Luis Carlos Díaz
Tal Cual, 14/11/10
Tal Cual, 14/11/10
Desde el año 2006 han explotado con baja intensidad, pero con cambios determinantes en la sociedad del conocimiento, los videos de la gente de TED.com. En realidad la fundación existe desde 1984, y desde 1990 están organizando eventos anuales, pero fue en 2006 que el concepto de brindar una plataforma para diseminar ideas sobre tecnologías, entretenimiento, diseño y divulgación científica ganó en la web de la organización su propio espacio. Desde ese año se cuelgan de forma gratuita los audios y videos de las conferencias para que el resto del mundo pueda consumirlos. El curador de esos encuentros es Chris Anderson (no confundir con el editor de la revista Wired) y funge como presentador y entrevistador.
El concepto TED puede sonar extraño para los amantes de los largos discursos y las clases magistrales. Incluso para quienes creen que la profundidad de un tema filosófico, científico o sociológico requiere de audiencias especializadas y mucho tiempo de disertación.
En principio sí, pero la idea de TED es que un buen expositor pueda, en unos 15 minutos, presentar lo que hace, lo que cree, lo que eso significa para la sociedad, y además entusiasmar al público. Así se ha redescubierto una vieja forma de difundir conocimientos: la oralidad, pero acompañada de la tecnología para que salte barreras. En principio los asistentes pagan una membresía de 6 mil dólares para la fundación, pero igual quienes estamos por fuera podemos ver luego las charlas colgadas en la página.
Cuando las universidades guardan para sí sus foros y simposios, o deciden aguardar meses para publicar un libro, se están perdiendo la oportunidad de impactar más rápida y eficazmente a través de videos en Internet. Por ejemplo en YouTube existen canales especializados en educación que alojan horas de clases compartidas generosamente.
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