martes, 26 de abril de 2011

Estafa educativa, o menos conocimiento y más panfleto

José A. Véliz
UDISTAS, Núcleo de Sucre, Cumaná
Los funcionarios gubernamentales en educación media y universitaria pensaron que cambiando nombres y soslayando algunos contenidos “el proceso socialista” avanzaría y nada grave acontecería. Sin embargo la realidad es terca, los resultados están a la vista. La educación media se ha convertido en una estafa y la superior sufre una crónica crisis.

Por un lado están las deficiencias presupuestarias que desde “la cuarta” ambos niveles educativos arrastran y por el otro están los estudiantes que egresan de educación media con una pobre preparación, con conocimientos mínimos en ciencias naturales y matemáticas, además de una reducida aptitud hacia la lectura y la redacción. Se supone que esas áreas debieron cubrirse y ampliarse durante su largo paso por el bachillerato; no es así. Estos estudiantes entran al sistema de educación superior con muy pocas herramientas y condenados al fracaso. La tendencia hacia el deterioro de la calidad educativa ciertamente no es nueva, pero en los últimos años se ha agudizado con la partidización de la carrera docente y con las “innovaciones” socialistas que se realizan.

La oferta educativa pierde valor, muere el interés de un futuro mejor a través de la instrucción y se desvanece la posibilidad de participar en el desarrollo del país. El número de egresados es significativamente inferior al que ingresó al sistema educativo y un cálculo básico revela que mucho se pierde en el camino; los que se mantienen tardan más de los cinco años pautados para culminar cualquier carrera, la gran mayoría deserta del sistema. ¿A dónde van esos estudiantes? Estadísticas no oficiales muestran fracasos en las tres “marías”: física, química y matemáticas -y en castellano- ¿Cuál es la causa? ¿Alguien las ha analizado? Creo que aquí hay un buen punto de partida para investigar las causas del fracaso estudiantil.

¿Se pueden buscar culpables? Algunas culpas recaen naturalmente sobre el sistema de educación media. En el afán de inclusión excesiva, ha importado más la cantidad que la calidad; esto se nota en la incorporación de docentes que, sin estar preparados y por supuesta necesidad, prostituyen el conocimiento y lo degradan a mera cosa inservible que cualquiera puede impartir. En el sistema de educación superior se admiten cada vez más estudiantes. Ni siquiera se les ofrecen cursos de nivelación, ni otras alternativas de formación. Aparentemente se les incluye, pero luego sus deficiencias académicas los excluirán irremisiblemente. Hay fallas en la educación media que la universidad, como continuación de un proceso engranado, no puede subsanar; superarlas implica una pérdida de tiempo y un esfuerzo titánico por parte de las instituciones de educación superior.

La capacidad de transformación de la universidad no es una consigna oficialista. Mucho antes había sido planteada por diferentes investigadores y docentes venezolanos. Como hemos sostenido varias veces, la autonomía pasa porque la universidad se vea críticamente a sí misma, por concebirse como una estructura autogeneradora, no de errores sino de soluciones. Por ello, a las deficiencias presupuestarias que impiden ofrecer espacios, herramientas y equipos dignos para la educación y docentes motivados y bien remunerados, hay que agregar las imposiciones convertidas en ley, como la del servicio comunitario, con las cuales “el proceso” quiere doblegar a la universidad.

Estamos atentos a la existencia de otro instrumento legal aprobado dirigido a los niveles básicos del sistema educativo; con tal decisión emanada del Ministerio de la Defensa, no del Ministerio de Educación, se quiere implantar la militarización desde los más niños, donde las nociones de guerra (y no los valores de paz, como establece la Constitución) pesan más que el conocimiento humano fundamental y tiene más preponderancia el panfleto que el texto crítico. Frente a una resolución tan nefasta una vez más se demostrará que la educación de los ciudadanos es asunto de civiles, no de militares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario