El Pais, España, 29/02/2012
Barcelona, capital mundial del móvil, mostró ayer su cara más airada en defensa de la universidad pública y para protestar contra los recortes y la reforma laboral. La jornada arrancó con cinco de los siete campus públicos catalanes ocupados: los de las universidades de Barcelona (UB), Autónoma (UAB), Politécnica (UPC), Pompeu Fabra (UPF) y Girona (UdG). Los primeros pasos de los estudiantes, junto a profesores y personal administrativo, avanzaron que la movilización sería importante. La UAB quedó desierta tras el bloqueo de la estación de tren y el corte de la AP-7. Hasta las diez de la mañana no se normalizarón las vías de transporte y que apenas hubo clase en media decena de facultades.
Los estudiantes de la UB, mientras, dejaban las clases vacías para dedicarse a preparar la gran manifestación convocada para las 12.30. El seguimiento de la huelga, convocada en toda España, fue más irregular en las otras cinco universidades catalanas, que en conjunto han sufrido un recorte presupuestario del 16% en dos años.
Decenas de miles de estudiantes y profesores —60.000 según los convocantes, 25.000 para la Guardia Urbana— tomaron parte en la marcha, que arrancó en la plaza de la Universitat y terminó en el mismo lugar tras un recorrido circular que colapsó el tráfico en el Eixample. La manifestación se nutrió también de frentes formados por la comunidad educativa, a la que se añadió la sanitaria, llegados del resto de la ciudad. Uno de los ramales procedía del campus del Raval de la UB y otro partió de la Zona Universitaria, donde estudiantes de la UPC y la UB cortaron la Diagonal. Un grupo de manifestante llegó hasta la emisora de la cadena SER, en la calle de Casp, para interrumpir la programación y leer un manifiesto.
Los estudiantes de la UB, mientras, dejaban las clases vacías para dedicarse a preparar la gran manifestación convocada para las 12.30. El seguimiento de la huelga, convocada en toda España, fue más irregular en las otras cinco universidades catalanas, que en conjunto han sufrido un recorte presupuestario del 16% en dos años.
Decenas de miles de estudiantes y profesores —60.000 según los convocantes, 25.000 para la Guardia Urbana— tomaron parte en la marcha, que arrancó en la plaza de la Universitat y terminó en el mismo lugar tras un recorrido circular que colapsó el tráfico en el Eixample. La manifestación se nutrió también de frentes formados por la comunidad educativa, a la que se añadió la sanitaria, llegados del resto de la ciudad. Uno de los ramales procedía del campus del Raval de la UB y otro partió de la Zona Universitaria, donde estudiantes de la UPC y la UB cortaron la Diagonal. Un grupo de manifestante llegó hasta la emisora de la cadena SER, en la calle de Casp, para interrumpir la programación y leer un manifiesto.
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