lunes, 28 de noviembre de 2011

Simposio del CENDES de la UCV

Educación, convivencia e instituciones
Pilares de una visión compartida


Lugar: Auditorio de la Casa del Profesor de la UCV (al lado de la Parroquia Universitaria)

Días: jueves 1° de diciembre y viernes 2 de diciembre de 2011

El derecho a la dignidad: entrevista con Camila Vallejo, vocera del movimiento estudiantil chileno

Oleg Yasinsky
LAISUM, México, 27/11/11

Santiago de Chile. Un renovado movimiento estudiantil crece en Chile desde mayo de este año. Son ya seis meses de protestas en las calles, asambleas y articulaciones con otros sectores de la sociedad, bajo la demanda primera de un nuevo modelo de educación que se traduce en “una demanda contra el sistema político y económico en general”.
Camila Vallejo, una joven de veintitrés años, estudiante de la carrera de Geografía, se convirtió en una de las figuras más visibles del movimiento más importante en Chile desde la llegada de la Concertación. Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, militante de las Juventudes Comunistas, Camila es el centro de atracción de los medios de comunicación. Todos hablan de su particular belleza, de su discurso fresco o “duro”, de su fortaleza dentro de un movimiento que, a pesar de la represión ejercida durante sus movilizaciones, se mantiene de pie.

Para conseguir una entrevista con Camila la fila es larga. Medios de comunicación de muchas partes del mundo la quieren entrevistar y la espera puede tardar semanas. Esta es la primera que le concede a un medio de origen mexicano, y se refiere a los retos y esperanzas del movimiento, a los logros obtenidos y a los temores actuales.
Camila habla de la influencia de las redes sociales y afirma que ni el facebook ni el twitter “han levantado este movimiento”; al gobierno de la Concertación lo define como “la otra derecha” en Chile y, finalmente, saluda a los estudiantes de la unam y envía un mensaje a los jóvenes de América Latina.

De su actual protagonismo o liderazgo, Camila afirma que no tiene tiempo de que se le suban los humos a la cabeza. “Nosotros estamos en las cámaras, en las reuniones y haciendo mil cosas, pero se olvidan de todo el trabajo que están haciendo los compañeros, y sin ellos no sería posible esto. No serviría de nada si nosotros convocamos a una manifestación o una jornada y vamos sólo nosotros. Quien está construyendo la base de este movimiento son todos los estudiantes, trabajadores, profesores que trabajan a diario. Esto lo tenemos claro y ha ayudado mucho a no permitir que se nos suban los humos a la cabeza.”
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La autonomía de la Universidad

Jorge Cuesta
LAISUM, México, 26/11/11


ANÁLISIS DEL PROBLEMA

Quien considera la vida de la Universidad durante los últimos años, la ve esclavizada, es decir, ve los estudios desnaturalizados y defraudados por dos distintas exigencias que se disputan el prestigio y el usufructo de la cultura, aunque no la responsabilidad y el esfuerzo que significa: una política y otra económica; pero cuya naturaleza, no obstante, es la misma en los dos casos, ya que el espíritu de cada una de ellas es servirse de la cultura, convirtiéndola en el instrumento de un beneficio personal antes que reconocer y servir a la finalidad superior que le es propia. La corrupción de los estudios, en efecto, tan insistentemente invocada en los círculos universitarios como la justificación de una reforma de la Universidad, no puede ser justamente concebida de otro modo que como la preponderancia en el espíritu de estudiantes y profesores del interés personal sobre el ánimo desinteresado de la cultura. La representación común que se da de este acontecimiento es que se han distanciado entre sí o que se han puesto en desacuerdo los fines de la enseñanza y los fines de la sociedad, en virtud de lo cual se cree necesario reformar o la una o la otra, para lograr la armonía que devuelva a los estudios la perdida conciencia de su utilidad y aun la utilidad misma. Sin embargo, la realidad es que, sin tener un poder efectivo para llevar a cabo esa vaga y utópica reforma, cada quien está dispuesto a dar satisfacción en los estudios antes que a los fines que va a perseguir o que ya persigue su vida en el mundo económico o político, que a los que persiguen los estudios por sí mismos en la vida de la cultura; de tal modo que, forzados por el espíritu que desconoce su naturaleza, los estudios y la Universidad sólo se sienten cada vez más desprovistos de un sentido social absoluto o de "una filosofía", como muy exactamente se ha llegado a decir.

La descripción que se hace del hecho en la mayor parte de las ocasiones no tiene por objeto sino protegerlo y, por decirlo así, corroborar y ahondar más la corrupción de que se trata. Pero no creo que sea posible, después de la nueva ley universitaria y después del escándalo escolar a que se debió su expedición por el gobierno, que se retarde por más tiempo, despreciando esta oportunidad de hacerlo fructuosamente, el análisis del problema y la clara resolución de él.

La Universidad ha sido abandonada por el Estado, no sin un gesto patético muy significativo, "a sus propios fines", en compañía de unos recursos económicos tan exiguos que no alcanzan para pagar el precio de una vacilación costosa o de una nueva experiencia sin éxito; además de que pesa sobre la Universidad la amenaza de que, si fracasa en esta aventura, vuelva a recibir "sus fines" del espíritu más empeñado en desconocérselos. La Universidad, pues, cuenta sólo con unas cuantas horas y con unos cuantos recursos para decidir y establecer su existencia y, con ella, la de la cultura nacional; de un titubeo, no más, depende que cambie su existencia definitiva por su definitiva muerte.

Decimos que son dos las exigencias que han pesado sobre la Universidad para impedirle cumplir con "sus propios fines", una política y otra económica, las que en esencia son inseparables. Reconocido el hecho, se pretende, por cierto partido, para remediarlo, cambiar los fines de la Universidad y, en general, de la enseñanza, o, en otras palabras, cambiar su filosofía, mientras se pretende, por otro partido, con el mismo objeto, cambiar la filosofía o los fines de la sociedad. No nos detendremos a examinar la validez de estos proyectos revolucionarios y románticos, pues nos basta observar que, aun suponiendo que fuera posible la realización de cualquiera de ellos, la Universidad no va a tener ni tiempo ni capacidad para lograrla, ya que se trata nada menos que de cambiar la naturaleza de las cosas. Por otra parte, la Universidad reconocería pronto la insensatez de haberlo deseado, exponiéndose a un fracaso que estará sin duda al término de cualquiera de las dos experiencias, sólo por el hecho de que bastará un tropiezo para que la considere fracasada el ánimo político que espera disfrutarla, como un botín apenas se aflojen las manos que van a detentar su destino. No tiene la Universidad ocasión, pues, sino de reconocer "sus propios fines" y defenderlos de quienes están interesados en desvirtuarla y corromperla, además de que no es otra cosa lo que puede y debe realizar. Y reconocer "sus propios fines" y dedicarse a cumplirlos mostrará a los ojos de la nación tan vivamente esos fines, que es posible esperar que no pueda entonces falsificarlos ni ocultarlos quien lo desea en su personal beneficio político.
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Terrorismo universitario

Juan Carlos Apitz
Tal Cual, 28/11/11


La pervivencia de grupos violentos progubernamentales en la Universidad Central de Venezuela, como el Frente Patria Universidad, el Frente Estudiantil "Voces por la Unidad", el Movimiento Estudiantil "M-28", entre otros, demuestra que el terrorismo de Estado tiene infinitas caras. Ahora bien, el mínimo rigor intelectual exige acercarse a qué es el terrorismo. Así, entre los rasgos distintivos del terrorismo habría que admitir: 1º. Ejercicio de la violencia; 2º Acoso a una persona o colectivo social; 3º.

Atemorizar a la población; 4º. Actuar al margen de la ley.

Sin embargo, definir el terrorismo como compatible con los fines del Estado supondría negar la naturaleza del mismo, puesto que el terrorismo se opone al bien común, que es el fin primario y fundamental del Estado como forma organizada de la sociedad. A esta incompatibilidad se acogen muchos para negar la posibilidad de un Estado terrorista, que es nuestro caso, pero obvian que un Estado puede interpretar como bien común propio el cercenamiento del bien común de otro Estado o incluso una facción de la propia sociedad. Si además añadimos que el Estado está gobernado por un grupo reducido de personas que ejercen el poder, en la medida que su estructura sea más opaca o autoritaria se darán más posibilidades de que desde el mismo se ejerza el terror. Luego, el acoso a un colectivo social desde el Estado tiene dos vertientes: 1) El enemigo ideológico, y, 2) El enemigo existencial. El primero es aquel que se constituye como tal porque la facción dominante del Estado ­que suele coincidir con quien gobierna­ considera que esa otra atenta contra la concepción de Estado concebido por el grupo mayoritario. El salto cualitativo de contrincante político a enemigo ideológico es una de las consecuencias que se derivan de la personalización del Estado en la ideología dominante. La referencia y el grado de acoso al enemigo será proporcional al peligro de su inserción social. Este tipo de terrorismo es el que ha conducido a muchos gobiernos al acoso y represión del potencial enemigo político. A su vez, el enemigo existencial es al que se le niega el derecho a ser. En este caso el terror alcanza su máxima expresión. Aunque podría parecer absurda esta referencia, en la historia se han sucedido casos con mucha mayor frecuencia de lo que parece; por ejemplo: la persecución nazi al sionismo, o la esclavización de refugiados. El Estado, que debería ser el garante del bien común, a veces atemoriza a la población para mantener sumisas y controladas las opciones políticas divergentes a las que asume el poder que gobierna.

El terrorismo es una misma amenaza que procede de grupos revolucionarios marginales, Estados dictatoriales, Estados revolucionarios o Estados pseudodemocráticos. El fin no justifica los medios, incluso para quienes soportados por un supuesto igualitarismo social pretenden imponer su orden en la comunidad universitaria.

Finalmente, de todos los rasgos que con todo tipo de terrorismo comparte el de Estado, el más grave es la actuación al margen de la ley. Precisamente, la impunidad la logra desde la ausencia de justicia que el Estado mismo desde sus entrañas se garantiza. Ante el terrorismo de Estado, en la UCV no debe haber impunidad sino expulsión. ¡Cada quien tiene la suerte que se merece!

