímenes cometidos en la FAU, que revele las responsabilidades de los agresores, que determine sus delitos, conduzca a las sanciones correspondientes y se resarzan los daños. También demandamos que nos garantice las condiciones para ejercer la vida universitaria y que contribuya de una buena vez a la consolidación del Estado de derecho y al bienestar común. Estamos hartos.

"La vida universitaria supone el ejercicio crítico, la aceptación de la diversidad, el respeto a la disidencia y un terreno de libertad para confrontar, a partir del análisis razonado, los más radicales antagonismos. Si se elimina ese universo plural no tendremos Universidad. Apenas quedaría el gesto de la sumisión y la domesticación del pensamiento. Por eso tampoco estamos de acuerdo con las políticas viscerales que se empeñan en aniquilar los canales de comunicación entre posiciones políticas opuestas. No acompañamos la negación del otro. Rechazamos la política de la exclusión, no la reconocemos como nuestra. La aborrecemos.

"También rechazamos la impunidad. Pensamos que la delincuencia no es un problema de todos: es un problema del Estado. Y al Estado hay que reclamarle eso. Es su deber auspiciar los derechos humanos en Venezuela. Debe hacerlo ya. Debe prevenir una catástrofe. Estamos hartos.

"En la Ciudad Universitaria, a los 24 días del mes de marzo".
Texto completo
Véase tambien, "Estamos hartos" en PRODAVINCI

lunes, 17 de marzo de 2014

Papel de la Universidad

Bernardo A. Houssay
LAISUM, México, 16/03/2014

La Universidad es el centro de la actividad intelectual superior, y cumple así un papel social de la más elevada jerarquía. Su función consiste en crear los conocimientos, propagarlos, desarrollar y disciplinar a la inteligencia, formar los hombres más selectos por su cultura y su capacidad. Como bases fundamentales de su acción debe enseñar el respeto a la verdad, desarrollar la aptitud de buscarla con acierto, e inculcar la noción de que es un deber el servicio social.

El hombre se destaca y distingue entre todos los animales por su aptitud y su ansia de adquirir conocimientos, su capacidad de acrecentarlos y transmitirlos a través del espacio y del tiempo, y de utilizarlos en provecho de sus semejantes. La elaboración de los nuevos conocimientos es, por lo tanto, la actividad más elevada y más genuina de la mente humana. La investigación es la función primera de la Universidad, ya que primero deben crearse incesantemente los conocimientos que luego han de enseñarse.

Los problemas a resolver son y seguirán siendo infinitos, y corresponde su aclaración a la Universidad como centro superior del conocimiento. Por estas razones, la investigación es la característica esencial que distingue a una Facultad o escuela o instituto universitario. Una institución que no investiga puede ser una escuela técnica o de arte u oficio, pero no es verdaderamente Universidad aunque ostente ese título.

En la Universidad se aprenden los métodos mejores, más acertados y seguros, que permiten instruirse durante toda la existencia, pues un universitario estará obligado a estudiar mientras viva y esté en actividad, ya que todas las ramas del conocimiento están en evolución y adelanto permanente.

El más tremendo error de nuestra enseñanza superior es que está basada en la idea anticuada de la simple transmisión del conocimiento adquirido y no en enseñar a adquirirlo constantemente por la investigación, método que ha dado su vigor a las universidades modernas, por ejemplo a las alemanas y estadounidenses. Por eso nuestras facultades atiborran de conocimientos ya superados, mas no cumplen debidamente su obligación de instruir y formar hombres capaces de tener iniciativas, de plantear los problemas y resolverlos con acierto.

Academias alertan sobre "desconocimiento absoluto de la ley" en protestas

El Universal, 17/03/2014

El Comité Interacadémico de las Academias Nacionales, alertó sobre los "francos atropellos" a los derechos humanos y el "desconocimiento absoluto de las leyes venezolanas, en un sesgo absolutamente condenable", por parte de la fuerza pública en las protestas, y exhortó a garantizar que el mantenimiento del orden público se lleve a cabo con medidas adecuadas y sin recurrir al uso indiscriminado e ilegal de gases tóxicos y al "empleo criminal de armas con capacidad letal".

Los académicos, conscientes de su rol en la sociedad venezolana, se pronunciaron en un comunicado difundido hoy, sobre los hechos de violencia, represión, detenciones, tratos infamantes y denuncias sobre torturas por parte de funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado.

