domingo, 25 de abril de 2021

Sobre la crisis universitaria


Eleazar Narváez Bello
@eleazarnarvaez


Tiempo andando. Forjándose a lo largo de muchos años. En medio de variadas tensiones. Tanto internas como externas. La crisis universitaria venezolana adquiere hoy dimensiones alarmantes y muy preocupantes. Las nefastas políticas del régimen de Maduro, con la ayuda de la horrenda pandemia que aún nos afecta, hicieron posible su eclosión y la catapultaron. La magnitud de la misma ha sido de tal envergadura que incluso se ha hecho sentir de cierta manera en la actitud de gran parte de aquellos que se supone la sufren y son los más llamados a enfrentarla.

Rememorando un poco. Desfilan por nuestra memoria algunos de los hechos más relevantes ocurridos después de otorgársele rango constitucional a la autonomía universitaria en el año 1999. Con mayor precisión, en el transcurso de los períodos de gestión de Hugo Chávez. Acontecimientos marcados de uno u otro modo por la responsabilidad del régimen. Difíciles de olvidar, muchos de los cuales han dejado sus huellas nocivas y siguen trastornando hoy con severidad nuestra educación universitaria. Sin duda, fueron años de fuerte obstrucción al ejercicio cabal de la autonomía.

Así los recordamos. Reiteradas agresiones a instituciones universitarias autónomas y a miembros de sus comunidades. Fuerte polarización entre las nuevas universidades y programas de una institucionalidad paralela gubernamental y las principales universidades públicas, en perjuicio de estas últimas. Progresivo estrangulamiento financiero que llevó al desmantelamiento de actividades de postgrado e investigación, entre otras. Recurrentes intromisiones desestabilizadoras del TSJ en la vida institucional. Distorsiones en la política matricular de algunos centros de estudio. Desconocimiento del significado de comunidad universitaria establecido en la Constitución. Permanentes violaciones a derechos de organizaciones gremiales y sindicales, con expresiones importantes en materia electoral, salarial y seguridad social. Presupuestos crónicamente deficitarios...

Hasta llegar hasta nuestros días, cuando se ha profundizado la crisis y hablamos de una educación universitaria en emergencia humanitaria compleja. Una crisis de extrema gravedad, sobre la cual se ha hablado y escrito bastante. Aun cuando siempre será necesario insistir una y otra vez en algunos de sus rasgos más destacados. Asociados a una universidad pública desmantelada, en estado de agonía. Con su autonomía herida de muerte. Desprovista de las condiciones mínimas necesarias para cumplir su misión. Después de haber sufrido la pérdida de una parte importante de su talento humano. Con un profesorado y el resto de su personal condenados a una vida precaria e indefensos ante la pandemia, sin recursos suficientes para alimentarse y atender eventuales problemas de salud. Con la gran mayoría de su estudiantado abandonado a su suerte, apabullado por muchas incertidumbres, privado del derecho a la educación...

Hoy nos toca enfrentar esa situación en unas circunstancias en las que la actitud en general de distintos sectores de la vida universitaria no resulta nada alentadora. Algo que se percibe como expresión de la tragedia nacional que ahora vivimos. Como reflejo de la misma, pero con los ingredientes propios de un ámbito particular como el universitario. ¿Un estado colectivo de resignación, de desencanto, de indiferencia, de cansancio, de hartazgo…? ¿Cómo llamarlo? Ciertamente hay demasiada quietud, silencio, desmovilización, señales de mucha pasividad en la comunidad, impotencia e incertidumbres en gremios y sindicatos, desgaste pronunciado de las autoridades, con variadas y angustiantes presiones internas y externas.

También habría que tomar en cuenta lo que sucede con los dolientes de nuestras universidades más allá de sus fronteras, en toda la sociedad. Actores sociales diversos muy importantes, seguramente conscientes del papel fundamental que han tenido y siguen teniendo nuestras instituciones educativas en la vida del país. Aunque sea débil el eco actual de sus reacciones a la crisis en cuestión. 
 
Ante un panorama que tiende a ensombrecerse cada vez más, con un régimen empeñado frenéticamente en instaurar el pensamiento único de cualquier modo, urge revitalizar y articular todas las fuerzas comprometidas con la defensa, el rescate y la transformación de la universidad autónoma venezolana. Se trata de un desafío inmenso, que primero pasa por poner en marcha estrategias que contribuyan a levantar el espíritu de lucha en nuestras casas de estudio.

jueves, 22 de abril de 2021

"Protector" para la UDO

 Eleazar Narváez Bello
@eleazarnarvaez

El régimen chavista tiene un postdoctorado en eso de designar “protectores” o mandatarios regionales paralelos en entidades donde ha sido electoralmente derrotado. El pretexto es conocido. No abandonar al pueblo y garantizar la gobernanza en esas regiones. Se trata en realidad de otra muestra del abuso de poder que siempre lo ha caracterizado. Ahora pretende poner en práctica la figura del protectorado en la Universidad de Oriente. Una decisión acordada en una reunión del actual gobernador del estado Sucre con el ministro César Trompiz, para ejecutar un “plan de recuperación” en ese centro de estudios.