Agresiones a la universidad

Juan Páez Ávila
Tal Cual, 28/11/11

En un país en el que todavía es factible que impere en la mentalidad de sus gobernantes una concepción autoritaria, caudillista y militarista para gobernar, la primeras víctimas del autoritarismo, el caudillismo y el militarismo, generalmente son las universidades, los centros de discusión y formación crítica del profesorado y en particular del estudiantado, sin descartar el grado de conciencia ciudadana demostrada por empleados y obreros, que si bien tienen objetivos distintos a los del proceso de enseñanza-aprendizaje, han tenido y tienen la oportunidad de compartir sus luchas por sus legítimas reivindicaciones económicas y sociales, con la defensa de las libertades públicas y en especial de la libertad de cátedra y de investigación que requieren las universidades para cumplir sus fines académicos y científicos.

De allí, tal vez, surge la ambigüedad en la conducta de profesores y estudiantes, sobre todo con rango de autoridades, frente a la exigencia del gobierno "revolucionario" del presidenteChávez, de extender el voto a empleados y estudiantes para elegir las autoridades que deben conducir los destinos de nuestras máximas casas de estudio. No la aceptan, no sólo porque es ilegal, sino también porque un universo de electores distinto al Claustro Universitario, pueda distorsionar los objetivos de formación científica, tecnológica y humanística de los educandos, propios de toda universidad, a la hora de elegir autoridades.

El objetivo del gobierno no es, desde luego, la transformación de la universidad en un centro superior de la excelencia, y ni siquiera de una mayor democratización de esas casas de estudio, al darles participación a empleados y obreros para elegir autoridades. Algo que sólo puede plantearse un gobierno formado por los mejores cerebros políticos del país y de una firme vocación democrática, y no un régimen mayoritariamente dirigido por mediocres, corruptos y de tendencia represiva.

Las universidades pueden aceptar el reto y derrotar a los mediocres candidatos del gobierno en elecciones universales, no sólo porque el autoritarismo y el militarismo son rechazados por la mayoría de la comunidad universitaria, sino también porque ésta puede elegir a los mejores o a las más calificadas autoridades, en sus distintos niveles, desde el Rector hasta los directores de escuelas.

De parte del gobierno ese planteamiento no es científico ni democrático, sino demagógico, que hábilmente lo coloca al lado de sectores mayoritarios de la comunidad universitaria. Para enfrentarlo hay que ser firmemente partidario de la excelencia educativa y verdaderamente democrático.

Si por mandato legal, para ser rector, vicerrector, secretario, decano o director de escuela e institutos de investigación, se exige haber alcanzado el más alto rango académico de Profesor Titular o Asociado, se reduce el riesgo de que una elección masiva pueda obstaculizar la buena marcha de la universidad en el cumplimiento de sus fines últimos.

Después de más de cuatro décadas de democracia nacional y en particular universitaria, de funcionamiento de su autonomía, un gobierno autoritario es rechazado por la mayoría de los estudiantes, empleados y obreros de las universidades autónomas.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Estado de Derecho en la UCV

Nicolás Bianco
El Nacional, 27/11/11

Con el carácter soberano, democrático y el invariable apego al Estado de Derecho y a la estricta aplicación de la Constitución Nacional, a la ley de universidades vigente y a los reglamentos elaborados bajo el precepto del artículo 109 de la carta magna, que otorga a la universidad pública venezolana no sólo su autonomía sino el dictado de sus normas internas, nuestra máxima instancia directiva, representada por el Consejo Universitario, expulsó a un bachiller de la Escuela de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.

Algunos meses atrás el estudiante Pedro Trejo Camacho cayó abatido a las puertas de la Escuela de Administración y Contaduría. Sus compañeros convocaron a las autoridades del rectorado, presididas por Cecilia García Arocha Márquez, a las decanas y decanos y al director de seguridad, para concretar medidas que garanticen la vida.

El auditorio de la Facultad de Farmacia estaba desbordado. El bachiller expulsado irrumpió en la discusión con palabras y expresiones difamatorias, injuriosas, ofensivas e irrespetuosas en contra de la rectora. Los estudiantes y nosotros como autoridades le reclamamos. Siguiendo su conocida trayectoria pendenciera arreció con los insultos. Los propios estudiantes lo repelieron y tuvo que abandonar el lugar.

Nuestra gestión ha presentado 48 denuncias ante el Cicpc y la Fiscalía General. Toda clase de actos terroristas, destrucción del patrimonio institucional, infamias e injurias, bombas y C4, gases lacrimógenos tóxicos, incendio de automóviles, acoso y difamación contra la rectora en sitios públicos en las manifestaciones de protesta. En fin, tres años y casi seis meses en los que Venezuela entera ha reconocido las bandas terroristas con el grito característico de "revolucionarios socialistas". Ningún caso ha sido aclarado por los organismos. El bachiller expulsado es el protagonista principal de varios de esos actos delictivos.

Fundamentados en el Estado de Derecho que rige nuestros actos se pudo instruir el expediente, el Consejo Universitario se abocó a su análisis y expulsó al estudiante, respetando sus derechos jurídicos y humanos.

Muy por el contario, el Presidente de la República lo calificó de "héroe de su revolución", y continuó con el insulto impune en contra de la UCV y sus autoridades, insulto del que se hicieron eco el canciller, la ministra de Educación Universitaria, la fiscal general y, de manera mucho más grosera, la "defensora del pueblo".

Más aún, el martes 22 cuando nos dirigíamos al Aula Magna, ese minúsculo grupo de violentos intentó agredir nuevamente a la rectora y al grupo de autoridades. Nuestra respuesta y la de cientos de familias congregadas entre las "nubes de Calder", en medio de la alegría, la fe y la esperanza, fue la de completar la graduación de 1.400 estudiantes de posgrado, en casi todas las disciplinas del saber y así no sólo establecer un récord histórico de venezolanos y ucevistas que liderarán el proceso de reconstrucción nacional, sino rechazar el odio, el engaño y el resentimiento.

Son pocos los peldaños que nos separan de unas extraordinarias y masivas primarias. Luego, a ganar abrumadoramente las nacionales, gobernaciones y alcaldías. El trabajo por hacer es enorme. La Universidad Central de Venezuela del siglo XXI, más autónoma que nunca, estará con nosotros, en pleno Estado de Derecho, liderando el camino.

jueves, 24 de noviembre de 2011

¡Muera la inteligencia!

Fernando Rodríguez
Tal Cual, Editorial, 24/11/11

Por conocido no vamos a echar el cuento de ese grito salvaje que una bestia fascista lanzó a la cara del filósofo Miguel de Unamuno. Pero sí apuntar que éste alcanzó la perennidad como símbolo del despotismo. Y es lógico que así sea: la inteligencia, por naturaleza, es libre, crítica, negativa, innovadora, inquisidora, inestable, polifónica, moviente, viva.

Por tanto opuesta a lo único, a lo estático, a lo establecido, a lo incambiable, a lo inerte, al poder que tiende a perpetuarse. Por eso es incompatible con la bota que pinta Weil, y en general con todo lo que quiere contraponer la fuerza a la libertad.

Uno de los emblemas seculares de esa inteligencia es, sin duda, la universidad. Y durante estos ya largos años de democracia pervertida el gobierno no ha hecho sino tratar de domeñar esa institución, la inteligencia pues.

Para ello ha hecho de todo: asfixiarla económicamente, crearle universidades-chatarra paralelas, patrocinar las más variadas formas de violencia ­desde tomas hasta cuarenta y tantos atentados en la sola Universidad Central, disposiciones jurídicas grotescas como la elección de autoridades donde hasta los vendedores de piratería electrónica podrían terminar votando, insultos y devaluaciones cotidianos. Y no han podido ni siquiera mejorar los numeritos electorales de sus adeptos, entre profesores y alumnos, que los reducen a una pequeña minoría, vergonzante y, muchas veces, violentista.
Por supuesto que la han dañado en su calidad, construida en tantos años y por tantas vidas y con no pocos sacrificios, pero ahí sigue, al parecer dispuesta a que el enemigo no se apropie sino de sus ruinas.

En estos días hemos visto nuevas arremetidas, cada vez más impúdicas y descocadas contra la universidad. Del Presidente para abajo, entre ellos la ministra del ramo, la fiscala y la defensora del pueblo, han puesto el grito en el cielo porque votaron por un año a un estudiante debido a hechos públicos e injustificables en cualquier comunidad civilizada. Ellos justamente, que han permitido o patrocinado las innumerables criminales tropelías contra la universidad sin que haya hoy un solo responsable.

Ahora glorifican y defienden al agresor de la dignidad de la muy tolerante, excesivamente tolerante y frágil universidad, y casi lo beatifican a priori. Interviniendo así en la odiada autonomía, practicando el más descarado encubrimiento, legitimando la violencia. Es más, parece que la fiscala hasta va a iniciar una acción legal porque dicho acto de elemental higiene es una violación de la Constitución, semejante dechado de imparcialidad. La ministra que había congeniado con el Consejo Universitario y condenado la violencia, ucevista ella, unas horas después salió en defensa del violento sancionado, lo cual da hasta pena ajena por la señora. La defensora es bien conocida por su independencia y coraje para defender el Poder.

Pero ahora el Presidente parece que también planea unos consejos estudiantiles que tratarían de anular la auténtica representación estudiantil, confeccionados con su propia gente y sus billetes, como ha hecho con sindicatos, gremios, organismos estatales y municipales electos. Hasta de milicianos los quiere, en fila y derechitos. Va a ser difícil, Comandante.

La frase con que el fascista español completaba su deseo de asesinar a la inteligencia era: "¡Viva la muerte!".

miércoles, 23 de noviembre de 2011

La política intemperante ahoga la vida universitaria

José Rafael Díaz
UDO-Sucre, 23/11/11

La vida universitaria plena es una experiencia única ya que permite la confrontación libre de las ideas y exige el respeto de las diferencias. Bajo estas premisas, la eficiencia, el respeto a los reglamentos, la negociación, la formulación de planes y el reconocimiento de las fallas deberían ser hechos cotidianos. El llamado de atención y las críticas hacia el ejercicio del poder universitario deberían ser tomados en cuenta para enderezar el rumbo y alcanzar el bien común.

