sábado, 27 de octubre de 2018

Escrito en piedra

Adriana Cabrera*
UDISTAS
25-10-2018

La sensación de ruptura (desgarramiento, casi) con la función que los profesores tenemos dentro de la universidad venezolana es dolorosa y es la verdadera expresión de una crisis precipitada calculadamente por el gobierno actual (ya viejo y también anacrónico). El relato de esta catástrofe en desarrollo se hace y se actualiza con frecuencia. Sabemos ya que a los artífices de toda esta desgracia no les importa. La muerte del conocimiento y el progreso es precisamente el caldo donde mejor reinan. Pero la crónica de la destrucción ha de seguir haciéndose con el rigor de quien escribe un sumario para la historia y un recordatorio para quienes, puertas adentro, desde todos los niveles, han sido el diente que roe los huesos de nuestra Casa (¿dónde están? Algunos persisten, rodilla en tierra, esperando la realización de fantasías socialistas que nunca han de venir de un gobierno corrompido y corrupto; los más avispados se han ido o están por abandonar el barco de la “Patria o Muerte” hacia tierras más civilizadas). La Universidad de Oriente, donde hice mi primera formación y donde he trabajado durante casi veinte años, es un erial, tierra arrasada por años de asfixia presupuestaria, indolencia (calculada y espontánea) y delincuencia.

¿Cuántos académicos investigan hoy día dentro de las universidades venezolanas? ¿Cuántos en la Universidad de Oriente?
¿Cuántos profesores enseñan realmente en las universidades venezolanas? ¿Cuántos en la Universidad de Oriente?
Tengo alumnos de Manicuare y Araya. Deben venir en bote desde sus lugares, pero casi no hay botes. Tengo alumnos de Cumanacoa y más adentro, en las montañas; deben hacer trayectos interurbanos, pero hay poquísimo transporte.
Mis alumnos padecen hambre. Como la mayoría. Como los profesores que dependen de sueldos universitarios para vivir.
Intercambio mensajes de texto con una chica. Una niña casi. Tiene ganas de superarse.
“Profe, estoy desde las cinco de la mañana en la cola para el bote. Son las diez. No creo que llegue a tiempo”. Le digo que no venga, que ya estamos a mitad de clase. Que me envíe el cuestionario por escrito a mi correo electrónico. “Profe, por mi casa no hay internet. No hay ciber.” En la península de Araya la señal es tan mala que no corren los datos. Le digo que no importa, que me puede entregar el cuestionario escrito a mano, cuando vuelva a venir a la UDO. Pero mañana, todo el mundo sabe, la cola es peor. Así que deberá empezar a hacerla más temprano que el día en cuestión. Todo para entregarme un cuestionario y regresarse casi inmediatamente por la incertidumbre del transporte. Termino transando la entrega por mensajes de texto.
Llegamos a los bordes de la catástrofe. Es legítimo preguntarse si otro semestre será viable. Pero hay quienes insisten en la ficción de la normalidad y achacan los males universitarios a la falta de amor y sentido de pertenencia de los universitarios, que desde hace muchos años ya (porque este gobierno es ya muy viejo en su ilegitimidad) han denunciado, reclamado y peleado por una universidad autónoma, con dignidad, progresista, libre.
Y, efectivamente, ha habido falta de amor. Es más, ha habido una profunda traición a la academia y a la institución universitaria y esta ha venido de quienes han avalado y contribuido con sus acciones y discurso, con el ejercicio de sus gestiones, a la destrucción de la autonomía y al secuestro presupuestario que ha derivado en el cierre de casi todos los programas de investigación y las iniciativas en pro del conocimiento que le daban sentido.
Que quede escrito en piedra y que esa piedra cuelgue con el peso de la culpa en el alma de quien lo merece.
Profesora del Departamento de Filosofía y Letras de la UDO-Sucre.

1 comentario:

  1. Si experimento una emoción es q el msj "me llego". Dolor 1° y mi ser lo transforma en rabia, pues con ésta subsisto, ya q con dolor estoy más vulnerable.
    Todo lo q hemos vivido por 18 años, tenía q ser ser así. Vivimos "dormidos" creyendo q "eso" era democracia. No, ella no es un regalo, ella debe merecerse, conquistar se, parirla !! Y parir es doloroso, no?. Es un parto de 20 años.

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