miércoles, 20 de febrero de 2019

Declaración de docentes ucevistas por la unidad de las fuerzas democráticas

ESPERANZA Y RIESGOS DEL MOMENTO POLÍTICO

Después de año y medio de persecución, exilio y fragmentación, la oposición se ha reactivado. La Asamblea Nacional ha vuelto a presentarse ante el país como el único poder público existente, legitimado por una ciudadanía que lo votó abrumadoramente y con la cual restablece su necesaria sintonía. El inicio de 2019 se abrió con un nuevo período parlamentario y en semanas ha producido cambios trascendentes que han hecho renacer la esperanza de la inmensa mayoría del pueblo venezolano. Este se ha identificado de un modo indiscutible con el presidente de la Asamblea Juan Guaidó, elevado por inéditas circunstancias a la presidencia interina de Venezuela.

La población ha retornado a la calle multitudinariamente, exhibiendo sus más diversas expresiones de composición social y manifestándose en pueblos y ciudades de todos los estados del país, constituyendo hoy por hoy el más auténtico respaldo a la nueva conducción política del proceso de lucha contra la dictadura madurista.

Al mismo tiempo, en el plano exterior la renovada oposición ha recibido el resuelto apoyo de la mayor parte de los países latinoamericanos y Canadá organizados en el Grupo de Lima, de los EEUU y de una amplia mayoría de los Estados de la Unión Europea. Más de medio centenar de países del mundo confieren al movimiento opositor venezolano una fortaleza internacional sin antecedentes en sus confrontaciones anteriores con la autocracia que ha arruinado al país y condenado a la pobreza y al hambre a vastos sectores de la población.

Para comprender esta original situación política de Venezuela conviene destacar la importancia que ha tenido el reagrupamiento de las diferentes parcialidades de la oposición. En una demostración de sensibilidad frente a las exigencias del momento político nacional, y de capacidad para consensuar posiciones diversas, todas han cerrado filas para incorporarse unitariamente a la ruta de los tres momentos sucesivos de la lucha actual: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones presidenciales libres.

No obstante persisten dificultades serias para avanzar en la línea trazada. La principal, sin duda, es la obcecación de Maduro y su grupo más cercano por pretender seguir en el poder, invocando para ello una legitimidad que no le reconocen ni la aplastante mayoría del pueblo venezolano ni el significativo y creciente número de países democráticos del mundo, vistas las incontables irregularidades del proceso electoral presidencial del 20 de mayo de 2018. Por otra parte, la profunda, integral e indetenible crisis nacional, cuya paternidad solo es atribuible al gobierno de Maduro, hace del todo irrazonable su pretensión continuista. Las gigantescas manifestaciones de estas últimas semanas con las que la ciudadanía ha expresado su repudio al régimen usurpador, así como el aislamiento internacional de este, deberían persuadirlo de lo absurda y nefasta que resulta su permanencia a la cabeza del país.

Esta obstinación irracional encierra un enorme peligro potencial: obra en favor de ciertos factores que dentro y fuera de Venezuela se decantan, quizás con irreflexiva precipitación o pasando por alto las complejidades del asunto, por cursos de acción que podrían tener muy lesivas consecuencias sociales y materiales. En su íngrima soledad, Maduro solo cuenta todavía con el apoyo de la cúpula de las Fuerzas Armadas, las cuestionables policías creadas para la represión política y la milicia, cuya sola existencia alimenta la épica ficticia encarnada en la hiperbólica y antidemocrática consigna de que «la Revolución llegó para quedarse». En esta tesitura, el gobierno dictatorial excluye de antemano toda posible salida electoral. La insensatez de Maduro y sus asesores de querer perpetuarse en Miraflores puede convertirse en una tragedia de grandes proporciones para el pueblo venezolano.

A este obstáculo principal, podemos agregar algunos riesgos a los cuales es indispensable prestar la atención debida: las respuestas incontroladas frente a la violencia del grupo gobernante, o la implosión por ingobernabilidad frente a las gravísimas carencias de alimentos, medicinas, gas, agua y transporte que azotan a los venezolanos, particularmente a los sectores más pobres.

Otro riesgo de naturaleza diferente es el manejo del tiempo frente a una realidad inédita y compleja respecto de la cual lucen claros los objetivos propuestos pero menos los medios y modos de alcanzarlos. La prolongación indefinida de la actual confrontación podría favorecer a quienes, aunque casi desprovistos de respaldo popular, continúan controlando abusivamente los resortes del poder político. Esta particular consideración no busca inventar obstáculos sino advertir de forma precoz sobre riesgos reales en el escenario previsible.

Las iniciativas que han desplegado el gobierno presidido por Juan Guaidó y la Asamblea Nacional dentro y fuera del país son acertadas pero es preciso que en los próximos días se materialicen exitosamente –tal es el caso en particular de la ayuda humanitaria- pues no hay mejor manera de consolidar el gobierno de transición y de asegurarse duraderamente el apoyo entusiasta de la ciudadanía. Por otra parte, es imperioso estimular la discusión del Plan País en sus aspectos fundamentales como salud, educación, transporte, alimentación e industria agroalimentaria, energía eléctrica, minería, petróleo y preservación ambiental, entre otros, sectores de la vida nacional a cuya regeneración habrá que dedicarse en el más breve plazo en el contexto general de la reconstrucción del país. Igualmente es urgente propiciar el debate sobre lo que se entiende por elecciones libres y dar desde ya los pasos necesarios para que en su momento puedan concretarse con el reconocimiento de todos. En este tiempo de grandes esperanzas e inevitables riesgos es imprescindible mantener la unidad sólida de todas las fuerzas democráticas, sostener con firmeza la línea de acción enarbolada por el presidente encargado Juan Guaidó y no cejar en las grandes movilizaciones de masas en todo el país, ratificando de modo permanente su carácter pacífico y democrático pero a la vez su firme voluntad de lucha contra el autoritarismo usurpador que a todos humilla y empobrece.