No ocurre así en el Núcleo de Sucre. Las acciones y opiniones de quienes piensan de manera diferente no son, en general, bienvenidas. En pleno siglo XXI, en el Núcleo se insiste en progresar con las gríngolas y las orejeras bien apretadas. Quien insiste en hacer oír su voz es sometido al odio intra y extramuros.

Ruptura del ejercicio autonómico

Eleazar Narváez
Tal Cual, 23/11/11

El principio universitario sigue incólume ahí, sin modificarse, en la Carta Magna del año 2000, en la Ley de Universidades de 1970 y en la Ley Orgánica de Educación de 2009. Aparentemente no hay de qué quejarse. Los voceros del régimen dicen que no pasa nada, que la universidad sigue siendo autónoma. Y otros, de modo verdaderamente sorprendente, afirman que esa institución es hoy más autónoma que nunca. En ese plano, en el de la letra constitucional y en el de los textos legales, todo muy bien, disfrutamos de autonomía universitaria, la vigencia de ésta no se ha quebrantado.

Pero dolorosamente, en otro plano, en el de los hechos, la realidad dice otra cosa. Desgraciadamente, como lo he sostenido en reiteradas ocasiones, la autonomía en nuestro país tiende a convertirse, cada vez con mayor intensidad, en letra muerta. Vuelvo a señalar esto en unas circunstancias en las que se producen otros ataques terroristas a la UCV para desestabilizarla, con un saldo de dos vehículos incendiados y una única respuesta institucional, la de sus autoridades me refiero, que promueve de modo incomprensible la desmovilización de la comunidad universitaria, al suspender, desde el martes 15 de los corrientes, todas las actividades hasta nuevo aviso.

Estos hechos, aunados a varios otros ocurridos recientemente días atrás, tales como la toma violenta del edificio del rectorado y el secuestro de autoridades y trabajadores, con el uso de artefactos explosivos, así como las agresiones a miembros de los centros de estudiantes de las Escuelas de Derecho, Ciencias Políticas y Estudios Internacionales, no hacen más que profundizar la ruptura del ejercicio autonómico en nuestra institución, ya seriamente afectado tanto por la asfixia presupuestaria que le impone el Gobierno, como por las recurrentes arbitrariedades del Tribunal Supremo de Justicia, entre otros factores.

No menos graves resultan algunas señales de conformismo y pasividad ante tales hechos. Sería muy terrible que éstos desencadenaran en los miembros de la comunidad universitaria un miedo paralizante, con poca o nula capacidad para enfrentar esa violencia más allá de la queja y la denuncia permanente en los diferentes medios de comunicación.

Recuerdo ahora unas palabras de Almudena Grandes, contenidas en un artículo suyo publicado en El País el pasado 14 de este mes, las cuales, si bien estuvieron dirigidas a los españoles con motivo de sus elecciones el 20 de noviembre, podrían inspirarnos un poco para responder a los grandes retos que hoy tenemos en la UCV y en las demás universidades aún no secuestradas por el régimen: “Nuestro futuro está en nuestras manos, pero todos los caminos para conquistarlo pasan por la derrota de la resignación”

Derrota, en nuestro caso, de la resignación al deterioro progresivo y letal de las condiciones necesarias para el ejercicio de la autonomía.

martes, 22 de noviembre de 2011

"Hoy la situación es diferente en beneficio de los docentes"

El Nacional, Siete Días, 20/11/11

Entrevista a Héctor Navarro
 
El diputado y ex ministro de Educación reconoce que los sueldos de los profesores "no son muy buenos", pero considera que se debe a los problemas financieros que vivió el país hace tres años

Héctor Navarro ­ingeniero eléctrico, profesor universitario jubilado, ministro de Educación en tres ocasiones, miembro de la dirección nacional del PSUV y diputado a la Asamblea Nacional­ es autor de dos patentes internacionales. Una, desarrollada en Inglaterra, es un instrumento para medir la temperatura con extrema precisión; la otra, es una máquina eléctrica que hizo por interés de una empresa estadounidense. "No me pagan ni una puya por ninguna", dice en su despacho de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, de la cual es presidente. Sin embargo, tuvo el chance que otros no tienen hoy: participar de la generación de conocimiento entre salones y laboratorios, con presupuesto suficiente para sentarse a crear sin apremio.

--Las universidades autónomas están perdiendo a los docentes más preparados por los bajos sueldos y el poco apoyo para la investigación. ¿Cómo evalúa esto? --La situación que describe la denuncié yo y otros compañeros de trabajo a finales de los años ochenta, con la diferencia de que antes había 600.000 estudiantes universitarios y hoy más de 2 millones. El Estado ha hecho esfuerzos muy grandes por ampliar la cobertura.

En 1999, cuando llegamos al gobierno y yo fui ministro de Educación, las deudas de prestaciones sociales de las universidades databan de 1975. Con el esfuerzo que se hizo, mientras hubo recursos, pusimos al día los pagos de prestaciones sociales. Cuando hace 3 años los precios petroleros cayeron hubo que hacer recortes. Entiendo que se están poniendo al día. Los profesores acabamos de recibir un aumento de salario de 40%

"Venezuela había construido una planta profesoral de primera"

El Nacional, Siete Días, 20/11/11

Entrevista a Vladimiro Mujica
 
El profesor venezolano de la Universidad de Arizona afirma que deben hacerse cambios en las casas de estudio pero que el oficialismo busca transformarlas en instituciones dóciles y de pensamiento único

Con una larga carrera en varias universidades del mundo, el venezolano Vladimiro Mujica es profesor titular de la Universidad Estadal de Arizona (Estados Unidos), en el departamento de Química y Bioquímica. Autor de múltiples investigaciones publicadas en medios especializados, uno de sus proyectos actuales es la creación de artefactos que sean económicos, fáciles de manipular y exactos para diagnosticar dengue y malaria.

Mujica es químico egresado de la UCV en 1979, fue docente en esa institución, hizo un un doctorado en Suecia y un posdoctorado en Israel. Relacionado activamente en el medio de la investigación venezolana e internacional durante todo su desarrollo profesional, considera que el Gobierno adelanta un "bien orquestado proceso de asfixia" con las universidades autónomas y que eso arruinará la oportunidad de utilizar el conocimiento para salir de la pobreza.

--El oficio del profesor universitario pareciera que ­según datos de las casas de estudio venezolanas­ ha perdido algo de interés entre los profesionales jóvenes. ¿De qué es síntoma esto? --Esto está ocurriendo en todas partes del mundo en buena medida por la competencia salarial con el sector privado. A eso se añade el hecho de que la educación es crecientemente percibida como un servicio social al que se tiene derecho y del cual se esperan resultados como cualquier otro. Esto, paradójicamente, menoscaba el rol de los docentes porque la educación es un proceso complejo que requiere actuaciones complementarias del educador y el educando. A todo esto hay que añadirle en el caso venezolano los sueldos bajísimos del sector y la politización de todas las decisiones en la materia.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Entre la Plaza Venezuela y los Chaguaramos

Elías Pino
El Universal, 20/11/11

Cuando se encargó el actual equipo rectoral de la UCV escribí un artículo sobre las expectativas que su elección provocaba, pero también sobre los desafíos que debían enfrentar. La masiva votación que los respaldó apuntaba a la búsqueda de un cambio, a través del cual se renovara la academia para cumplir la obligación de estar a tono con los tiempos y también para que, de paso, se escudara de los zarpazos del Gobierno. Eso decía entonces, anhelando el comienzo de una metamorfosis e imaginando cómo el oficialismo se ocuparía de trabar la faena después de la derrota gigantesca que le propinó el claustro. Sobre la conducta del Gobierno resulta fácil escribir ahora, debido a los testimonios de sus planes avasallantes contra la autonomía, pero tal vez no resulte tan sencillo, ni tan políticamente conveniente, detenerse en los desaciertos y en las vacilaciones de las autoridades universitarias ante el compromiso que la comunidad les exigía cuando los puso al frente de la institución. Aquí algo se tratará en adelante, sin embargo.

La estrategia del régimen desde el comienzo de la actual gestión rectoral ha consistido en una propuesta de democratización, con el objeto de establecer el voto de los profesores sin escalafón, de los estudiantes, de los empleados y de los obreros en la elección de los organismos de cogobierno. Una campaña pertinaz, a la cual siguió la intervención de los actos electorales que no cumplían con la apertura del sufragio universal, se convirtió en una interferencia de la convivencia en el campus y en una violación de la Ley de Universidades. Aparte de ser también la negación del sentido común, desde luego. ¿Cómo reaccionaron las autoridades de la más alta casa de estudios frente a la conducta demagógica e insensata de la "revolución"? Aceptaron el chantaje que los obligaba a balbucear argumentos inconsistentes, o a no decir nada que los colocara como enemigos del voto de todos los miembros de la comunidad. Ideas de sobra deben tener los catedráticos del equipo rectoral, pero también los decanos y los representantes profesorales que integran el Consejo Universitario, para oponerse al disparate de unas elecciones dependientes de una masa de sufragantes incompetentes, no en balde se trata de seleccionar con criterios académicos sobre designaciones y asuntos de naturaleza académica que le conceden peculiaridad al fenómeno, que lo hacen diverso frente a otro tipo de elecciones o de escogencias dependientes de la soberanía popular, pero apenas desembucharon tímidos reproches que de nada han servido frente a las prédicas populistas del oficialismo. No dejaron de oponer recursos legales ante el TSJ, pero sin debatir en las áreas de su influencia la demagogia de la "revolución" ni llamar la atención sobre los perjuicios que acarrearía.

Quizá temeroso de perder el apoyo de sus bases, el movimiento estudiantil siguió un derrotero de coqueteos con la extensión del voto, para permitir el crecimiento de factores contrarios a la autonomía y de la idea habitual de universidad con lo cual se ha congeniado en la generalidad de las claustros del mundo occidental que han llevado la educación y la administración de la educación a escalas de excelencia. Más cercanos a la mayoría de los miembros de la comunidad y habituados cada vez más al calor de las multitudes, los líderes estudiantiles se han visto estrechados a comulgar con la insólita democracia que ventila el chavismo, para que sea ya hecho evidente la existencia de una deformación ante cuyo crecimiento parece difícil el encuentro de medicina. De allí que se pueda ver ahora la existencia de un colaboracionismo con el régimen, protagonizado por los autoridades y por la dirigencia de los bachilleres, que conduce a situaciones de parálisis y de carencias de gobernabilidad como las que ahora observamos debido al crecimiento de la violencia ante unas autoridades sin apoyos para detenerla.

Todavía las universidades están bien paradas ante la opinión pública. Las encuestas las colocan de primeras en las escalas de aceptación de los encuestados. Es un logro que nadie puede regatear, debido a que en su seno todavía reina la pluralidad de pensamientos y a la fama bien ganada de los estudiantes en sus luchas contra el Gobierno. El simple hecho de que la "revolución" no las haya tomado del todo, de que se las haya visto negras en la mayoría de las consultas realizadas en la última década, sustenta una orientación del universo consultado que no es susceptible de rebatimiento. Sin embargo, en el caso de la UCV no se han efectuado los cambios a través de los cuales cumpla la autoridad con la renovación de los planes de estudios y de los proyectos de investigación que puedan permitir el fortalecimiento de una manera de entender el mundo, en la cual podamos cobijarnos como sociedad en la lucha contra el autoritarismo. Al contrario, el predominio de la inercia, las divisiones a la hora de tomar medidas frente a anomalías internas, el abandono de las Facultades a sus rutinas sin mayores nexos con la república y, en especial, la incapacidad de proponer un discurso lúcido para las mayorías de la población, capaz de traspasar los límites del campus, no vaticinan situaciones halagüeñas. Quizá las llamas de los carros incendiados hace poco por unos delincuentes disfrazados de universitarios nos impidan ver un panorama tan poco sugestivo, pero se encuentra ubicado entre la Plaza Venezuela y Los Chaguaramos. 

La universidades resisten el deterioro institucional

Gustavo Méndez
El Universal, 20/11/11

La universidad no anda bien. Diversos factores, internos y externos, obturan su funcionamiento. En los últimos cinco años ha estado sometida a un feroz recorte presupuestario, a los paros de profesores y trabajadores, a los ataques del Gobierno, a las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la ofensiva de grupos violentos. Se trata de una carrera de supervivencia donde cada día hay más escollos.

Para el ex vicerrector académico de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Eleazar Narváez, las instituciones resisten el ataque oficial."El Gobierno optó por crear un sistema paralelo y asfixiar a las autónomas en su afán de tener universidades apegadas a su proyecto político".

Un paso en ese sentido es el recorte presupuestario que desde hace cuatro años erosiona la autonomía financiera. Cada año el Ministerio de Educación Universitaria aprueba sólo 50% de los fondos exigidos por las casas de estudios.

"Desde 2007 se aplica una política de cero incremento de los presupuestos. La única alza es para cancelar los aumentos salariales", recuerda el Vicerrector Administrativo de la Universidad de Carabobo, José Ángel Ferreira.

Si bien el Gobierno ha aprobado varios créditos adicionales los fondos son para cancelar salarios y deudas laborales. No habrá recursos para la inversión

"No hay previsión de fondos para la ampliación y mantenimiento de la infraestructura, compra equipos e insumos. Así la universidad no puede desarrollarse".

De paro en paro

Si de recursos se trata profesores y empleados son especialistas en la materia. Sólo en 2011 se han convocado más de diez (10) paros de docentes y de trabajadores. Si bien los empleados han firmado acuerdos con el Ejecutivo aún persisten las protestas y los intempestivos cierres de portones y aulas.

Por su parte, los profesores aún no son atendidos por la ministra Córdova, pese a su inquebrantable lucha para exigir el cumplimiento de su contrato. "Seguiremos en la calle hasta que el Gobierno se siente a conversar. Los profesores sólo exigimos el cumplimiento de las normas de homologación y la cancelación de las deudas", expresó el secretario general de la Asociación de Profesores de la UCV, Héctor Moreno.

Los cierres de accesos y de las dependencias han afectado seriamente la planificación y desarrollo de las actividades académicas y administrativas.

Sin derecho a elegir

La Sala Electoral del TSJ también fomenta el caos institucional al interferir en los procesos electorales. A la fecha ha emitido once sentencias para suspender igual número de comicios en ocho universidades incluyendo las cinco autónomas. Para el presidente de la Comisión Electoral de la UCV, Tony Chacón, "son decisiones políticas para desconocer la autonomía de las universidades para darse sus propios gobiernos. Todas las sentencias de la Sala Electoral contradicen el dictamen de la Sala Constitucional". 

"La UCV se queda sin profesores"

Rememorando lo que dijimos al periodista Gustavo Méndez en una entrevista publicada por El Universal el  23/07/06:

En la Universidad Central de Venezuela (UCV) el futuro luce algo ominoso con respecto al personal docente e investigador (PDI). De a poco, por la lentitud en la reposición de cargos la institución se va quedando sin profesores. En estos momentos 51,61% de los 7 mil 588 docentes e investigadores son activos, el resto, es decir 48,39%, son jubilados o pensionados. A ese ritmo, en pocos años habrá más personal fuera que dentro de la Universidad. Sin embargo, el Ministro de Educación Superior, y docente de esa institución, Samuel Moncada, si bien admite la situación antes señalada, acotó, que es necesario implementar una "auditoría académica", pues a su juicio la falta de profesores se agudiza por una deficiente distribución de las cargas académicas, y por ende hay que optimizar la labor de sus colegas. En respuesta, el Vicerrector Académico, Eleazar Narváez, negó el señalamiento y se preguntó: "¿cuál estudio certifica esa apreciación?". En cambio, recordó que a la UCV se le aprobó en el presupuesto de 2006: "un poco más de 7 millardos de bolívares, la tercera parte de lo solicitado, recursos son insuficientes para crear nuevos cargos en la UCV", precisó la autoridad. Así las cosas, lo único cierto hasta el momento son los números que arrojó el estudio Indicadores de la descapitalización de la docencia e investigación en la UCV, de la investigadora del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) Mabel Mundó, trabajo que expone la realidad del problema de la renovación docente, que junto al proyecto Registro de Información Académica (RIA), conforma el programa para el desarrollo académico que adelanta el Vicerrectorado del ramo.

Se buscan profesores

Laura Helena Castillo
El Nacional, 20/11/11

Los efectos de la crisis económica más severa que han sufrido las universidades autónomas en los últimos años llegaron a las aulas: los docentes mejor preparados dan menos horas de clase o se han ido del país, falta la generación de relevo y el financiamiento para la investigación es limitado. Es la descapitalización del conocimiento.

En la Universidad de los Andes hay cargos de profesores que están vacantes. No son pocos. Lo están a pesar de que tres veces al año, durante los últimos dos, se han abierto concursos para captar docentes. La institución, con sede principal en Mérida ­ciudad universitaria de tradición­ hizo reiteradamente los llamados públicos, sobre todo para materias en las carreras de Medicina, Odontología e Ingeniería, pero nadie respondió.

La falta de interés en formar parte del mundo académico universitario no ha sorprendido sólo a las autoridades de la ULA. Detrás de los efectos sonoros de la diatriba política, de las intensas actividades del movimiento estudiantil, de los capítulos violentos en las casas de estudio, del debate por la autonomía, de las críticas a la metodología de ingreso, hay un modelo de institución que se está desfigurando: cátedras cerradas, profesores que renuncian o dan menos horas de clases, laboratorios vacíos, líneas de investigación enfriadas, conocimiento que se deja de generar y de legar, y capital intelectual que jamás se recuperará. Las deficiencias presupuestarias que sufren en los últimos años las universidades autónomas ya se sienten en los salones de clase.

Este año, en la Facultad de Humanidades de la Universidad Central de Venezuela, 20% de los concursos quedó desierto. La Escuela de Educación de esta facultad tiene más de 5.000 alumnos y es una de las más grandes del país. Aquí el problema adquiere una doble dimensión: falta quienes enseñen a enseñar. "Las escuelas que más sufren son las de mayor tamaño, como la de Educación. Hay vacantes en la cátedra de Orientación Educativa, que imparte varias asignaturas a lo largo de la carrera; para la materia de Sociología de la Discapacidad tampoco hay profesores. En la Escuela de Filosofía no tenemos quien dé Filosofía de la Praxis. En la facultad hay algunas cátedras que se han cerrado porque no hay profesores", ofrece un balance Piero Lo Mónaco, decano de la facultad. 
Texto completo: parte 1; parte 2

viernes, 18 de noviembre de 2011

Conflicto general en la educación

J.A.Aunión
El Pais, 18/11/11
 
Si la crisis la paga la educación pública en forma de recortes y de decisiones que la deterioren, miles de personas la van a defender. A tres días de las elecciones, ese es el mensaje que ayer lanzaron miles de universitarios con una jornada de movilización en una veintena de campus de todo el país, que coincidió con la octava huelga de docentes en la Comunidad de Madrid en lo que va de curso.

Desde anteayer ha habido encierros en universidades, huelgas y manifestaciones en una decena de ciudades y algunos incidentes (los estudiantes cortaron autopistas en Barcelona y Madrid) bajo el lema "la educación no se vende, se defiende". Con la entrada en escena de los campus -que a los recortes añaden entre sus protestas lo que consideran la ofensiva neoliberal encarnada en el proceso de Bolonia y la estrategia 2015 impulsada por el Gobierno-, todo el sector educativo se acaba de movilizar, tras la multitudinaria manifestación del pasado 22 de octubre en Madrid de profesores, padres y alumnos de colegios e institutos de toda España. Y lo hace además con esos nuevos mecanismos asamblearios propios del 15-M que, apoyados en las redes sociales, están tirando en muchas ocasiones desde abajo de las estructuras clásicas como los sindicatos. Esa es "una riqueza" del movimiento, dice el profesor de Filosofía de la Autónoma de Madrid Jorge Riechmann.

¿Cuál autonomía universitaria?

Eleazar Narváez
Tal Cual, 18/11/11

 Hoy recuerdo con nitidez aquel día cuando mi hijo Carlos Ernesto, en ese entonces estudiante de Geografía de la UCV, me acribilló con varias preguntas que no dejaron de inquietarme: ¿qué es la autonomía para ustedes? ¿Por qué hablan tanto de la autonomía si nuestra universidad padece de innumerables problemas internos? ¿Autonomía para qué, viejo? Después de cinco años vuelven a mi memoria esas cuestiones que recibí como una interpelación en ese momento, precisamente cuando me desempeñaba como Vicerrector Académico de esa institución. Son interrogantes que en aquellas circunstancias me invitaron a una mayor reflexión, y en la actualidad siguen exigiendo respuestas muy distintas a las que hemos dado y aún continuamos ofreciendo los universitarios. Esto lo digo con la mayor convicción.

¿Y acaso en la difícil situación que vive la universidad autónoma en el presente,no escuchamos voces de diferentes actores de la comunidad universitaria que se lamentan de la menguada capacidad de movilización en torno al concepto de autonomía universitaria? ¿Es que dicho término ya no logra aunar las voluntades de los universitarios en la defensa de su institución ante los graves ataques que sufre hoy en día de modo sistemático? ¿En verdad hay consenso y claridad acerca de lo que significa hoy la defensa de la autonomía universitaria? Son preguntas que también desafían nuestra acostumbrada manera de pensar y actuar en relación con lo que consideramos, no obstante, un principio clave en la vida universitaria.

Tres planteamientos fundamentales cabe hacer en la búsqueda de respuesta a tales cuestiones. En primer lugar, es preciso advertir que la existencia de la autonomía universitaria no se expresa sólo en lo que está plasmado en la Constitución y las leyes respectivas. Hay una autonomía de "carne y hueso", una autonomía en ejercicio, como parte de un proceso que se desarrolla en ciertas condiciones y con unos protagonistas concretos. En Venezuela son notorios los esfuerzos gubernamentales para deteriorar al máximo ese ejercicio autonómico por distintos medios, con recurrentes presupuestos deficitarios, ataques violentos por parte de grupos afectos al régimen, acoso moral y simbólico, entre otros.

En segundo lugar, es urgente emprender el rescate del sentido fundamental de la autonomía universitaria, con la clara precisión de que las múltiples dimensiones de ésta (académica, administrativa, financiera, etc.) estén al servicio de aquél en los diversos espacios del quehacer universitario. Lamentablemente esto parece haberse desdibujado.

Por último, hay que abocarse a la búsqueda de mecanismos para que la autonomía, sin discriminaciones, sea hecha suya, sentida como un bien primordial e indispensable, por cada uno de los miembros de la comunidad universitaria.

Afortunadamente, estas reflexiones tendremos la oportunidad de continuarlas en este espacio. 

jueves, 17 de noviembre de 2011

Metas educativas 2021

Gioconda San Blas
Tal Cual, 17/11/11

"Metas Educativas 2021: desafíos y oportunidades" es un reciente informe del proyecto SITEAL, iniciativa compartida por la UNESCO y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Con el propósito de proponer "la educación que queremos para la generación de los Bicentenarios", ese documento se explaya en once metas generales que van desde lograr la igualdad educativa y superar la discriminación hasta fortalecer la investigación científica y favorecer la conexión entre la educación y el empleo a través de la educación técnica profesional.

La meta general octava: "Fortalecer la profesión docente", propone el mejoramiento de la formación inicial del docente, su capacitación continua y el desarrollo de la carrera profesional docente. Es una meta particularmente importante porque de ella depende la excelencia de la enseñanza que se imparta, dado que la calidad de un sistema educativo nunca podrá ser superior a la calidad de su personal docente.

Datos de la UPEL señalan que de sus 8.706 egresados en 2011, apenas 5% lo hizo en ciencias: 286 en matemáticas, 62 en física, 45 en ciencias de la tierra, 93 en química y 125 en biología. Contrastan estas cifras con el número de egresados en educación preescolar (2.280) o educación integral (2.426). No resulta sorpresivo, por tanto, que en los liceos del país la escasez de profesores en ciencias haga posible la aberración de dar por aprobados inexistentes cursos en química, física, matemáticas, nunca impartidos por falta de docentes. Los bachilleres que así egresan se encuentran en severa desventaja, razón por la cual las universidades académicamente sólidas se han visto obligadas a abrir cursos propedéuticos para nivelarlos.

Ejemplos, el programa de igualdad de oportunidades (PIO, USB) y el Samuel Robinson (UCV).

En la Dirección de Ciencia y Tecnología del Gobierno de Miranda hemos construido una red para contribuir a mejorar la calidad de la enseñanza de las ciencias en el sistema educativo mirandino.

Conformada por cerca de 140 docentes promotores de ciencias, trabajan en conjunto con más de 400 voluntarios, profesores y estudiantes de varias universidades, entre ellas, UCV, UPEL, USB, UNA, UniMET, que a través del servicio comunitario dictan cursos de capacitación o desplazan laboratorios móviles de aprendizaje. Y la actividad más vistosa: las ferias de ciencias y el encuentro mirandino de ciencia y tecnología en donde el estudiantado de los liceos se involucra con sus docentes en el diseño de experimentos que competirán por el primer lugar en ese certamen del saber donde todos ganan al crecer en alfabetización científica, para estar a tono con el imperativo del siglo XXI, el siglo del conocimiento, y con sus exigencias de interacción en un mundo cada vez más globalizado y tecnificado. 

lunes, 14 de noviembre de 2011

En defensa de la autonomía

Humberto Muñoz García
LAISUM, México, 10/11/11

 
La defensa de la autonomía es, en la actualidad, el principal reto de las universidades públicas. Hay que insistir en ello porque en las universidades de Durango, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Sinaloa y Veracruz, recientemente, ha habido amenazas en su contra. La alerta proviene de lo dicho por el rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), doctor Enrique Fernández Fassnacht, en la entrevista realizada por el director de Campus, Jorge Medina Viedas, publicada la semana pasada.

Hay países donde la autonomía de las universidades no está sancionada en la ley suprema; los gobiernos la dan por hecho, y la respetan, en sus relaciones con las casas de estudio. En México, la autonomía universitaria aparece definida en la fracción siete del artículo tercero de la Constitución Política. Se otorgó de manera formal, por primera vez, en 1917, cuando el Congreso local decretó la creación de la Universidad de Michoacán.

En 1923, cuando se origina la Universidad de San Luis Potosí, el gobierno de la entidad decretó que sería una institución autónoma en lo que respecta a su funcionamiento interno. En 1929 se otorgó el carácter de autónoma a la Universidad Nacional de México. Hoy casi todas nuestras universidades han ganado la autonomía.

Estos antecedentes son importantes porque ha sido el gobierno el que estableció formalmente la autonomía para regular sus relaciones con las universidades públicas. Y han sido los gobiernos federal y estatales los que se han encargado de amenazarla y, en ocasiones, de violarla de manera flagrante.

La autonomía es fundamental para que las universidades no tengan ingerencias externas que quieran influir en el rumbo que se tracen. Es esencial para que las casas de estudio puedan fincar relaciones sanas con todos los públicos que en la sociedad se interesan por los resultados de su trabajo.

La autonomía garantiza que las universidades puedan esforzarse en dar una educación de la más alta calidad posible, dentro de sus condiciones y capacidades. La autonomía brinda la seguridad para que las universidades decidan qué y cómo enseñar, para elaborar sus planes y programas de estudio e investigar todo aquello que consideren importante conocer. Libertad de cátedra y de investigación, en suma.

También, la autonomía permite que las universidades se gobiernen por sus propias reglas. Por todo ello, dice el rector de la UAM, hay que “conservar el concepto de autonomía químicamente puro”.

En varios libros, resultado de proyectos de investigación del Seminario de Educación Superior de la UNAM, hemos tocado lo relativo a las relaciones de la universidad pública con el gobierno y el significado del carácter público y autónomo de nuestras universidades.

La revista Perfiles Educativos publicó un número especial con motivo del aniversario número ochenta de la autonomía de la UNAM. En estas publicaciones, y en otras, habíamos asentando los peligros y fragilidades de la autonomía en medio de políticas y actitudes de los gobiernos dirigidas al control político y académico de las universidades públicas.

La entrevista con el doctor Fernández Fassnacht ilustra, con toda claridad, algunos de los problemas que habíamos enunciado y analizado. El gobierno federal ha tratado de avanzar sobre la autonomía por medio de la rendición de cuentas orquestada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), desde donde pide regular y evaluar la vida académica de las instituciones.

En los centros públicos de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Secretaría de Hacienda tiene representantes en los órganos de gobierno que intervienen en la evaluación de dichas instituciones, en ejercicios que se llevan a cabo varias veces al año, lo cual es un sinsentido dentro de las lógicas con las que avanza la academia.

Me ha tocado escuchar, debatir y estar en contra de la idea de que la evaluación a la docencia universitaria se lleve a cabo mediante la intervención de la Dirección General de Profesiones, la cual podría determinar la entrega de la cédula profesional a los egresados de una serie de carreras mediante un examen que mida su calidad.

Otros han argumentado que se haga por la vía del examen de egresados que aplica el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval). Tiene toda la razón el rector de la UAM. Por cualquiera de estas vías se atenta contra la autonomía.

Hay un punto más, de enorme relevancia, que toca el rector de la UAM. Los programas de concurso por fondos extraordinarios, que fragmentan los recursos económicos, que han sido los vehículos para introducir la competencia entre las instituciones —una competencia en la que no todos tienen las mismas condiciones para competir, donde el gobierno es juez y parte—, han sido el canal por el cual el gobierno federal ha podido intervenir en el rumbo académico de las instituciones, la vía causante de que los académicos tengan que estar llenando formatos anuales para poder hacer normalmente su trabajo.

Dos cosas salen de aquí. La necesidad de un cambio de óptica y de procedimientos para financiar a las casas de estudio y la idea de poner en marcha un sistema de evaluación institucional que rompa con la república de los indicadores.

