lunes, 11 de abril de 2011

Objeción de conciencia y militarización del futuro

Fernando Facchin B
El Carabobeño, 08/04/11
Las escuelas van a ser utilizadas como trincheras del grupo paramilitar denominado "Milicias" para adiestrar en las hostilidades políticas del régimen contra la sociedad civil, desconociendo el gobierno que los niños y adolescentes tienen la condición de bien protegido por la Constitución, la LOPNA y los tratados internacionales, situándolos en grave riesgo al convertirlos en objetivo militar.

Internacionalmente, el único garante en materia de derechos humanos es el Estado, la afirmación según la cual los actos de los grupos paramilitares pueden catalogarse como una violación a los mismos, se fundamenta en la responsabilidad por acción y omisión de éste respecto de su respeto, fortalecimiento y consolidación. Las "Milicias", grupo paramilitar inconstitucional, actuarán en los colegios, más como mafia oficialista, que como un componente regular de la FANB, lo que no son ni serán.

Además de los impactos negativos a los derechos de los niños y adolescentes, la militarización de las escuelas trae consigo modificaciones en la manera de actuar de los niños y adolescentes, quienes crecerán incorporando dinámicas guerreristas a sus códigos de conducta y asimilándolas como normales, imitación a los "misioneros", a quienes consideraran un ejemplo de autoridad, posteriormente, terminan vinculándose a grupos de delincuencia común o siendo reclutados por otras fuerzas irregulares. Esto exige la reflexión y la organización de la sociedad para oponerse a tal aberración político-ideológica, agudizada por la decadencia social y política del gobierno. El objetivo es implantar un mecanismo arbitrario de control social.

La militarización es un recurso indispensable de los gobiernos ilegítimos y de las ofertas políticas que carecen de contenidos genuinos. Mano dura, cámaras de vigilancia, delación, tolerancia cero, ideologización infantil y juvenil, es lo único que el gobierno está dispuesto a ofrecer. Por eso invierten enormes sumas de dinero en su propaganda del miedo, para eso promueven la desconfianza, la delación, el desgarramiento del tejido social mediante la penetración de paramilitares en la educación, estrategia psicológica que es inaceptable por la sociedad civil, no podemos permitir que el miedo se apodere de nuestras vidas. Este proceso de militarización de nuestros escolares sólo se detendrá si denunciamos abiertamente que la abominable estrategia oficialista desprecia la vida humana y nos desensibiliza con la violencia.

Este es el momento de presentar nuestra "Objeción de Conciencia" para oponernos, por razones éticas, a la militarización escolar, debemos imponer la ley de la conciencia humana por encima de la ley pretoriana e inconstitucional, la "Objeción de Conciencia" es un derecho humano fundamental que tiene por finalidad socavar toda la farsa seudo democrática del régimen.

Con ocasión de la promulgación de ese adefesio jurídico denominado LOFANB y su grotesco texto, hemos podido apreciar a diferentes personajes de gris trayectoria, convertidos en tartufos, vacíos de intelecto, genuflexos del poder, con un desequilibrio intelectual inocultable defienden la ley, donde más que servilismo, hay un entreguismo absoluto ante un pragmático sin doctrina cuya única obsesión es el poder, sólo tenemos entreguismo y celestinaje servil. La defensa a la oprobiosa LOFANB es producto de una ciega y codiciosa obsecuencia. Sólo la bajeza humana tolera semejante degradación de la condición política, producto de la conveniencia y el oportunismo, síntoma de descomposición moral, de allí que hoy, el país no pasa de ser el remedo de una República Bananera, donde se ha puesto bajo sospecha el comportamiento individual caracterizado por una conducta anómala y una incomprensible falta de autoconciencia. Sin dignidad nada es posible.

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