El documento, de cinco puntos, recuerdan, en primer lugar, que en un Estado de Derecho y de Justicia, a tenor de lo establecido en el artículo 68 de la
Constitución, debe preservarse a toda costa el derecho a protestar en forma
pacífica y sin armas.

"Las detenciones en presunta flagrancia, sin que se llenen los estrictos requisitos legales de la excepcional privación de libertad a la que puede dar lugar, la incomunicación y la sujeción a procesos penales con medidas cautelares que afectan derechos ciudadanos con las características de penas anticipadas, constituyen francos atropellos a los derechos humanos y desconocimiento absoluto de las leyes venezolanas, en un sesgo absolutamente condenable".

El Comité Interacademico rechaza de manera categórica el empleo de tortura y tratos crueles con el fin de obtener declaraciones de personas privadas de libertad, castigar, intimidar o doblegar la voluntad de perseguidos o detenidos con motivo de las protestas ciudadanas son hechos que, de ser comprobados, deben ser investigados exhaustivamente y los funcionarios responsables sancionados ejemplarmente, según señala el comunicado.

Considera la instancia académica que se impone, por parte del Estado y de sus órganos, en primer lugar, dar muestras claras y efectivas de diálogo que deben encontrar su concreción en medidas de indulto o amnistía para perseguidos y presos por motivaciones predominantemente políticas y el cese de la represión indiscriminada contra manifestantes, quienes deben encontrar el camino abierto para canalizar sus protestas sin que se permita el recurso indiscriminado a la violencia y la tortura con el doloroso saldo de víctimas inocentes.

Suscriben el comunicado los doctores Rafael Muci Mendoza, presidente de la Academia Nacional de Medicina; Luis Cova Arria, presidente de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales; Claudio Bifano, presidente de la Academia de Ciencias Físicas Matemáticas y Naturales; Luis Mata Mollejas, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas; Manuel Torres Parra, presidente de la Academia Nacional de Ingeniería y el Hábitat; y Francisco Javier Pérez, director de la Academia Venezolana de la Lengua.
Texto completo
Otra reseña del pronunciamiento: El Nacional. Haga click aquí

jueves, 13 de marzo de 2014

A. L. y la sociedad del conocimiento

Jesús E. Mazzei Alfonzo
El Universal, 13/03/2014

La nueva sociedad del conocimiento y la economía mundial que está desarrollándose poco a poco, tendrá entre otras características, un nuevo modo de trabajar, de competir, de comunicarse y transportarse, de organizarse, por ello, en el futuro la ventaja competitiva dependerá más de las nuevas tecnologías de proceso y menos de las nuevas tecnologías del producto, aplicando conocimiento intensivo, fuerte en el sector de los productos y fundamentalmente en los servicios.

En ese sentido, América Latina, tiene un problema de "formación y capacitación" de capital humano, que en términos económicos, se refleja en su baja productividad y competitividad empresarial y en las empresas estatales, con ingentes desafíos hacia el futuro. Este fenómeno explica el hecho de que la región no haya tenido un crecimiento más dinámico durante las últimas décadas, lo cual ha impedido que sus ingresos converjan hacia los niveles alcanzados en los países más desarrollados.

Entre los factores que influyen en la productividad y competitividad de la economía mundial, destacan el progreso tecnológico, que crea nuevos bienes y nuevos métodos productivos, así como las mejoras en la gestión y administración de las empresas, al dotarlas de mayores capacidades para afrontar y adaptarse a los mercados y los riesgos asociados. De este modo en la organizaciones los productos y servicios en los códigos de barra, las conexiones en líneas con proveedores y distribuidores y la información en línea con información compartida permite, facilitan la adecuación flexible a la demanda, a través de procesos como la externalización (outsourcing), la deslocalización (offshorcing) y la contratación interna (insourcing). Esta cadena de valor incorpora la logística en la función de producción, con lo cual la cadena, además de la producción misma incluye las fases de investigación y desarrollo, diseño, distribución, marketing, servicios posventa y reciclaje o eliminación del producto, esto se realiza porque hay una revolución organizacional en marcha. Son redes cada vez más interactivas. La conexión vía Internet cambió la relación entre clientes y proveedores y lo cambiará aún más en el futuro.

