sábado, 4 de junio de 2011

Universitarios: criticamos y nos oponemos, pero falta algo

Eleazar Narváez
Con suficientes y válidas razones nos opusimos en su momento a la LOE. También lo hicimos con la LEU. No llamo ahora al arrepentimiento por haber hecho esto, pues los universitarios han dado  serios y válidos argumentos en reiteradas oportunidades para rechazar varios de los exabruptos de ambos dispositivos legales. En nuestras casas de estudio se han hecho innumerables reuniones, foros, seminarios, etc., sobre diversas propuestas que por diferentes medios el oficialismo y otros sectores han puesto a circular. Asimismo, es preciso reconocerlo, distintas universidades han consignado en la Asamblea Nacional, sugerencias y anteproyectos de ley sobre la educación y en particular sobre la educación superior. Sin duda, ha habido mucha actividad al respecto. Sin embargo, sentimos que hemos descuidado dos cosas: una, no hemos contado con mecanismos ágiles para recabar los múltiples planteamientos que se han hecho, a fin de sopesarlos, sistematizarlos y divulgarlos. Y tampoco hemos podido concretar, por otro lado, una agenda para la transformación universitaria  ni  un cuerpo de proposiciones en un documento que llegue a toda la comunidad universitaria y a la sociedad venezolana para orientar y enriquecer el debate y movilizar a la gente en aras de defender y fortalecer a la universidad autónoma. Hay que tomar conciencia de que, por esto, tenemos una deuda pendiente con nosotros mismos, con la universidad y con el país. Es fundamental que lo asumamos con coraje, pero sobre todo, hay que hacer lo necesario para llenar esos vacíos lo más pronto posible. Son desafíos académicos y políticos urgentes que hoy tenemos por delante los universitarios venezolanos.

1 comentario:

  1. Lamentablemente tienes razón. Pareciera que no queremos darnos cuenta que la velocidad de los tiempos actuales, provoca una dinámica que obliga a producir las propuestas de lo que queremos sin darle más largas. El gobierno sigue trabajando en la Ley de Educación Universitaria que quiere imponernos, nosotros deberíamos hacerle una contrapropuesta, tomando de ella lo que pueda ser cónsono con los principios que rigen nuestro deber ser, y crear lo que falte para completarla, para hacer una Ley adecuada a las necesidades universitarias y ajustada a la Constitución. Profa., Tania Navarro

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