Ricardo Ríos
El Tal Cual, 22/02/11
Las jornadas autonómicas que dieron al traste con la LEU en diciembre 2010, tuvieron en su vanguardia a la APUCV, el gremio de los profesores ucevistas. Unidos en un amplio frente de lucha, los universitarios desarrollamos acciones heroicas para frenar una ley inconstitucional, cuyo objetivo era el control político-ideológico de las universidades autónomas.
La universidad venezolana vive momentos cruciales y las jornadas navideñas mostraron como la acción unitaria es muy útil para dar una respuesta razonada, combativa y eficiente al acoso del oficialismo. Este esfuerzo unitario se orienta ahora hacia la participación activa en la defensa de la autonomía y en el debate que nos guíe hacia la superación un concepto de universidad con signos de cansancio institucional claros, que deseche el conservadurismo que ha asomado su cara confundiendo la defensa de la autonomía con la preservación de espacios de influencia, reduciendo toda la discusión a las formas de conducción de la vida universitaria, en paradójica coincidencia con el intervencionismo estatal.
El gremio y la carrera académica juegan un rol central en todo esto, vistos desde la situación socioeconómica del profesorado.
La lucha reivindicativa es un elemento consustancial en la consecución de la calidad que proclamamos, quedando claro entonces que el esfuerzo unitario requiere de una APUCV fuerte.
Desde hace unos tres años se ha venido gestando su recuperación organizativa, expresada en referendos estatutarios que permitieron la incorporación de las secciones de Facultad a la JD, bajo una conducción principista de la lucha al margen de simplificaciones polarizantes. A pesar de su origen múltiple, la JD de la APUCV se presenta como un gremio unido y coherente que provoca apoyar.
Se participa activamente en las luchas que se dan por la defensa de nuestras reivindicaciones, con un amplio espíritu unitario, incluso con gremios oficialistas, siempre a favor de los intereses del profesorado, sin perder su perfil democrático, ya que el respeto a la Constitución es una reivindicación mayor. La protección de nuestro pequeño y cada vez más precario sistema de seguridad propio hay que cuidarlo de la tentación pecuniaria mezquina e inmediatista. Ponerse al frente de esto, al margen de la demagogia, no ha sido sencillo. La acción unitaria ha funcionado para frenar el desespero y las falsas divisiones. El nuestro es en parte sostenido con el aporte de los agremiados, provenientes de salarios congelados desde 2008. La crueldad del ministro Ramírez de querer ahogar por hambre a las universidades ha costado lo suyo en nuestro seguro de HCM, el colegio para nuestros hijos y el servicio médico-odontológico para nuestros familiares. Un IPP eficaz es la clave de la autonomía organizativa de la APUCV. Eso lo saben sus enemigos, eso es lo que estamos defendiendo. Así también de defiende la universidad autónoma.
La universidad venezolana vive momentos cruciales y las jornadas navideñas mostraron como la acción unitaria es muy útil para dar una respuesta razonada, combativa y eficiente al acoso del oficialismo. Este esfuerzo unitario se orienta ahora hacia la participación activa en la defensa de la autonomía y en el debate que nos guíe hacia la superación un concepto de universidad con signos de cansancio institucional claros, que deseche el conservadurismo que ha asomado su cara confundiendo la defensa de la autonomía con la preservación de espacios de influencia, reduciendo toda la discusión a las formas de conducción de la vida universitaria, en paradójica coincidencia con el intervencionismo estatal.
El gremio y la carrera académica juegan un rol central en todo esto, vistos desde la situación socioeconómica del profesorado.
La lucha reivindicativa es un elemento consustancial en la consecución de la calidad que proclamamos, quedando claro entonces que el esfuerzo unitario requiere de una APUCV fuerte.
Desde hace unos tres años se ha venido gestando su recuperación organizativa, expresada en referendos estatutarios que permitieron la incorporación de las secciones de Facultad a la JD, bajo una conducción principista de la lucha al margen de simplificaciones polarizantes. A pesar de su origen múltiple, la JD de la APUCV se presenta como un gremio unido y coherente que provoca apoyar.
Se participa activamente en las luchas que se dan por la defensa de nuestras reivindicaciones, con un amplio espíritu unitario, incluso con gremios oficialistas, siempre a favor de los intereses del profesorado, sin perder su perfil democrático, ya que el respeto a la Constitución es una reivindicación mayor. La protección de nuestro pequeño y cada vez más precario sistema de seguridad propio hay que cuidarlo de la tentación pecuniaria mezquina e inmediatista. Ponerse al frente de esto, al margen de la demagogia, no ha sido sencillo. La acción unitaria ha funcionado para frenar el desespero y las falsas divisiones. El nuestro es en parte sostenido con el aporte de los agremiados, provenientes de salarios congelados desde 2008. La crueldad del ministro Ramírez de querer ahogar por hambre a las universidades ha costado lo suyo en nuestro seguro de HCM, el colegio para nuestros hijos y el servicio médico-odontológico para nuestros familiares. Un IPP eficaz es la clave de la autonomía organizativa de la APUCV. Eso lo saben sus enemigos, eso es lo que estamos defendiendo. Así también de defiende la universidad autónoma.
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