Este proceso de mejorar la productividad y la competitividad, mediante los procedimientos que elevan el valor añadido de los productos y los servicios, requiere contar con la "formación técnico-productiva" del individuo y en general de las sociedades que permita mejorar las capacidades y habilidades de los trabajadores, pues cuanto más alta sea su formación, más posibilidades de éxito tendrán en esa nueva economía mundial

De hecho, la economía mundial desde hace por lo menos 25 años, se ha visto sacudida por profundos cambios que incluyen la utilización de nuevos materiales (silicio, fibras ópticas) el desarrollo de la superconductividad, la revolución de los servicios, la separación de la frontera entre la industria y los servicios, unidos a la conformación de bloques económicos.

En virtud de la estrecha conexión entre tamaño, innovación y productividad, la abundancia de empresas y emprendimientos pequeños y unipersonales de baja formación ha sido señalada como una de las razones que explican la baja productividad y en consecuencia competitividad de la región en la desafiante economía mundial.

De no acortarse esta brecha formativa con los países avanzados, la región puede quedarse rezagada, y se situaría en una especie de trampa de la productividad (muy conectada con la trampa del ingreso medio), que se hace crítica y se acentúa cuando las empresas extranjeras que se instalan en el país demandan trabajadores cualificados en las distintas áreas de actividad. Es necesario fortalecer la calidad y las capacidades ante la renovación y modernización del sistema productivo que demanda la región para provocar el aumento de la productividad y la competitividad.

Estos cambios tecnológicos, han creado una arena global de competición entre las economías del mundo capitalista, que multiplican la dimensión de todos los mercados de la economía mundial. La globalización productiva ha tenido un importante efecto impulsor en la globalización comercial, expandiendo el comercio internacional entre filiales de la misma corporación transnacional y entre diferentes corporaciones transnacionales.

En América Latina, durante los últimos años, tras un crecimiento vigoroso, se han creado multitud de nuevos emprendimientos en sectores relacionados con las tecnologías de la información y comunicación necesitan con la máxima celeridad dotar a sus trabajadores, en todos los niveles, de la "formación y capacitación" adaptada a estas dinámicas para asegurarse una mayor productividad mediante una mejor y más extensa cualificación profesional.

Por lo tanto, la región perderá además una magnífica oportunidad para elevar la calidad profesional de su capital humano y, consiguientemente, su productividad y competitividad, claves del moderno crecimiento económico y empresarial. Como también perderá una magnífica oportunidad para continuar avanzando en elevar la calidad y el bienestar general de su población, sino afronta esos desafíos.

¿Para qué transformar la universidad?

Alex Fergusson
El Nacional, 13/03/2014

Los abundantes diagnósticos de la crisis universitaria en el mundo, así como las propuestas y contrapropuestas (el caso de los Acuerdos de Bolonia, por ejemplo) dan cuenta de múltiples dimensiones en las que se constata la inviabilidad de un modelo educativo que ya no se corresponde más con las expectativas de los nuevos actores que emergen en la escena, con las nuevas condiciones de la “sociedad de la información”, con las nuevas exigencias de una mundialización que opera como proceso expansivo y arrollador con relación a las prácticas y discursos tradicionales. Todo ello devela un ámbito que suele permanecer en la opacidad: los sistemas de representación cognitivos, los mapas epistémicos que sirven de comandos para la reflexión, los paradigmas que funcionan como presupuestos en el campo de la producción de conocimientos, en los análisis e interpretaciones de todo género. 

La discusión sobre la temática universitaria arrastra estas implicaciones de modo generalmente tácito. Las interpelaciones intelectuales y la confrontación de tesis están frecuentemente desplazadas en relación con los basamentos epistemológicos de los que se sirven. Muchos contenidos de enfoques e interpretaciones sobre la realidad universitaria provienen directamente de emplazamientos paradigmáticos que están fundando lo que se piensa y cómo se piensa. Pero ello no aparece visiblemente en la agenda de debates. 

Para que un enfoque teórico sobre la universidad o una interpretación coyuntural cualquiera se hagan cargo de sus premisas epistemológicas hace falta recorrer un camino de reconstrucción para el cual el pensamiento ordinario no suele estar ni preparado ni dispuesto. Ello explica las dificultades con las que tropieza frecuentemente el reclamo de fundamentación en estos debates. En buena medida se deben a las conocidas simplificaciones que acompañan al pensamiento que prevalece en estos ambientes. Pero se debe, también y sobremanera, a la dificultad mayor para establecer las conexiones entre una apreciación y su presupuesto, entre una interpretación y su sostén oculto, entre una manera de analizar los problemas y los instrumentos categoriales con los que se opera, es decir, la íntima conexión entre los modos de pensar y las maneras de entender los que ocurre en el seno de las universidades.

La línea maestra con la que se viene trabajando el tema universitario en la perspectiva que nos concierne es justamente la de conectar la referida crisis universitaria con la crisis civilizacional por la que atraviesa la humanidad; y en ese contexto poner en evidencia las múltiples implicaciones que tiene el hecho básico de una crisis epistemológica. Es esta una dimensión que no puede darse por sabida. No solo por las repercusiones que tiene hacia distintos ámbitos de la ciencia y de los saberes académicos, sino por su impacto en los que se perfila como alternativa frente a crisis de los modelos de educación en el mundo.

La crisis de paradigma que caracteriza al momento actual de la humanidad supone precisamente un cuestionamiento de las lógicas que han estado en la base de la racionalidad de la ciencia y demás saberes establecidos. La universidad es toda ella la más elaborada síntesis de esa racionalidad. Por ello la crisis de paradigma impacta directamente en el centro mismo de los modos de producir y reproducir esa lógica. El núcleo más sensible de la crisis universitaria a escala mundial es justamente el que proviene de la crisis de la episteme tradicional en la que se fundó todo su quehacer. Crisis de paradigma y crisis universitaria constituyen polos de un mismo fenómeno que debe ser desentrañado para comprender la naturaleza de situación actual de los modelos educativos y, sobremanera, para encarar de otra manera el diseño de propuesta alternativas frente al colapso de la universidad tradicional. 

Entender las reformas universitarias que proponemos –sustancialmente– como un proceso de cambio paradigmático (epistemológico, organizacional y pedagógico) es la condición de posibilidad para transitar un camino de refundación del papel de la educación en esta nueva era planetaria; es la manera de concebir la universidad que viene en el torrente de un cambio civilizacional de gran envergadura, que ya comienza a manifestarse y frente al cual seguimos paralizados.

martes, 11 de marzo de 2014

Mejores profesores: la asignatura pendiente de Latinoamérica

Robert Valls
El País, 11/03/2014

Es una mañana cualquiera en la escuela Elías Cáceres Lozada, en Arequipa, al sur de Perú. El salón de clases está repleto, ya que, como todos los días, un 95% de los niños asiste a clase, un gran logro para una escuela rural.

Pero la sola presencia de los chicos no significa necesariamente que están obteniendo el aprendizaje necesario que les sirva para su desarrollo en el futuro. Sus padres tampoco lo saben, y no tienen forma de medir si sus maestros están haciéndolo bien o mal.

No es un asunto de cantidad sino de calidad, según afirman.

Hace ya más de una década los gobiernos latinoamericanos se lanzaron a la conquista de una promesa que, quizás por ambiciosa, no ha logrado alcanzar en su plenitud: consolidar una educación pública eficiente y de calidad.

Y a juzgar por los resultados del último informe PISA –que relega a los países de la región a los últimos puestos del ránking educativo mundial, solo por encima de África subsahariana-, esta promesa puede haber derivado en una especie de sueño inalcanzable en un futuro cercano.

Para entender este escenario, según los expertos, es necesario sumar dos factores determinantes: políticas educativas poco eficientes e insuficiente formación de gran parte de los 7 millones de docentes que existen en la región.

Según el estudio Mejores profesores para América Latina y el Caribe, ningún país latinoamericano –exceptuando a Cuba-, cuenta con un cuerpo de docentes públicos que pueda considerarse de alta calidad, y en los últimos 20 años no se han incrementado las habilidades laborales del profesorado.
De hecho, se calcula que los estudiantes latinoamericanos están dos años escolares por detrás de la media de la OCDE.

De todas formas, algunos países de la región han adoptado políticas innovadoras para incrementar el nivel educativo de sus docentes y, paralelamente han aumentado la inversión pública en educación. En promedio, el gasto en educación por latinoamericano aumentó de 86 dólares por persona en 1990, a 119 dólares en 2000 y a 171 dólares en 2008, según la ONU. En toda la región, la inversión en educación es de casi el 19% del PIB, de acuerdo a cifras de la Unesco.
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martes, 4 de marzo de 2014

Foro "Semántica y el uso del lenguaje"

El catedrático español César Vidal, en un video que dura aproximadamente 15 minutos, diserta acerca de algunas amenazas fundamentales que se ciernen sobre la democracia. Unos planteamientos bastante interesantes en nuestro mundo hispanoamericano, de manera muy especial en la Venezuela de hoy. Haga click aquí.