jueves, 21 de diciembre de 2017

Innovación, Investigación y Capital Humano

Jesús Mazzei Alfonzo
21/12/2017

Hoy, deseo reiterar algunas ideas, vista la situación preocupante de nuestras Universidades Públicas, en plena sociedad del conocimiento viven un momento de depauperación total, en efecto, como afirmo el profesor Tulio Ramírez en reciente entrevista a El Nacional… “La diáspora está representando una sangría de recursos por años de formación desde 2011. Hace 3 años se señaló que 20.000 profesores de 3 universidades (UCV, USB y LUZ) se fueron del país. Con esa cantidad podemos decir que una universidad desapareció. Hoy, aunque no hay información oficial, la cifra ronda los 4.000 profesores e investigadores de renombre. Son 30 años de formación académica perdida…”. Esto es gravísimo. La nueva economía, el proceso de desarrollo que está evolucionando poco a poco tendrá entre otras características, un nuevo modo de trabajar, de competir, de comunicarse y transportarse, de organizarse, por ello, en el futuro la ventaja competitiva dependerá más de las nuevas tecnologías de proceso y menos de las nuevas tecnologías del producto, aplicado conocimiento intensivo, fuerte y poderoso en el sector de los servicios, basado en la competividad.

Por ello, es importante mejorar en nuestro país, la conexión entre sistema educativo y mercado laboral y la sociedad en su conjunto, ello lo han logrado los grandes países industrializados como EEUU, la Gran Bretaña, entre otros, que tienen entre ambos las primeras 10 universidades del mundo con la Universidad de Harvard, en el tope. La formación universitaria constituye un parámetro fundamental para el crecimiento de las economías. Hay que mejorar la colaboración público-privada en ese aspecto, es fortalecer el sistema I+D+I. Y esto en Venezuela parece que no tiene valor.

Hoy en el tejido productivo, los productos y servicios en los códigos de barra, las conexiones en líneas con proveedores y distribuidores y la información en línea con información compartida permite, facilitan la adecuación flexible a la demanda, a través de procesos como la externalización (outsourcing), la deslocalización (offshorcing) y la contratación interna (insourcing). Esta cadena de valor incorpora la logística en la función de producción, con lo cual la cadena, además de la producción misma incluye las fases de investigación y desarrollo, diseño, distribución, marketing, servicios posventa y reciclaje o eliminación del producto, esto se realiza porque hay una revolución organizacional en marcha. Son redes cada vez más interactivas. La conexión vía Internet cambió la relación entre clientes y proveedores y lo cambiará aún más en el futuro. Se debe aumentar el peso de los sectores intensivos en tecnología y conocimiento, para impulsar el desarrollo.

Por lo antes expuesto, entre las diversas partes integrantes de la estructura internacional tanto en su cara política, como la económica-financiera (estados, empresas transnacionales, instituciones no gubernamentales, etc.) presenciamos una dinámica cambiante, en el tipo de relaciones que se dan entre los diversos componentes de una organización, dependiendo de las circunstancias. El límite entre el avance tecnológico, es muy fino y puede traspasarse con facilidad, particularmente si los países en desarrollo no cuentan con una capacidad y progreso técnico que les permita diferenciar los cambios propios de la modernidad, a los que habría que adecuarse, de aquellos que no corresponden, más que a formas novedosas de negocios privados que puedan limitar la competencia o estimular el proteccionismo, debe estimularse una revolución gerencial, administrativa que estimule nuevos negocios e iniciativas. Las corporaciones cada vez más se desagregan en cadenas de valor.

Eso es debido a que el conocimiento en una primera fase se aplico a herramientas, procesos y productos, esto creo la Revolución Industrial, la segunda fase se inició luego de la II Guerra Mundial, el conocimiento en un nuevo significado se aplico al trabajo, esto introdujo la Revolución de la Productividad,. Algunos autores como Peter Drucker, afirmó que tenemos una economía del conocimiento que se forma en una sociedad poscapitalista, estamos entrando a un modo de crecimiento cualitativamente diferente en el capitalismo.
Mi opinión es que el conocimiento tiene varias vertientes siguiendo una tradición que nos viene de Platón, por una parte, la función del conocimiento es el conocimiento mismo, es decir el desarrollo intelectual, moral, y espiritual del individuo, otra, que el conocimiento es hacer al que lo posee transmitirlo eficientemente, capacitándolo para saber lo que ha de decir y cómo decirlo, es decir conocimiento significa lógica, gramática y retórica en palabras de Drucker el Trivium de la educación liberal que si se aplica al trabajo lo transformamos en conocimiento al estudio del trabajo, al análisis del trabajo y a la ingeniería del trabajo que es lo que ha producido en los últimos 80 años una verdadera revolución en la organizaciones, en el Estado.

En el Estado, en las organizaciones y en la nueva economía, política, que se está gestando el nuevo conocimiento, cada vez más dinámico, global y por supuesto más difícil de adquirir porque no es un bien, es algo inmanente que desarrolla el ser humano en cada sociedad que le permite desarrollarse e innovarse, asentarse, porque el conocimiento es liberarse.

jesusmazzei@gmail.com

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