Sebastián Dozo Moreno
La Nación, 21/02/11
Que WikiLeaks, el sitio de Internet que puso en jaque a la diplomacia norteamericana, se haya refugiado en un búnker nuclear de Estocolmo es altamente simbólico. Einstein afirmó que el estallido de tres bombas cambiaría la historia de la especie humana en un futuro cercano: la bomba atómica, que hizo brotar sus hongos grises y anaranjados en varios puntos del globo; la bomba demográfica, que vimos explotar por doquier, y la bomba electrónica, que hoy llamamos "informática" y también "cibernética", cuya amenaza no es la radiación ni la superpoblación de datos sin sustento, sino la "filtración", según venimos a saber recientemente a raíz del caso WikiLeaks. Y he aquí que de pronto, en Estocolmo, vinieron a estar representadas dos de las tres bombas anunciadas por el gran físico alemán: la atómica y la cibernética.
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