La lucha por la autonomía universitaria

Eleazar Narváez

Hay que revisar la afirmación de que la Universidad nació autónoma. Desde el punto de vista histórico, hay evidencias de que más bien la Universidad comenzó a forjarse en la Europa occidental del siglo XII con la lucha por su autonomía, en un proceso caracterizado por una compleja confrontación con poderes eclesiásticos y laicos. Tenemos razones válidas para afirmar que desde esos momentos hasta hoy, la historia de la Universidad es la historia de la lucha por su autonomía ante viejos y nuevos poderes fácticos. Y esta manera de ver el asunto tiene para nosotros en el presente unas implicaciones muy importantes. No se trata de luchar para conservar algo valioso que tuvimos en el pasado, sino de luchar siempre por la conquista de un principio fundamental para nuestra institución, para nuestra sociedad y para quienes hacemos vida cotidianamente en ella. Y esa lucha, por supuesto, no es, no debe ser, sólo para defenderlo ante determinados agentes internos y externos a la institución que tienden a distorsionarlo y lo amenazan peligrosamente, sino también para potenciarlo sin cesar en sus distintas dimensiones y posibilidades, tanto en el plano legislativo como en su ejercicio por las autoridades y demás miembros de la comunidad universitaria.