La universidad como dilema

Miguel Ángel Latouche
Tal Cual, 17/11/10

No parece casual que la presencia de los venezolanos en congresos y reuniones académicas internacionales sea cada vez menor. Los altos costos de pasajes y estadías hacen prohibitivo el financiamiento personal de los viajes, mientras que los sistemas de financiamiento universitarios tienen recursos que son cada vez más reducidos.

La polarización, la presión política a la cual se somete a las universidades y la disminución de los presupuestos para el financiamiento de actividades y grupos de investigación, adquisición de libros, suscripción a bases de datos, contratación de asistentes y pasantes, entre otros; pone cuesta arriba la posibilidad de adelantar con éxito actividades de investigación de alto nivel y competencia.

Vale decir que mantener la publicación de revistas académicas indexadas o financiar fondos de publicaciones es casi un milagro. Por supuesto que esto se suma a los malos sueldos de los profesores universitarios y a la reconducción de los presupuestos de las universidades autónomas. Para que el Sistema de Educación Superior funcione no basta con abrir nuevas universidades, es necesario construir consensos acerca de la manera como debe evolucionar la universidad, como adecuarse para hacerse más competitivas.
Texto completo