El país requiere que se hagan cambios que dejen a las universidades hacer su papel para apoyar el desarrollo nacional y local. La buena educación superior y la creación científica florecen más y mejor en un régimen democrático.

Hay que poner en marcha políticas que dejen en libertad política y académica a las universidades, mediante un nuevo pacto social en el cual intervengan los rectores y las comunidades académicas, que deben poner especial atención a las políticas educativas y a lo que resulta de la becarización de nuestro trabajo.

Por lo pronto, en defensa de la autonomía, sería deseable que nos unamos a las ideas del rector Fernández Fassnacht.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Educación contra el humanismo

Eduardo Vásquez
Tal Cual, 13/11/11

 
E l 25 de septiembre de 2011, la ministra de Educación dio una importante declaración en El Universal. No sólo asombra lo que dice, sino más aún, lo que calla. Para ella no hay historia. En 1793 se proclamó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. En ella se estatuyeron, no los derechos de los burgueses para proteger a sus intereses y privilegios, como sostiene Marx erróneamente en La Cuestión Judía, esos derechos, según él, "no son otra cosa que los derechos del miembro de la sociedad burguesa, es decir del hombre egoísta, del hombre separado del hombre y de la comunidad"; por el contrario, son derechos de todos los hombres, cualesquiera fuera su posición social, su etnia, su religión; son derechos universales y no los de una clase social. Se estatuyen para proteger a los ciudadanos contra los abusos del poder.

Hoy estamos viendo cómo esos derechos son exigidos universalmente (países árabes, asiáticos, africanos), lo cual echa por tierra la tesis de algunos sociólogos, quienes, para invalidarlos, los calificaron de eurocéntricos. La revolución americana y la francesa aportaron valores. Esos valores fueron básicos para que los países occidentales burgueses lograran un desarrollo económico e industrial nunca visto en la historia. Así lo reconoce el fundador del socialismo científico: "la burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia un papel verdaderamente revolucionario... Hasta que ella no lo reveló, no supimos cuánto podía dar de sí el trabajo del hombre". Y más adelante Marx señala cuál es la artillería pesada de la burguesía: "la baratura de las mercancías que derrumba todas las murallas de China...

obliga a todas las naciones a abrazar el régimen de producción de la burguesía o perecer". No sólo aportó la revolución burguesa los derechos del hombre, trajo también otros valores inherentes a la producción para el mercado y el intercambio: "El individualismo crítico (desaparición de toda autoridad supraindividual), la libertad y la igualdad entre todos los hombres, la universalidad de las leyes y el derecho a la propiedad privada.

Para que exista sociedad capitalista tiene que haberse impuesto la igualdad. Esto lo advierte Marx al inicio de El Capital cuando postula el trabajo abstracto (universal) que se concreta en cada trabajador y en cada mercancía (particular), y también en el acto de intercambio de las mercancías, en el que los participantes son rigurosamente iguales. La idea de universalidad (pesadilla de algunos sociólogos postmodernos) tiene su origen en el intercambio, del cual es a la vez condición y resultado: en cualquier catálogo se ofrecen mercancías con precios iguales para todos, sin importar raza, color, nación o religión. Otra categoría mental que surgió con la burguesía es la tolerancia (monstruo inadmisible para socialistas del siglo XXI, y familiares nazis y fascistas). En el intercambio carece de toda importancia las convicciones de los participantes (cristianos, judíos o mahometanos), en nada influyen en la capacidad para realizar el contrato. Estos valores, que impulsaron el desarrollo económico, social, humano, surgieron con la Ilustración y cobraron plena vigencia en la sociedad de producción para el mercado.

La ministra para la Educación enumera los valores del socialismo: "Solidaridad, cooperación y colaboración, superiores al egoísmo y a la competencia, es decir, quítate tú para ponerme yo (sic.)" De acuerdo con lo que expusimos sobre los valores de la sociedad capitalista, lo que dice la ministra es más propio de un rapero que de una licenciada o doctora en educación. La competencia en cualquier campo humano se aplica para escoger los mejores. En atletismo, en ciencias, en cualquier profesión se aplica para escoger los mejores. Sustituir esa competencia por el dedo del Comandante ha producido desastrosas consecuencias. ¿Cree la Ministra que la igualdad jurídica elimina las desigualdades humanas? Donde más impera el quítate tú pa’ ponerme yo es en la sociedad que quiere formar el Comandante.

Colaboración y cooperación son propias de toda sociedad donde exista la división del trabajo. En la sociedad capitalista ya estaba presente, como lo anota Marx en el tercer tomo de El Capital. En las teorías de la historia de Hegel y de Marx ésta es una sucesión de formaciones sociales que aportan valores que no desaparecen con ellas, sino que, por ser formadoras de la libertad humana, transitan a las sociedades que las reemplazan. La concepción de la historia que tienen los más altos dignatarios de este aberrante socialismo es su destrucción, pues ésta es la de como los hombres, por su propio trabajo, se han formado a sí mismos.

A la ministra se le olvidó enumerar los valores del llamado socialismo real, soviético y cubano. En vez de tolerancia, acusaciones infames y calumnias para encarcelar y perseguir (los juicios de Moscú y los de Fidel); formación de cuadros de matones para acabar con los que protestan (iguales a los S.S. y S.A. de Hitler); fabricación de remoquetes para humillar y aniquilar a los adversarios (gusanos, apátridas, escuálidos, majunches); transformación de los ciudadanos productivos en parásitos del Estado; uniformes (rojos, los de los nazis eran camisas pardas) para identificar a los que han renunciado a pensar y criticar (criticar para los militantes del comandante es insultar y aporrear); transformación de un país productivo en un país de indigentes (en vivo y en directo la Cuba fidelista); como valor fundamental usar el miedo para someter a la población ("tengo miedo, muchísimo miedo", le dijo el escritor Piñera al comandante cuando le escuchó: "todo para la revolución, nada contra la revolución"); honrar y proteger a los que aporrean, delatan y espían a la oposición; sólo le falta un Ministerio de la Verdad donde se falsifica la verdad (Orwell lo predijo).

Enumeramos muchos de los valores que emergieron con la revolución burguesa, ¿Cuáles son los que surgieron con el socialismo soviético y el cubano? En ambos, pena de muerte (los últimos fueron tres jóvenes negros cubanos); la cárcel por delito de opinión; prohibición de hablar, de reunirse y publicar; la cárcel por delito de opinión; pobreza mantenida por incapacidad de los funcionarios; la delación, el terror difuso; la ausencia de sindicatos; prohibición de partidos políticos; culto al jefe. La soviética y la cubana son ejemplos de la peor derecha, del macartismo exacerbado, del Ku Klux Kan en el poder. Son los sepultureros, no del capitalismo, sino de la izquierda.

Triste tarea la de ser ministra de Educación (?) con semejante cruz encima.

Muera la UCV

Luis Chumaceiro
Tal Cual, 13/11/11

A los que se quejan por las fallas de electricidad les tengo una solución. Es la misma que propondré en las asambleas de profesores que cavilan y debaten la crisis universitaria. Seamos inteligentes, dejémonos de conflictos, nacionalicémonos como nicaragüenses, bolivianos y cubanos con la seguridad que todo cambiará favorablemente.

A este Régimen no hay que llevarle la contraria. Basta con complacerlos y humillarnos en la medida de nuestro poco amor propio. Compañeros universitarios, reconozcamos que somos los últimos de la fila, dejémonos de competencia con los sectores "verdaderamente productivos", como lo son los militares. Pleguémonos y recibamos las limosnas que el imbécil de turno, en el ministerio de educación superior, esté dispuesto a lanzarnos. Sometidos ganamos más que peleando.

Fíjense ustedes lo que pasó en Nicaragua, como diría Cantinflas, no estoy para que ustedes me digan, ni yo para decírselos, pero allá inauguraron la planta de energía "Victorias del Alba" con capacidad para generar 30 megavatios, con una inversión de 53 millones de dólares. Como cualquiera podría prever, la obra es para otros pero la pagan los venezolanos. Usted y yo. Ahí está el detalle. Si nos hubiéramos portado bien, Chávez nos regalaría algo de la soberanía que entrega a los extranjeros.

Que nos cuesta hacer lo mismo que los nicos rojos. Así como Danielito, ejemplo de padre de familia latinoamericano, bautizó las plantas de electricidad que le regalamos como "Hugo Chávez" y "Che Guevara"; en la UCV podríamos rebautizar al Aula Magna como "Amor de madre Chávez", en memoria de Asdrúbal, el hermanito menor. También podríamos develar una estatua en la tierra de nadie, evocando la figura de Doña Elena Frías de Chávez, con la ventaja que significaría recordarle al Comandante-Presidente-Mártir lo mucho que queremos y mentamos a su madre, por el resto de nuestras vidas. Sería un precio bajo, una ganga, si nos pagan los pasivos laborales.

Dicen que Ortega, al margen de la trampita tan típica de nuestros pueblos, ganó las elecciones con reales ajenos. No me consta. Pero él indicó que las ayudas de Chávez "han venido a salvar a Nicaragua de una verdadera catástrofe económica y social". En los anales históricos del panamericanismo sonrojado quedará anotada la frase del líder centroamericano, injustamente acusado de violación por su hijastra, al asegurar que "bajo mi Gobierno, 156.000 viviendas de todo el país han sido beneficiadas con energía eléctrica, gracias a la `bendita’ Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba), que impulsa Hugo Chávez". Los nicas al son cantinflérico nos consuelan: "Si se necesita un sacrificio... renuncio a mi parte y agarro la suya".

Por todas estas razones, compañeros estudiantes, obreros, empleados y profesores de las universidades nacionales, debemos cambiar de estrategia. Propongo un comunicado en el que le agradezcamos al régimen chavista por no haber cerrado nuestras casas de estudio. Pidamos que nos designen a asesores cubanos para que nos enseñen todo lo que conocen de autonomía y libertad de cátedra. Además, si el patriarca fue gobernador de Barinas, Asdrúbal es el encargado de resolver la "crisis de luces que vive Venezuela" y Hugo lleva 13 años hablando pendejadas y regalando lo que no es de él, ¿por qué los universitarios no podemos auto-suicidarnos y convocar al claustro para designar a cualquiera de esa familia para que nos dirija? Entreguemos las llaves, el birrete y la honra. Es una opción. La otra es demasiado peligrosa. Implicaría que abandonamos los pleitos subalternos entre tendencias, sacrificamos las apetencias que nos azotan, nos enseriamos, nos reorganizamos y damos la pelea por nosotros mismos y miles de familias que entienden a la UCV como una Casa de Esperanzas a cumplir. No será fácil porque hace años que las sombras nos cubren. Aunque esta no es la primera vez que estamos sumidos en la oscuridad.

jueves, 10 de noviembre de 2011

La Universidad maltratada

Rafael Di Prisco
rdiprisc@yahoo.com
El Sol de Margarita, 08/11/11
 
Nos parece evidente que el maltrato a la institución forma parte de un programa diseñado y ejecutado en diferentes instancias del poder central pero, como tal vez la situación no es muy clara para la opinión pública, consideramos que no está demás insistir en el tema, por lo menos para contribuir a combatir, en lo posible, la impunidad de una interesada repetición de ¿la mentira revolucionaria? sobre el absoluto control de la enseñanza universitaria por parte del gobierno ¿revolucionario? cuando lo que verdaderamente se quiere es imponer el mismo dominio político-partidista de siempre. Es la misma mentira de siempre, sustentada en falsas ideologías, pero con diferente denominación: el gobierno y el partido de gobierno deben ponerle la mano ala Universidad. Y lo que es más incongruente, triste o vergonzoso, se apela a los mismos mecanismos de asedio e intimidación que empleaban gobiernos anteriores, entre los cuales un férreo cerco económico que obliga a la institución a estar mendigando la concesión de créditos adicionales que le permitan completar el ejercicio fiscal correspondiente.

Llama poderosamente la atención que un gobierno que se jacta de producir respuestas inmediatas, mediante órdenes que se generan en el más alto nivel del poder central, al buen estilo militar impuesto por la revolución chavista, desatienda algunas cuestiones elementales relativas a la elaboración y ejecución del presupuesto universitario.

Veamos algunas cifras generales las cuales ponen en evidencia que el problema tiene ya varios años. Para el año 2010 los requerimientos de la UCV fueron de un poco más de Bs. 2.122 millones, pero la asignación del gobierno revolucionario fue de Bs. 1.016 millones, es decir menos de la mitad. En este año la solicitud de la UCV subió por encima de los Bs 2.797 millones pero el gobierno asigna un poco menos de Bs. 1.258 millones, muy por debajo de la mitad de lo requerido.

Para el 2012 casi se podría decir que la situación es grotesca. El gobierno ha apretado la cuerda hasta la asfixia. No aparecen las partidas destinadas a la satisfacción de servicios básicos como los HCM no sólo del personal docente sino también del personal obrero y administrativo, así como el subsidio para el servicio del comedor y otras partidas de carácter social, como el aporte a los gastos del IPP. Igualmente, como señalamos en anterior nota no se incluyó el aumento de sueldos decretado recientemente por el señor comandante presidente.

Sin embargo, el Ministerio ha tenido que reconocer la enorme deuda acumulada, y ha solicitado la incorporación de organismos administrativos de las universidades para buscar salidas a la coyuntura, comprometiéndose de esta manera a su cancelación. Habrá que esperar hasta cuando llegue el chequecito correspondiente, porque la deuda es vieja y pesada pues incluye muchas otras partidas, como una diferencia en los bonos vacacional y de fin de año, así como en el bono de alimentación.

¿Por qué los técnicos que trabajan en el MPPEU colocan conscientemente a la universidad en la desagradable coyuntura de tener que estarse sometiendo a la concesión graciosa de reiterados créditos adicionales para poder atender los compromisos anuales de la institución? Porque no se trata solamente del pago quincenal de sueldos de personal. Se trata del correcto funcionamiento de las universidades. Y es lo que no parece comprender el gobierno, a menos que lo comprendan pero no les importe. O Lo comprendan y, tal vez, les importe; pero interesa más el nuevo diseño de la universidad socialista aunque ese nuevo diseño implique primero su destrucción … para, después, no construir nada eficiente. rdiprisc@yahoo.com

lunes, 7 de noviembre de 2011

Siempre presente

Ildemaro Torres
El Nacional, 07/11/11

La universidad es, y lo he dicho tantas veces, parte esencial de mi vida, y por eso he procurado no idealizarla al punto de volverla una abstracción; prefiero tener una noción real de ella y de lo mucho que significa, en términos de quiénes conformamos su conglomerado humano, ese que la Ley de Universidades define como comunidad armónica; prefiero percibir el valor de quienes, en razón de su entrega y la calidad de su trabajo, constituyen sus pilares fundamentales, con una trayectoria académica que los honre en lo personal y dignifique a la institución.

Desde hace años me permití definir como mi maestro al doctor Luis Plaza Izquierdo, porque la suma de sus virtudes humanas, ciudadanas y universitarias, unida a su sólida formación científica y humanística le conferían como una resultante natural ese rango, y porque cerca de él sus discípulos nos beneficiábamos del trasiego de su experiencia, de sus conocimientos y de los frutos de sus reflexiones.

Catedrático titular de Anatomía en la Facultad de Medicina de la UCV, hasta la investidura de vicerrector. Fue un convencido del valor pedagógico del buen ejemplo, implícito en la dedicación y el sentido de responsabilidad de un docente. Consideraba como una necesidad que un profesor universitario sea un ente sensible y culto; en relación con lo cual su lección personal de humanismo se expresaba en su pasión por la música, la pintura y la literatura, y con sus artículos de prensa sobre historia y temas universitarios. Si siempre lo recuerdo, ¿por qué esta evocación tan específica cerca de cumplirse 30 años de su fallecimiento? y ¿por qué en este momento? Porque junto al deseo de honrar su memoria está mi convicción de que profesores como él eran universitarios genuinos, a quienes realmente les importaba el destino de cada uno de sus alumnos; así como pensaban preocupados en el país y en nuestro deber de propiciarle al mismo el mejor de los futuros; y está plenamente justificado evocarlo cuando nuestras universidades son agredidas por el Gobierno y pandilleros armados, haciéndolas objeto de acciones de crasa brutalidad, como el estrangulamiento económico y como la destrucción vandálica de instalaciones y dotaciones. Asimismo, cuando el caudillo monta sus espectáculos televisivos de desbordante vulgaridad, duele ver en pantalla a egresados conocidos, riendo gozosos y adulantes la ordinariez de su jefe, degradando con ello las instancias que se empeñaron en darles una adecuada formación.

Vuelvo al maestro Plaza Izquierdo con dos citas, de lo que oído a él se nos quedaba como lección para toda la vida. En 1965, en el acto de graduación de la promoción de médicos que lleva su nombre les dijo: "La tarea que vosotros tendréis por delante como generación, será la de responder a las legítimas aspiraciones de inmensas masas humanas, de tener una vida sana, honesta y creadora"; y en un discurso de 1973: "Los universitarios tenemos un empeño de amor con el Alma Máter, que hemos aceptado libremente, una obligación que nos anima a luchar con tenacidad por su destino", "nuestra Universidad siempre ha sido el refugio ­en especial en las horas tenebrosas de las dictaduras que hemos padecido­ de la cultura, de la ciencia, de la belleza y de la verdad" y concluía: "La vida institucional de la universidad necesita la vigencia dentro de su recinto, del pensamiento crítico, el libre análisis de las ideas y la facultad de disentir, bases fundamentales de la libertad de cátedra y de investigación. Deber de todos es procurar que esta institución siga siendo recinto abierto a todas las corrientes del pensamiento, y donde puedan realizarse todas las manifestaciones culturales en un ambiente de respeto y dignidad".

domingo, 6 de noviembre de 2011

"No podemos defender la autonomía sólo en los medios"

Gustavo Méndez
El Universal, 06/11/11



Entrevista a Eleazar Narváez
 
"La desmovilización es tan grave como los ataques (...) Es necesario que todos los actores se activen" "No podemos renunciar al diálogo, externo e interno, hay que abrir caminos para la participación de todos los sectores sin importar los obstáculos"
 
Sus gestos y palabras revelan preocupación por la crisis que aqueja al sector universitario. Para Eleazar Narváez, ex Director de la Escuela de Educación y ex Vicerrector Académico de la Universidad Central de Venezuela, urge relanzar la autonomía y presentar al país una visión compartida sobre el futuro de la vida académica.

En las siguientes líneas advierte sobre los enemigos externos e internos que impiden el desarrollo institucional.

-¿Cómo evalúas el debate sobre la autonomía entre el Gobierno y universitarios?

-Históricamente, y en este presente, la autonomía ha sido un poderoso instrumento para que la universidad se defienda del Gobierno de turno y de factores internos y externos. Sin embargo, me preocupa que se reduzca a un simple instrumento para defenderse del Gobierno olvidando sus otras dimensiones y sentido fundamental.
 
 
 

jueves, 3 de noviembre de 2011

Los ataques a la universidad

Heinz Sonntag
El Nacional, 02/11/11
 
La Universidad con mayúscula es para mí el conjunto de universidades autónomas, experimentales y privadas, con sus características de ser críticas, plurales, democráticas y dedicadas a las funciones que les son inherentes desde la creación de las primeras de Occidente en el siglo XII: formar corporaciones de estudiantes y docentes, realizar la docencia y la investigación y ser como tales importantes loci de las sociedades para su integración y cohesión, vía la extensión. En este sentido, las instituciones de "educación universitaria" creadas por la revolución bolivariana (u otras revoluciones tendencialmente totalitarias parecidas en otras partes) no pertenecen al mundo de la universidad, aunque tengan el nombre, pues su objetivo no es la creación científico-intelectual y la convivencia académica, sino el adoctrinamiento en una determinada ideología.