Caracas, 12 de febrero de 2019

Firmas por orden albafético de primer apellido:

A) Víctor Abreu, Gregorio Afonso, Miguel Albujas Dorta, Rogelio Altez, Rubén Álvarez, Luis Angarita Lazo, Félix Arellano

B) Catalina Banko, Oscar Bastidas, Luis Bravo Jáuregui, Nathalie Buonaffina

C) José María Cadenas, Luis Alonso Calatrava Oramas, Azier Calvo Albizu, Abilio Carrillo, Adicea Castillo, Antonio Luis Castillo, Ocarina Castillo, Gregorio Castro, Pedro Castro, Luis Chesney, Santiago Clavijo, Igor Colina.

D) Antonio José D’Alessandro, Carlos D’Suze, Rafael Dávila, Enzo Del Bufalo,Yamile Delgado de Smith, Antonio De Lisio

F) Iván Feo, Alejandra Fernández

G) Alix García, Irama García, Carmen García Guadilla, Humberto García Larralde,Giuseppe Giannetto, Luisa González, Gilberto José Graffe, Tomás Guardia, Aquiles Gutiérrez

H) Enrique Hernández, Bernardino Herrera León.

I) Consuelo Iranzo, Ileana Iribarren

L) Amelia Landaeta, Luis Lander, José Rafael León, Giovanna Lombardi, Florángel de Longobardi, Margarita López Maya, María Victoria Lugo Fernández

M) Luis Marciales, Trino Márquez, María Eugenia Martínez, Elizabeth Marval, Luis Mata Molleja, María Gabriela Mata C, Nelson Mata V, Hugo Medina, Absalón Méndez Cegarra, María Antonieta Méndez Rodulfo, Alexis Mendoza León, Luis Millán, Carlos Monsalve, Julio Mora Contreras, Carmen Moreno, Héctor Moreno, Martha Inés Moreno S, José Domingo Mujica, Vladimiro Mujica, Mabel Mundó.

N) Jenny Najul, Eleazar Narváez Bello, Fulvia Nieves

O) Tulio Olmos, Nora Ovelar Pereyra

P) Antonio París P, María Cristina Parra Sandoval, Zaida Pérez González, Samuel Pérez Hermida, Pablo Peñaranda, Luis Mauricio Phelan, Elizabeth Piña, Marina Polo.

Q) Rafael Quevedo, Inés Quintero

R) Víctor Rago Albujas, Rafael Ramírez Camilo,Tulio Ramírez, Alexis Ramos, Alexis Ramos Torrealba, Ingrid Regalado, Flérida Rengifo Carrillo, Ricardo Ríos, Maritza Rivas, Claudia Rodríguez, Humberto Rojas, Beatriz Romero, Miriam Rubio, Nydia Ruiz Curcio

S) Benjamín Sánchez Mujica, Javier Seoane, Maritza Serrano, Héctor Silva Michelena, Eduardo Soto Gajardo, María Soledad Tapia.

T) Wilmer Téllez Acosta, Henri Thonon, Vylma Tovar, Henrique Vera, Leonardo Vera Azaf

Y) Noralys Villarroel, Francisco Yánez, Mirna Yonis, José Rafael Zanoni







6 comentarios:

  1. La Universidad presente, como debe ser.

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  2. Absolutamente de acuerdo con las afirmaciones de esta Declaración, la cual es oportuna y necesaria. Algunas afirmaciones, a mi juicio y sin ánimo de quitar méritos al texto, requieren cierta ampliación. Me refiero a "la obcecación de Maduro y su grupo más cercano por pretender seguir en el poder..." Creo que es más que eso, es respuesta de supervivencia personal y política, es también obligación frente a sus "jefes cubanos" porque pone en riesgo al propio régimen cubano. Es también un "código de honor" entre delincuentes que prefieren el "martirio" antes que la dimisión. La "cúpula podrida" (término tal vez olvidado) no renunciará ni saldrá de manera pacífica. Ciertamente, los riesgos como se afirma en el documento son mortales, nefastos e incalculables. El régimen quiere provocar una confrontación militar con fuerzas externas para salir de "víctimas" y "crear un Vietnam" (como le hemos escuchado a un prominente jefe del narcotráfico del gobierno). Esto último es bien cuestionable. Dolorosamente, habrá violencia y víctimas provocado no por las fuerzas democráticas sino por los que hace rato "no tienen la razón". No creo que pueda haber en una transición fácil e indolora (ojalá me equivoque), sino que podría ser un proceso "traumático". Siendo el cese de la usurpación inevitable, el régimen se juega el todo por el todo. Gracias por sus aportes y esperamos con esperanza el fin de la pesadilla con las fuerzas democráticas unidas y con planes realistas.

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  3. Prof. Tony Chacón. De acuerdo con el documento, me sumo a la lista.

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