Fernando Rodríguez
Tal Cual (Editorial), 23/05/11
Ciertamente, da una flojera desarmante tratar de explicarle al cenáculo de focas que ha impedido las elecciones en varias universidades una cosa tan elemental, y por demás universal, como el que en las comunidades universitarias no pueden votar los vendedores de empanadas, los enfermos del Hospital Clínico, los empresarios del video paralelo o los vecinos que tienen que calarse más de un sofoco por su cercanía.
Tampoco los hampones que "hacen vida" y roban y matan en sus predios.
En serio, eso de que voten en paridad todos los sectores universitarios (entre ellos centenares de miles de egresados) es una muestra del populismo más abyecto o, dicho de otra manera, del espíritu fascista más craso.
De manera que nos saltamos todos los actos macabros que al respecto ha cometido el Tribunal Supremo de Justicia, el más devoto de los impúdicos cortesanos del Poder reinante, convicto y confeso.
Es inútil, entonces, invocar constituciones, reformas negadas, leyes derogadas e infundadas sentencias.
Mucho menos criterios pedagógicos de Humboldt o de Córdoba sobre el espíritu universitario y su necesidad esencial de libertad y autonomía. ¿Para qué? ¿Para oír el mismo sonsonete demagógico? Esto es simplemente un acto brutal de poder, sin más razones que la brutalidad y el poder.
En realidad es una repetición, por otras vías, de aquella famosa toma con que el chavismo hizo su debut en la vida universitaria nacional. Entraron a patadas con una banda de malandros y, también, salieron a patadas.
Luego se dedicaron a perder elecciones, donde las había, y a impedirlas, donde no las había, y a tratar de destruir sus logros quitándole el oxígeno presupuestario, ranchificándola, poniéndole el cuartel como modelo, amenazándola y apostrofándola. Y de vez en cuando poniendo alguna bombita. Ahora vienen a tomarla de otra manera, igualmente vil.
Pero mucho cuidado, Chávez, mucho ojo.
Acuérdate que la rodilla en tierra no siempre es buena táctica. El saber es mal enemigo a largo plazo y los jóvenes explosivos a corto plazo. ¿No son ellos los que han puesto con las dos rodillas en tierra a tus hermanos árabes?, ¿Y hasta la modernizada y flamante España no la están asustando? Por sólo hablar de lo reciente. Este es un país muy enfermo, desesperado, damnificado crónico, así que hay que tratarlo con tacto, algo de eso parece haber entendido tu olfato electorero.
De manera que aquí no se trata de un debate sino de ver quién puede más, al margen de que por supuesto el actual claustro es mejorable. Y no vale tampoco el argumento de que unas elecciones como las que propone el gobierno las ganaríamos porque decidirían los egresados y ya se sabe que en la medida que el nivel cultural sube el chavismo baja, como lo muestran las mismas elecciones universitarias y de gremios profesionales.
Eso sería pelear con armas tan rastreras como las del enemigo y convertir la universidad venezolana en un ring de peleas arregladas, mafiosas. Por cierto, se le recuerda a la MUD y a los parlamentarios opositores que por aquí hay trabajo importante y urgente que hacer.
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