Es de todos sabido que la universidad ha sido objeto de ataques desde los inicios de la "revolución", los cuales han venido agudizándose a lo largo de lo que el "oficialismo" llama "el proceso". Desde 2007 en adelante, el objetivo de los ataques ha devenido cada vez más obvio: la eliminación de la universidad, empezando por lo que consideran "la joya de la corona": la Universidad Central de Venezuela. Una forma ha sido el estrangulamiento económico de la universidad mediante presupuestos anuales crecientemente menguados, sin ninguna consideración de las altas tasas de inflación interanuales; un solo ejemplo: el aumento previsto para el año 2012 es apenas de 6,7% en relación con el presupuesto de 2011. Otra han sido los ataques físicos contra instalaciones, especialmente de la UCV, despreciando el carácter de Monumento Cultural de la Humanidad declarado por la Unesco. Adicionalmente, el Poder Ejecutivo y el PSUV han creado grupos de estudiantes (¿y de empleados, trabajadores y profesores?) de sus adeptos que operan con total impunidad, a veces incluso con agresiones contra las autoridades y profesores de reconocida trayectoria democrática.

Otra vez un solo ejemplo: la semana pasada irrumpieron vandálicamente en un acto académico cuyas imágenes han pasado por los medios radiales y televisivos y por la prensa independiente. La reacción de los que somos miembros de la universidad ha consistido y consiste en protestar contra la represión económica, en tratar de no caer en el error de responder con los mismos medios físicos y simbólicos y de ignorar a los atacantes, incluso en casos en los que ellos fueron identificados, así como en el intento de hacer reaccionar a la sociedad para que comprenda que la destrucción de la universidad sería un daño irreversible para todos sus miembros y actores, una diferencia con otros graves daños que la "revolución" ha generado en los últimos 12 años.

Nos critican a los que somos de la universidad porque, a su modo de ver, no estamos dispuestos a hacer transformaciones. Ello es un prejuicio, en el sentido propio de la palabra: un juicio sin fundamento alguno. La razón de este juicio está en el objetivo de los ataques arriba mencionados: la eliminación de la universidad. Es exactamente al revés: como corporación de estudiantes y profesores (y con la ayuda de nuestros empleados técnicos y administrativos), nuestra función es impulsar las transformaciones necesarias, desde adentro, para que la universidad siga cumpliendo sus funciones, necesarias para la sociedad como un todo en un tiempo de profundos cambios que implican también situaciones de crisis que tratamos de vencer con el uso de la razón.

Me excedería en el espacio disponible si entrara en detalles. Simplemente quiero terminar con un llamado: ¡Hagamos todos los ciudadanos democráticos de nuestro país de la salvación de la universidad una obra en conjunto, en paz y libertad!

Financiamiento y calidad educativa

Luis Ugalde
El Nacional, 03/11/11
 
Las grandes protestas estudiantiles de Chile arrojan importantes luces a las urgencias educativas venezolanas. En mediciones internacionales Chile está a la cabeza de América Latina, pero los estudiantes y sus familias exigen calidad y protestan porque cuanto más mejoran, más se miden con los países avanzados. En los niveles pobres hay el peligro de conformarse al pensar que sus niños están en la escuela que ellos no tuvieron.

En la competencia empresarial los perdedores cierran el negocio y punto; los estímulos son para los ganadores: es lógico. Es fatal trasladar esta lógica a la escuela, y es lo que en parte ocurre en Chile con escuelas de pobre rendimiento, que por ello son castigadas por el semáforo rojo y el recorte de dinero público. Al contrario, en educación el financiamiento público debe dar prioridad a las escuelas básicas de menor calidad y apostar doblemente en favor de las familias y alumnos más débiles, para nivelarlos hacia arriba.

Las escuelas que menos tienen necesitan más para llevar los mejores maestros y directores, y contar con apoyos para que demuestren sus potenciales a los que se creían derrotados. Para reforzar al 30% más pobre de las escuelas y poner en movimiento sus comunidades hay que combinar recursos públicos, iniciativas educadoras sociales y maestros solidarios con opción por los más débiles.

Con prioridad financiera pública enfocada en las instituciones educativas más pobres hacia una educación básica de calidad para todos.

En la educación superior ni las sociedades más ricas cometen la insensatez de la "gratuidad" total. La educación de alto nivel es muy costosa y requiere de una gran inversión. La "gratuidad" total de los titulados beneficia de forma diferenciada y privilegiada a una minoría: 20% con todo pagado (con muy pocos pobres), y 80%, nada. En Venezuela han crecido los números universitarios por encima de 2 millones de estudiantes, pero se ha empobrecido y envilecido la calidad universitaria, con un crecimiento teñido de rojo, de ignorancia y de incompetencia demagógica. Urge la apuesta por una educación superior de calidad y equidad y ésta pasa por un cambio radical en su financiamiento.

Para empezar: 1) Crear un Fondo Nacional de Jubilaciones separado del presupuesto universitario, y liberarlo del terrible peso actual de la doble nómina (activos + jubilados). Con edad de jubilación de 65 años. 2) Establecer el crédito educativo con subsidio oficial para aquellos cientos de miles que hoy, con gran sacrificio, tienen que pagar 100% de su educación universitaria. 3) Establecer políticas de solidaridad intergeneracional, en la que el egresado-empleado vaya devolviendo, con un porcentaje pequeño de su sueldo, algo de lo mucho que recibió.

Pero es totalmente inaceptable que quienes por necesidad estudiaron con crédito salgan (como ocurre en Chile) endeudados y con una cuantiosa hipoteca sobre su sueldo. 4) La educación no es para hacer negocio, pero tampoco para perder. Además de los recursos públicos, hay que atraer a las universidades iniciativas innovadoras e inversiones. Las empresas se benefician de los buenos egresados y deben invertir en casas de estudios con proyectos significativos para lograrlos. Por el contrario, si reina el afán de negocio, se recortan los costos e inversión necesarios, se mutila la formación integral, se impone un estrechamiento utilitario y se elimina la investigación. 5) El mejor antídoto contra abusos en el cobro educativo es la buena calidad de la educación de financiamiento público al alcance de quienes ni pueden ni deben pagarla. Para lograr calidad es prioritario el financiamiento educativo oficial, e iniciativas educativas sociales, unidos en favor de la calidad. Sin financiamiento preferencial atado a la calidad educativa de los más humildes, la pobre escuela sirve para perpetuar la pobreza.

Para atraer a buenos directores y maestras a estas escuelas y programar refuerzos, hace falta una decidida política de financiamiento público diferenciado.

Cuando la escuela pública no tiene dolientes en el gobierno, porque sus hijos no están ahí, se ignoran la pérdida de clases, el pésimo aprendizaje y la corrupción e ineptitud en el servicio de la comida escolar. Los dolientes están lejos, el financiamiento sigue deformado y la escuela sin calidad.

"Integrales tienen vacíos de formación"

Andreína Moros Machado
Tal Cual, 03/11/11
Entrevista a Félix Oletta: El ex ministro de Salud dice que saben poco de farmacología y tienen escasas habilidades clínicas Estudio hecho por cubanos reconoce deficiencias del programa en profesores y formación.
Con un pensum aprobado por el Consejo Nacional de Universidades para dictarse sólo en la Universidad Bolivariana de Venezuela, que carece de Facultad de Medicina establecida; los estudiantes de Medicina Integral Comunitaria (MIC) se incorporarán al sistema de salud público con vacíos de formación "y muy poca experiencia clínica con profesores", advierte el epidemiólogo venezolano Félix Oletta.

Según explica el ex ministro de Salud y miembro de la Red de Sociedades Médicas y Científicas de Venezuela, durante el primer año los estudiantes de las facultades de las universidades reconocidas del país se desempeñan en el desarrollo de todas las habilidades y competencias para hacer la historia y el examen clínico.

Posteriormente, en el segundo, trabajan en la capacidad de síntesis e integración para hacer diagnósticos clínicos, y se hace un acercamiento inicial a los aspectos de terapéutica. Todo eso se hace en las clínicas madres (pediátricas, quirúrgicas, terapéuticas y obstétricas).

"Estos conocimientos implican el manejo de un amplio material que deben conocer los estudiantes, además de poseer una base de farmacología para poder desarrollar luego la terapéutica y todos esos muchachos carecen de esa información", dice Oletta.

En ese sentido, considera "simplemente incomparable" la formación de los futuros médicos integrales con la de los egresados de las carreras formales de medicina para ser médicos cirujanos.

PASANTÍAS RETRASADAS Denunció el galeno que según la programación original de dicho programa integral, incluso las pasantías que debían hacer los alumnos se hicieron con al menos un año de retraso.

"No pudieron iniciar su quinto año con sus actividades normales, sino retrasados en las prácticas clínicas. La duración de sus pasantías, que son rotaciones de seis semanas por cada una de las clínicas madres, es insuficiente y elemental de lo que debe saber un médico que vaya a trabajar con pacientes de Hospital", sentenció Félix Oletta.

SORPRENDENTES HALLAZGOS Un estudio realizado en el municipio Marcano del estado Nueva Esparta, a cargo de un grupo de médicos y profesores del Hospital Policlínico Universitario Ignacio Agramonte de Cuba, reveló un conjunto de fallas en cuanto a la formación de pregrado de la carrera de MIC. De acuerdo a los datos presentados, las fallas fundamentalmente están causadas por deficiencias en la capacitación de los profesores.

"Su desconocimiento acerca de las herramientas del trabajo docente conlleva una instrucción adecuada. Por esta razón es necesario caracterizar el desempeño docente de los profesores, a través del criterio de los estudiantes. En dicho municipio se realizó un estudio descriptivo, transversal, retrospectivo, con 12 médicos cubanos que laboran como profesores y 34 estudiantes venezolanos de la carrera. Los resultados mostraron que los profesores tenían una pobre experiencia docente y poca competencia comunicativa. Además, existían fallas con el uso de los medios de enseñanzas y los métodos de evaluación", señala el documento.

Llama la atención, que al detallar las fallas reveladas por los estudiantes en relación a los docentes, se hace referencia a: deficiencias en la calidad de algunos temas impartidos, falta de habilidad para manejar adecuadamente el tiempo, mal uso de los medios de enseñanza, fallas en los métodos de evaluación y dificultad en la disponibilidad de profesores.