sábado, 18 de diciembre de 2010

"Ciencia útil"

Rafael Rangel Aldao
El Universal, 18/12/10

Confundir la ciencia con sus aplicaciones es el mayor disparate de una burocracia ignara, a través de varios siglos de historia. Lo que sí es útil es el conocimiento que produce la ciencia, aunque a diferentes tiempos, solo que tal sutileza escapa a los comisarios.

La división alemana de posguerra es elocuente con respecto a los efectos de planificar la ciencia como útil. Cualquiera que en 1989 haya caminado de un lado a otro del muro derribado, pudo comprobar el atraso de al menos medio siglo del sector oriental con relación al libre y democrático. El comunismo en 1945, entre otras cosas, paró en seco la ciencia de media Alemania. Igual les ocurrió a otros países con el fascismo, y con las ya casi extintas dictaduras del planeta.

La ciencia es y debe ser libre, pues es imposible predecir qué respuestas hallará en su continua exploración de la naturaleza. Conocimientos tan abstractos y dispares como los de la física atómica y la biología molecular, se aplican hoy para mover máquinas, y los de la mecánica cuántica para diseñar computadores inimaginables por funcionario alguno. 

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