sábado, 17 de abril de 2021

Universidades y ciencia en Venezuela

Adel Khoudeir Maurched

Desde que el ser humano sintió la importancia del saber, organizó las estructuras necesarias para preservarlo, transmitirlo y generarlo. Tenemos como ejemplos, la Academia de Platón, el Liceum de Aristóteles y el Museum de los alejandrinos. Pero ninguna ha perdurado tan exitosamente como la Institución Universitaria. Su historia, sin embargo, ha sufrido muchos sinsabores. Cuentan que por los años 900, cuatro médicos en Salerno, un cristiano, un judío, un musulmán y el otro un griego, decidieron enseñar medicina de manera autónoma, libre de influencias religiosas y ajena a la intromisión de cualquier poder. Luego en el año 1158, se creó la primera institución universitaria, la Universidad de Bolonia, la cual surgió por la necesidad que tenían boyantes artesanos y comerciantes por adquirir conocimientos. Estos decidieron emplear a los académicos de entonces, quienes tutelaban a la nobleza, para desarrollar un sistema organizado de educación. En 1160 se crea la Universidad de Oxford y tiempo después, en 1200, la iglesia católica, ni corta ni perezosa, funda la Universidad de París iniciando su hegemonía sobre las universidades hasta inicios del siglo XIX.

viernes, 16 de abril de 2021

Acerca de "Patria" y los "despatriados"

Eleazar Narváez Bello
@eleazarnarvaez 

Recibí llamadas telefónicas de colegas ucevistas que han querido compartir conmigo inquietudes diversas relacionadas con la plataforma “Patria”. Uno me dijo: tengo dos quincenas cobrando mucho menos de lo que antes cobraba, ¿a quién le reclamo? No sé quién es realmente nuestro patrono. Tengo la sensación de no pertenecer a la institución de toda mi vida. Otro me expresó: dime a quién acudo, no sé qué ocurre, pero sigo sin recibir el mísero salario que antes me cancelaban. Una tercera, toda angustiada, me comentó: discúlpame la expresión, no sé qué carajo puedo hacer para registrarme en ese sistema con el cual nos pagan ahora. Lo intento una y otra vez cada día, sin éxito. Un mensaje en la pantalla de mi computador me dice que ya estoy registrada. Mala señal, sospecho que usurparon mis datos.

Esos mensajes revelan un ingrediente adicional a la penosa situación que ya han estado viviendo el profesorado y el resto del personal universitario en Venezuela. Después de la confiscación de las nóminas universitarias por el régimen, al arrebatarle a las universidades, con la imposición de la mencionada plataforma, parte de las atribuciones que les asigna la Constitución en la organización y administración de su patrimonio.

jueves, 15 de abril de 2021

Ante la Destrucción de la Universidad Pública: Defensa de la Universidad Necesaria


 - www.aporrea.org
14/04/2021

Para suscribir este documento enviar correo a: plataformaciudadana2020@gmail.com

 

Un diagnóstico imprescindible de la Universidad en Venezuela

La Universidad ha sido fundamental en el crecimiento del pensamiento humano, de las ideas y de los proyectos civilizatorios de cualquier signo. Es justamente por ello que la historia da cuenta del esmero con el cual las distintas sociedades, y especialmente aquellas que han institucionalizado una educación pública superior con distintos niveles de articulación humanística, científica y tecnológica, cuidan sus universidades, independientemente de los fines que orientan el funcionamiento en cada momento histórico.

viernes, 9 de abril de 2021

300 años después

 Amelia Landaeta
Profesora UCV 
08/04/2021


El arribo del año tricentenario de la UCV trajo consigo la necesidad del alma de homenajearla de alguna forma; recordé, entonces, que hace un quinquenio esbocé en carboncillo y apenas inicié la pintura de un cuadro al que las prioridades o la musa arrumaron por ahí: una joven graduanda, exultante, lanzando su birrete al cielo, límite de sus sueños, en una soleada mañana que hace más espectacular a la plaza del Rectorado. Retomé la pintura del cuadro y cuando el pincel, embebido en amarillo, dejó sobre el círculo oscuro las horas y las agujas y el reloj estuvo terminado, me conmoví hasta las lágrimas al mirarlo. Entonces no supe por qué . Hoy lo sé. Las tres escaleras torcidas en cuyos extremos tres relojes regalan la hora a cualquier punto del horizonte están dando una hora muy triste. Necesario es que vuelvan a medir tiempos de libertad, de justicia, de amor, de curiosidad bien dirigida, de intelecto libre, de trabajo productivo, de discusión sincera, de alegría de juventud y de sapiencia de viejo. 300 años pueden ser, como dijo Bolívar, menos que un punto ante la presencia del infinito, pero son muchos jóvenes como esa que intenté plasmar en ese lienzo y que no podemos permitir que dejen de ser. La UCV ha de seguir buscando la verdad, la trascendencia humana , venciendo la sombra porque solo sabe vivir en la luz. A nosotros, ucevistas, nos corresponde luchar para que las horas que marque ese reloj no sean de entrega, de sumisión bastarda.