Jesús Puerta
El Nacional, 22/01/11
¿ Las universidades no deben relacionarse con el "modelo productivo socialista"? ¿La formación universitaria no debe ser "confesional"? ¿La ley no debe comprometerse con ninguna epistemología? ¿El socialismo es una confesión como la católica? Las críticas contra la ley de educación universitaria (proyecto) han ido desde la más mediática invectiva: "Aniquila la autonomía universitaria", "la imposición de la bota en las universidades"; hasta las pretendidamente más intelectuales: "Pretende imponer un pensamiento único", "convierte la universidad en un partido comunista", "la somete a una confesión, esta vez socialista".
Lo de la supuesta defensa de la autonomía no es más que el homenaje del vicio de los burócratas y canallas atrincherados en las posiciones de poder político y financiero de las universidades, a la virtud de un concepto que, por lo demás, ya está suficientemente defendido y asegurado en la Constitución y en las leyes de este país.
Empecemos la cuestión candente de la vinculación de las universidades con el "modelo productivo socialista". Y la abordaremos a partir del tema de la autonomía. La supuesta "evidencia" de la aniquilación de la autonomía, dicen, se refiere a la vinculación que establece el articulado de la ley de educación universitaria con los "planes de la nación" que son, de paso sea dicho, leyes de la república con las cuales establece la conexión el artículo 109 de la Constitución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario