viernes, 24 de septiembre de 2010

La ética del universitario

Daniel Morales Romero
Artículo publicado en El Universal, el 24/09/2010

"No comprometerse es una postura moral que puede pasar factura en el largo plazo"
Etienne Gilson (1927), en un discurso titulado Ética de la Vida Intelectual y publicado en Harvard Alumni Buletin dice, así como un erudito no es un hombre que lo sabe todo en general, así tampoco es él un hombre que lo sepa todo en su propia línea de trabajo. Es un hombre que conoce prácticamente todo lo que, al presente, puede conocerse en su campo, que se da cuenta de su propia ignorancia y que trabaja muy duro para disminuirla. Erudición por tanto, no consiste primariamente en la cantidad de conocimientos que un hombre posee; y como quiero dejaros con esa idea, os diré de inmediato que un intelectual verdadero es esencialmente un hombre cuya vida intelectual es parte de su vida moral; en otras palabras, un intelectual es un hombre que ha decidido, de una vez por todas, aplicar las exigencias de su conciencia moral a su vida intelectual. Si vosotros lo hacéis inmediatamente, si aceptáis este compromiso y sois fieles a él, habréis comenzado ya a ser verdaderos intelectuales. Si lo hacéis más exhaustivamente que vuestro maestro, habréis comenzado a ser un intelectual mejor que él y estaréis en el único camino que conduce a una amplia y profunda erudición.

Aunque cada quien tiene una posición moral con respecto a muchos temas en la vida, las personas con mentalidad universitaria -universal- modifican con frecuencia algún criterio preestablecido gracias al diálogo y al ejercicio intelectual, cuando discuten con seriedad y responsabilidad diversos temas. Esto es posible porque todos, como universitarios que somos, estamos buscando la verdad.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Casa de estudios, casa de todos

Ángel Gabilondo
Análisis, El País.com, 22/09/2010

En la década de 1930, un estudiante toma todos los días un tranvía desde Mixcoac hasta el zócalo la Universidad Nacional Autónoma de México. Lee incansablemente pero sobre todo escribe. Es Octavio Paz, y como él mismo contaría más tarde, durante aquel trayecto ya caminaba entre poemas.
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martes, 21 de septiembre de 2010

Gobierno y universidad autónoma

Eleazar Narváez
Artículo publicado en El Nacional, 21/09/10

También en las relaciones con las universidades, sobre todo con las autónomas, el Gobierno insiste en una práctica bastante cuestionada que ha producido grandes estragos en la vida del país. Ese modo de proceder consiste en declarar como enemigos y tratar implacablemente como tales a quienes sólo disienten de las ideas y acciones del régimen. Personas e instituciones que no comulgan con éste, o con más precisión, con el Presidente y su proyecto político, son colocadas en el disparadero y condenadas a sufrir de todas las maneras inimaginables las más inclementes retaliaciones.

Ese brutal ejercicio del poder, potenciado con el secuestro del Estado por parte del Gobierno y del Presidente, desgraciadamente no ha estado dirigido en lo fundamental a gobernar de verdad, en tanto que su atención prioritaria no se ha centrado en realidad en el propósito de lograr un mayor bienestar para toda la población mediante el desarrollo de políticas públicas de interés general. Más bien, el mismo se ha enfocado en la obstinada tarea de golpear insistentemente para ablandar, intimidar y humillar de distintas maneras a todos aquellos que no han sido considerados merecedores de la gracia presidencial.

Si en definitiva lo que más le interesa en el fondo al Gobierno es mantener y fortalecer su poder a como dé lugar, con un ejercicio perverso de éste y sin mayores preocupaciones por la gobernabilidad democrática del país, es de suponerse que nuestras instituciones que se precian de llevar con dignidad el nombre de universidad son más que una piedrita en el zapato para el régimen. Sin exagerar, puede decirse que, como centros de cultivo y difusión del saber, como espacios plurales consustanciados con el diálogo, la tolerancia y el respeto, y como baluartes en la lucha por la democracia y la libertad, esas instituciones, así concebidas, son consideradas por el Gobierno como un peligroso enemigo al que urgentemente hay doblegar y transformar para subordinarlo al desiderátum de ese adefesio llamado socialismo del siglo XXI.

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viernes, 17 de septiembre de 2010

La universidad en "En esto creo"

“Creo en la universidad. La universidad une, no separa. Conoce y reconoce, no ignora ni olvida. En ella se dan cita no sólo lo que ha sobrevivido, sino lo que está vivo o por nacer en la cultura. Pero para que la cultura viva, se requiere un espacio crítico donde se trate de entender al otro, no de derrotarlo —y mucho menos, de exterminarlo: universidad y totalitarismo son incompatibles. Para que la cultura viva, son indispensables espacios universitarios en los que prive la reflexión, la investigación y la crítica, pues éstos son los valladares que debemos oponer a la intolerancia, al engaño y a la violencia.

En la universidad, todos tenemos razón pero nadie tiene razón a la fuerza y nadie tiene la fuerza de una razón única.

Y en la universidad, aprendemos, al cabo, que nuestro pensamiento y nuestra acción pueden fraternizar. Ciencias y Humanidades. Lógica unívoca y poética plurívoca. ¿No caben, no se complementan, no florecen juntas estas plantas en el terreno y bajo el techo de la universidad?

Pero la universidad es un estadio —el superior, sin duda— de un proceso educativo que parte de la escuela primaria y se prolonga hoy en la escuela permanente: la educación vitalicia. Repito: No hay progreso sin conocimiento y no hay conocimiento sin educación. De allí que la educación, de manera explícita, encabece hoy la agenda en todas las naciones del mundo, las más desarrolladas así como las que se encuentran en vías de desarrollo”.

Carlos Fuentes, “En esto creo”, pág. 29

jueves, 16 de septiembre de 2010

Ser docente

Francisco Gamboa
Universidad de Carabobo
Artículo publicado en El Nacional el 16/09/2010
Para ser docente no basta solamente tener o dominar un conocimiento; es una actividad compleja que requiere para su ejercicio de la comprensión del fenómeno educativo. Es necesario hacer énfasis en los aspectos metodológicos y prácticos de la enseñanza, así como en los aspectos sociales y psicológicos que van a determinar las características de los grupos en los cuales se va ejercer la acción docente. La ética como elemento fundamental del ejercicio de la profesión es indispensable para lograr el correcto hacer de las cosas. Pero ¿será suficiente ser docente con los elementos antes descritos? Como nos lo recuerda el profesor Fernando Savater (1997), en su libro El valor de educar "nacemos humanos, pero eso no basta: tenemos también que llegar a serlo". Es decir, que ser humano es un deber moral, es una obligación porque precisamente los docentes somos los que tratamos con seres humanos, como son nuestros alumnos que sienten y padecen igual que nosotros. Ser docente es algo muy sublime, y significa ir más allá de ser un trasmisor de información, un facilitador del aprendizaje y, en algunos casos, creador de planificaciones sin contexto.
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