martes, 1 de febrero de 2011

Conocimiento y democracia

Gisela Kozak Rovero
Tal Cual, 01/02/11
El debate sobre la Ley de Educación Superior le ha prestado poca atención a la producción de conocimientos (llamada "creación intelectual" en la propuesta oficialista). La idea "roja rojita" de democracia insiste en el voto de estudiantes, obreros, empleados y profesores en igualdad de condiciones y en el ingreso indiscriminado de alumnos a las universidades, pero no discute que "la creación intelectual" sea dirigida desde el estado. Un ejemplo de cómo el conocimiento no sigue muchas veces el camino recto: Internet, una gran revolución en la vida de la humanidad, ya no tiene nada que ver con su origen militar. Pueden existir centros de investigación que respondan al Estado, pero las universidades por definición no existen para servir a éste sino para servir a la nación (a todos sus sectores) y al conocimiento en tanto actividad que nos define como humanos. La verdadera democracia universitaria es pensar, crear, escribir, inventar en un ambiente de respeto a las distintas ideas y con disponibilidad de múltiples fuentes informativas y de las tecnologías indispensables. Para qué nos sirve que todos votemos para elegir las autoridades universitarias si se impone una visión limitada del conocimiento y la política dictada desde el gobierno nacional, como ocurre en la Universidad Bolivariana de Venezuela (institución que por cierto no elige a sus autoridades). 

Para qué nos sirve que ingresen los estudiantes sin mecanismo alguno de admisión (suponemos que será la clase social el criterio porque en las autónomas hay más demanda que oferta de cupos) si estuviésemos en un país como Cuba en el cual el marxismo es doctrina estatal. 

En el oficialismo se confunde el respeto a la diversidad cultural con la igualdad entre los saberes tradicionales y el conocimiento sustentado en la investigación, la observación y la comprobación. Podemos aceptar las hierbas indígenas o la acupuntura china sin dudar de la superioridad de la medicina como ciencia contemporánea a la hora de curar un mayor número de enfermedades. 

Igualmente, la actitud ante la naturaleza de diversas culturas indígenas y africanas es rescatable pero serán el conocimiento científico, las políticas nacionales y mundiales y la movilización internacional de la población los que pueden enfrentar el calentamiento global. La libertad religiosa es un derecho individual y cultural pero: ¿el Génesis bíblico tendrá la misma validez que la teoría de la evolución de las especies en cuanto a explicar el origen de éstas? Por último: es cierto que hay multiplicidad de manifestaciones en el mundo ignoradas por los países desarrollados, dominantes en cuanto a difusión de la ciencia, la tecnología, el pensamiento social y la estética, pero el conocimiento no es étnico ni nacional (aunque pueda servir para el progreso de la nación). Entre quienes pensaron semejante tontería estuvieron los nazis con su ciencia, tecnología, arte y pensamiento "arios".

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