Santiago Quintero
El Universal, 11/04/11
Venezuela no quiere ser Cuba ni Corea del Norte. Venezuela no quiere ser Libia. Venezuela no quiere ser la Alemania nazi ni la Italia de Mussolini. Venezuela no quiere Führer ni Duce. En síntesis, Venezuela no quiere milicias en sus escuelas. Pero tampoco las quiere en la Fuerza Armada. Venezuela no quiere milicias en ninguna parte.
Justamente, porque la violencia como valor es lo que siembra una milicia. El miliciano es un soldado mal formado, un individuo de instrucción bizarra que no respeta la civilidad ni sus derechos, para el cual no hay otra ley que la de la obediencia. Cualquier orden demencial puede tener cabida en la acción de una milicia.
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