lunes, 7 de febrero de 2011

Ciencia o revolución

Benjamín Sharifker
El Nacional, 07/02/11

De acuerdo con la reformada la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación, publicada en la Gaceta Oficial 39575 del 16 de diciembre de 2010, Fonacit convoca a proyectos estratégicos en cuatro áreas: eficiencia energética, cambio climático, desarrollo urbano y vivienda. 

Reformar la Locti y apartarla del propósito de estimular la productividad en la oferta de bienes y servicios, e impulsar la innovación mediante la ampliación de las capacidades científicas y tecnológicas, es una arbitrariedad. Lo que se persigue al reformar la ley es alinearla con la construcción del nuevo modelo de producción socialista, según los lineamientos del Plan Nacional Simón Bolívar 2007-2013, Primer Plan Socialista. Surgen, pues, serias dudas acerca de la legitimidad de los programas derivados de la aplicación de esta ley y, por ende, sobre la actitud que cada uno de nosotros, como científicos y sobre todo ciudadanos, debamos asumir con respecto a estas convocatorias. 

Causa especial preocupación la definición restringida de la ciencia que suponen las nuevas categorías definidas por el Ejecutivo y sancionadas por la Asamblea Nacional. La Locti define sujetos y "cultores" y desconoce las diferencias que existen entre el conocimiento científico y los saberes populares, o que la investigación en ciencias básicas o sociales puede tener tanto o más que ver con el desarrollo humano o la soberanía nacional que "la generación de una ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones que propicien la solución de problemas concretos del país". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario