miércoles, 6 de septiembre de 2017

Educación en América Latina, ¿dónde estamos?

Bernardo Kliskberg
06/09/2017

La educación es decisiva en este siglo XXI denominado adecuadamente el siglo “conocimiento intensivo”. América Latina registró importantes progresos en lo que va del siglo, pero sigue teniendo problemas estratégicos, y su brecha respecto al mundo desarrollado ha seguido ampliándose.

Algunos de los problemas clave que surgen de informes recientes de la OCDE y otros.

1. Déficit en la matriculación, y las tasas de graduación. Ha aumentado muy considerablemente la matrícula y mejorado las tasas de egreso, en la educación primaria. Ello es un gran avance.

Sin embargo es baja en la educación preprimaria, que es considerada hoy definitoria en el rendimiento posterior de los niños en todos los niveles. El 66% de los niños se inscriben en preescolar frente al 87% en los países de la OCDE. Hay, asimismo, desniveles muy marcados entre los años que cursan, y la calidad de los contenidos recibidos.

2. Fuerte deserción en la secundaria. Solo el 59% de los jóvenes completan estudios de secundaria. Sin secundaria completa, el camino para integrarse a la economía formal está virtualmente cerrado. Tanto las organizaciones públicas como la empresa privada la exigen como mínimo para las tareas más básicas. En algunos países los niveles de deserción son mucho mayores. En Guatemala termina la secundaria el 41%.

3. Más preescolar, mejor rendimiento en secundaria. La OCDE ha encontrado que los que hicieron preescolar, tienen un rendimiento en secundaria equivalente a un año escolar completo más de la misma. Los más pobres que tienen una tasa mucho más baja de preescolar, van a tener allí un factor importante de retraso y abandono en la secundaria, que incremente las desigualdades.

4. Muy alta deserción en la universidad. Solo el 41% de los jóvenes intenta realizar estudios de nivel superior, pero solo lo termina el 14%. En la OCDE la tasa de finalización es el 39%.

5. Agudas desigualdades. El cuadro de conjunto muestra muy fuertes asimetrías cuando se pasa de las tasas promedios a las desagregadas.

Entre el 20% más pobre de una América Latina que tiene casi un 30% de pobres, solo el 56% cursa la secundaria frente al 86% en el 20% de más alto nivel socioeconómico. Asimismo en el 20% más pobre, solo el 9% entra en la universidad, frente al 46% en el 20% más rico.

6. Distancias en años de escolarización. Los años de escolaridad recibidos han aumentado, pero las distancias entre los diversos estratos sociales son marcadas, y todos tienen muchos menos de los necesarios.

Los pobres extremos tienen 5.5 años (menos de una primaria completa), los pobres moderados, 6.2 años, los vulnerables (clase media reciente en peligro de descenso), 7.7 años y los estratos medios, 10.8 años.

Junto a los datos cuantitativos que indican progresos, pero asimismo marcados déficit y altas inequidades, están los cualitativos como las fuertes brechas que aparecen en las pruebas de calidad entre la mayoría de los países latinoamericanos, y países con grandes logros como Finlandia, Singapur, y Hong Kong, que requieren revisar temas como el gasto por alumno atendido, la inversión en docentes, el estatus del docente en la sociedad, y otros muy influyentes en la calidad de la escuela.

El informe OCDE considera que tomando la integridad de la situación, el 70% de los jóvenes latinoamericanos no está preparado para los nuevos mercados de trabajo.

Como lo demandan los ciudadanos, la región debe priorizar realmente la educación, y rodearla de todos los apoyos posibles.

Consultor de diversos organismos internacionales



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