jueves, 10 de febrero de 2011

Desarrollo y decadencia académica (I)

Orlando Albornoz
El Nacional, 10/02/11
Nada parece complacer más a nuestros gobernantes que el halago. Desde Castro Ruiz hasta Chávez Frías han disfrutado en Venezuela de un escenario en donde la retórica alcanza niveles extraordinarios. La pequeña historia está llena de frases incomparables, dichas a Cipriano, a Gómez, a Pérez Jiménez, a Carlos Andrés Pérez y ahora a Chávez. Es, ciertamente, una deshonrosa tradición. La inefable doctora Eva Golinger, por ejemplo, decía de nuestro actual Presidente de la República que era "...nuestro amado, imprescindible, incansable y único comandante presidente Hugo Chávez". Estos halagos tan gitanos, por "exageraos", tienen un enorme costo social, porque el halago oculta la verdad y facilita incurrir en errores, costosos tanto en lo financiero, en lo político y en lo social.

Por ello, sin halagos: ¿qué debemos de hacer los venezolanos para evitar la decadencia académica que nos abruma? La respuesta es sencilla: lo contrario de lo que están haciendo, ya que de momento están leyendo el guión académico al revés. Veamos: 1) La alianza con Cuba, indispensable como una necesaria coartada ideológica, es ineficaz en lo académico, porque Cuba, referencia política en el continente, ocupa un espacio minúsculo en la geografía del conocimiento, más pequeño, incluso, que el nuestro, sobre todo porque tiene áreas vedadas como aquellas de las ciencias sociales. Un país como Venezuela debe desesperadamente buscar alianzas con los países líderes en la producción de conocimientos, para mejorar sus posibilidades, incluidos los líderes de la región, especialmente Brasil, un país vecino, al igual que Colombia. 2) Es necesario conceder la autonomía y la libertad académica a todas las instituciones del sistema porque en la actualidad algunas universidades son como los eunucos, incapaces de reproducir. 

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