miércoles, 10 de noviembre de 2010

Repetiré hasta el cansancio

Luis Fuenmayor Toro
Ex rector de la UCV
Últimas Noticias, 10/11/10


El problema de la insuficiencia presupuestaria universitaria no radica en que unas universidades, las experimentales, tienen más estudiantes y reciben menos dinero, mientras las autónomas reciben más dinero con menos estudiantes. Ese era el argumento manido de los adeco-copeyanos en el pasado, que hoy los adecos rojos han resucitado. No son comparables universidades con actividades de investigación, cursos de posgrado, formación de profesores en el exterior, laboratorios de servicio a la población, profesores pagados según las normas y trabajadores con contratos colectivos muy beneficiosos, que universidades donde sólo se dicta docencia de pregrado y de una manera muy precaria, con profesores subpagados a través de contratos por honorarios profesionales y sin los beneficios adicionales establecidos en la normativa vigente.


El problema no es por qué esta institución tiene más presupuesto que aquella, sino por qué aquella recibe tan poco financiamiento de parte del Gobierno. No se trata de quitarles dinero a unas para dárselo a las otras. Se trata de darles a todas el dinero que requieren para funcionar cabalmente y tener una academia de calidad. Se trata de que ese recurso sea manejado en forma eficiente, transparente y honesta, para lo cual el Gobierno dispone de todo el poder y de los instrumentos que lo garanticen. Se trata de reducir los gastos burocráticos administrativos de las universidades, responsables reales de la dilapidación de recursos. Los trabajadores universitarios no deben exceder la relación de 0,5 a 0,75 empleados por profesor a dedicación exclusiva y tiempo completo. El Gobierno y las universidades deberían elaborar un plan para ajustarse a esa relación en los próximos cinco años. Ese es el tipo de cosas que se deben discutir.


El Vicepresidente no es el mejor funcionario para hablar con las universidades. Cuando estudiante, si es que lo fue realmente, utilizaba a la UCV para guarecerse cobardemente luego de las quemas y secuestros de vehículos que como encapuchado realizaba. Hoy se esconde de nuevo, con una sonrisa que descubre una cierta discapacidad cerebral, pero esta vez detrás del poder del Estado, con la protección de guardias y policías, los mismos que en el pasado lo perseguían.




No hay comentarios:

Publicar un comentario