Eleazar Narváez
Con plena conciencia de lo que desea el presidente Chávez, comenzó sus labores el ministro Edgardo Ramírez. Se trata de arreciar la agresión y la confrontación contra aquellas universidades que aún no han sido secuestradas por el régimen, con consignas que no han sido más que palabras huecas en la práctica gubernamental, tales como la rendición de cuentas y la profundización de la democracia. Acusar a los rectores de mentirosos y nada transparentes y decir que nuestras universidades no son instituciones democráticas, representan las primeras señales preocupantes de quien sustituyó al defenestrado Luis Acuña. Más detalles: http://bit.ly/aE2rAp
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