Gustavo Márquez Marín
Últimas Noticias, 14/01/11
"…si todas las comunidades se encerraran en sus verdades, tan sólo les quedaría la alternativa de la destrucción de la comunidad que no posee la verdad". Roger Garaudy: Los Integrismos, p. 1
Si bien es cierto que el debate reciente sobre la transformación de la Universidad data de finales de los 60, sin embargo, ello no significa que la participación y la discusión hubiesen madurado lo suficiente en el seno de la sociedad venezolana y en las universidades mismas, como para haber dado por cerrado el tema. La acertada decisión del presidente Chávez de vetar la reforma de la ley de educación superior, obliga a los actores sociales y políticos a debatir a fondo el modelo de universidad que debemos darnos los venezolanos, para garantizar que ésta realmente se convierta en un instrumento promotor del cambio social, en sintonía con la Constitución, las necesidades del país y el desarrollo socioproductivo sustentable que haga posible el establecimiento de una democracia real e integral, participativa y protagónica, en un estado social de derecho y de justicia.
Más allá de la diatriba sectaria y de la manipulación mediática que solo conduce a bloquear el debate, deberíamos crear las condiciones para que éste fluya y permita la confrontación entre los dos modelo de universidad en juego. De un lado, el modelo arcaico liberal burgués de la universidad profesionalizante, ineficiente, estática, elitista, basada en una relación vertical de dominación educador-educando, concebida para "fabricar" profesionales "liberales" acrítico acoplado al mercado, preparados para reproducir el sistema capitalista dependiente de explotación, estimulados por el espejismo de la movilidad social a través de la acumulación individualista. Del otro, el de la universidad en construcción, concebida como un motor de la transformación permanente de la sociedad, sustentada en la democracia participativa, en la socialización del conocimiento y el diálogo de saberes, basada en una relación dialéctica liberadora educador-educando, creada para formar ciudadanos críticos, solidarios, comprometidos con el cambio social y la lucha por la independencia definitiva.
Si bien es cierto que el debate reciente sobre la transformación de la Universidad data de finales de los 60, sin embargo, ello no significa que la participación y la discusión hubiesen madurado lo suficiente en el seno de la sociedad venezolana y en las universidades mismas, como para haber dado por cerrado el tema. La acertada decisión del presidente Chávez de vetar la reforma de la ley de educación superior, obliga a los actores sociales y políticos a debatir a fondo el modelo de universidad que debemos darnos los venezolanos, para garantizar que ésta realmente se convierta en un instrumento promotor del cambio social, en sintonía con la Constitución, las necesidades del país y el desarrollo socioproductivo sustentable que haga posible el establecimiento de una democracia real e integral, participativa y protagónica, en un estado social de derecho y de justicia.
Más allá de la diatriba sectaria y de la manipulación mediática que solo conduce a bloquear el debate, deberíamos crear las condiciones para que éste fluya y permita la confrontación entre los dos modelo de universidad en juego. De un lado, el modelo arcaico liberal burgués de la universidad profesionalizante, ineficiente, estática, elitista, basada en una relación vertical de dominación educador-educando, concebida para "fabricar" profesionales "liberales" acrítico acoplado al mercado, preparados para reproducir el sistema capitalista dependiente de explotación, estimulados por el espejismo de la movilidad social a través de la acumulación individualista. Del otro, el de la universidad en construcción, concebida como un motor de la transformación permanente de la sociedad, sustentada en la democracia participativa, en la socialización del conocimiento y el diálogo de saberes, basada en una relación dialéctica liberadora educador-educando, creada para formar ciudadanos críticos, solidarios, comprometidos con el cambio social y la lucha por la independencia definitiva.
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